Susana Díaz, el miércoles en el Parlamento conversando con el diputado y secretario provincial del PSOE de Málaga, José Luis Ruiz . AFP

Ferraz abre la puerta a un relevo de Susana Díaz tras las municipales

Ministros de peso en el PSOE como Calvo y Ábalos rehúyen el apoyo a la expresidenta y avisan que el partido está por encima de intereses personales

Viernes, 18 de enero 2019, 01:10

La dirección del PSOE envió ayer varios mensajes a Susana Díaz sobre su futuro al frente del partido en Andalucía. Ministros de peso en la ejecutiva federal con sede en la calle Ferraz de Madrid, como Carmen Calvo y José Luis Ábalos, avisaron que el ... partido está por encima de intereses personales y que serán las bases las que decidirán si Díaz será o no de nuevo candidata en las próximas elecciones andaluzas. Tanto Calvo y Ábalos como otro ministro, Luis Planas, instaron a la reflexión en el PSOE andaluz tras la pérdida de la Junta de Andalucía. Los mensajes dejan en evidencia una operación para el relevo de Díaz al frente del PSOE andaluz, aunque no se pondrá en marcha hasta después de las elecciones municipales y europeas.

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Ferraz no esperó ni a que pasaran 24 horas de la pérdida más traumática para el PSOE, la del Gobierno de Andalucía con presidencias socialistas desde las primeras elecciones en 1982, para señalar la puerta de salida a Díaz. Antes de cumplirse el primer día de la elección por el Parlamento del dirigente del PP-A Juanma Moreno como presidente de la Junta, la vicepresidenta del Gobierno y secretaria de Igualdad del PSOE, Carmen Calvo, rehuyó en una entrevista en Antena 3 respaldar la continuidad de Susana Díaz. «Todo el mundo está por debajo de las siglas», respondió. «Cada uno servimos donde toque», añadió cuando se le preguntó si habría que dar entrada a savia nueva en el PSOE-A.

La secretaria general de los socialistas andaluces ha manifestado su decisión de continuar al frente del partido, ejercer la oposición y ser candidata en unas nuevas elecciones para recuperar la Junta. Díaz argumenta la inestabilidad del gobierno de coalición PP-Cs porque no cuenta con mayoría suficiente y depende del apoyo de Vox. La política sevillana también ha reivindicado su legitimidad a seguir liderando el partido en Andalucía porque ella no ha perdido las elecciones, aunque no haya ganado con «mayoría suficiente para gobernar».

El sanchismo no lo ve así. «Son los afiliados quienes ponen a los dirigentes, quienes los eligen y quienes juzgan a los más convenientes», manifestó el ministro de Fomento y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos. Tampoco respaldó la continuidad de Susana Díaz. «Siempre tenemos que estar profundamente agradecidos por el hecho de que nos hayan dado la oportunidad, en algún momento, de tener las responsabilidades que tenemos; y ese agradecimiento nos exige tener la grandeza de ponernos siempre a consideración de esa militancia que nos pone y que también nos debe quitar», apostilló.

La discusión sobre el futuro de Susana Díaz y su continuidad al frente del PSOE andaluz surgió casi desde la noche electoral del 2 de diciembre, cuando el partido sufrió un batacazo al pasar de 47 a 33 escaños. Pese a ganar, PP, Cs y Vox sumaban la mayoría absoluta que este día 16 materializó el vuelco político en Andalucía. El PSOE andaluz confió en que Cs diera marcha atrás al comprender que el cambio tenía el coste de pactar con un partido relacionado con la extrema derecha europea. Díaz quiso intentar formar gobierno y la dirección nacional del PSOE le dio vía libre para ello.

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Fruta madura

Se trataba solo de darle tiempo para que Díaz asumiera por sí misma la responsabilidad política de la pérdida del poder andaluz y diera un paso atrás. El mensaje que se trasladó desde Ferraz es que caería «como la fruta madura». No ha sido así, sino que la política sevillana, de 44 años, sigue creyendo que puede hacer remontar al partido. La estrategia de Ferraz pasa ahora por otra tregua y no abrir el proceso hasta que se celebren las municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo.

Esta es la principal baza también de la dirección andaluza del partido para frenar cualquier movimiento de silla a Susana Díaz hasta recomponerse del mal trago de la pérdida de la Junta. El portavoz en el Parlamento, Mario Jiménez, fue el encargado de replicar a Calvo y Ábalos. A ambos les sugirió que, efectivamente, todos en el partido están sujetos a la militancia; también ellos. Apeló a la unidad para afrontar las elecciones de mayo y recordó la importancia de Andalucía en el resultado, también de las generales. «Estoy seguro de que todo el mundo va a remar en la misma dirección para que el PSOE-A y el PSOE en todas y cada una de las federaciones de nuestra organización no esté distraído en otro tipo de cuestiones y esté orientado al cien por cien en la tarea política de combatir a la derecha y la ultraderecha y de defender el proyecto del PSOE para poder ganar las elecciones municipales, las generales y las europeas», afirmó Jiménez.

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El problema para el PSOE federal al abrir el melón del relevo de Susana Díaz es que no hay nadie a la vista en Andalucía para sucederle. Cualquier proceso debe acabar en unas primarias. Díaz tiene consigo la fidelidad por ahora de las ocho direcciones provinciales. Los sanchistas confían en que poco a poco vaya perdiendo apoyos una vez que no tiene el poder de la Junta. En este sentido, el segundo mensaje trasladado ayer por Calvo y Ábalos es el de que el PSOE debe abrir una «estrategia de reflexión y sabiduría política para saber qué es lo mejor para Andalucía», según la ministra.

Luis Planas, ministro de Agricultura y quien se enfrentó a Susana Díaz en las primarias para la candidatura a la Junta en 2013, fue el más explícito. Dijo que la expresidenta «en este momento sí debe liderar la oposición», pero para el futuro «habrá que hacer una reflexión». «En la vida siempre es bueno pararse y reflexionar, no es lo mismo estar en el Gobierno que en la oposición», acotó.

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