El portavoz de VOX se marcha del Parlamento andaluz con un «a tomar por culo»

La polémica se originó durante el turno de la palabra de la líder del PSOE, Susana Díaz. En el cruce de intervenciones con el presidente andaluz, Juanma Moreno Bonilla, éste le reprochó a Díaz que su partido hubiese alcanzado en el Congreso un acuerdo presupuestario con «los herederos de ETA» en alusión a Bildu. La socialista, a su vez, contraatacó afeando al PP y al Gobierno regional que se apoyasen en la formación de ultraderecha. «Pedro Sánchez no ha pactado con Otegi, pero ustedes se han abrazado a los herederos del franquismo», aseveró la socialista.

La comparación desató la ira del portavoz de Vox, que mientras Díaz seguía con su intervención, quiso solicitar en varias ocasiones a la presidenta de la Cámara el turno de palabras por alusiones para para exponer su queja por estos calificativos. Bosquet se lo denegó una y otra vez, recordando que estaba otra parlamentaria en el uso de la palabra, e interrumpió en varias ocasiones el sonido del micrófono de Hernández pidiendo que al menos esperase a que Díaz terminara. Pero el portavoz de Vox fue subiendo el tono y reclamó, a gritos, a la presidenta del Parlamento que «no lo ninguneara».

Al no lograr su propósito, y pese a que el servicio técnico acalló su micrófono, Hernández optó por marchase del hemiciclo junto a sus compañeros de filas, no sin antes soltar un sonoro «a la porra, a tomar por culo hombre» mientras cerraba el micro de un manotazo.

Tras el rifirrafe, el portavoz de Vox aseguró que no regresarían al salón de plenos mientras persista «condescendencia» de la presidenta de la Cámara con los «insultos» que «continuamente» recibe su formación, acusando a Bosquet «permitir que se insulte a continuamente a nuestra fuerza política y a todos los andaluces convirtiendo a este Parlamento en un gallinero, con expresiones impropias». «Estamos cansados de que se insulte y se ofenda por norma no ya a nuestro grupo político, sino a millones de andaluces y españoles que nos votan cuando se nos llama ultraderecha, fascistas o nazis», lamentó.

A su juicio, este jueves se ha ido un «paso más allá con lo que hemos tenido que escuchar de la expresidenta de la Junta, que nos ha comparado, con la condescendencia de la presidenta del Parlamento, con un partido terrorista». Y resaltó que, en realidad, Vox es «el partido de Ortega Lara», y señaló que su propio presidente nacional, Santiago Abascal, ha crecido «entre amenazas de muerte y con escolta». En cambio, acusó, el PSOE tiene un presidente, Pedro Sánchez, que «llegó a mostrar sus condolencias a Bildu por el fallecimiento de un terrorista en prisión».

«Esas son las diferencias que existen entre ellos y nosotros. Nosotros no somos comparables a Bildu y ni siquiera somos comparables al PSOE», insistió Hernández, que rechazó que se trate de alusiones propias del fragor del debate político. «Que se compare a Vox con una banda terrorista que tiene las manos manchadas de sangre, con sangre de socialistas incluso, es lo que no estamos dispuestos a tolerar», insistió.