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Héctor Barbotta
Jueves, 11 de marzo 2021, 00:40
Ni ruptura, ni adelanto electoral, ni moción de censura. El Gobierno de la Junta de Andalucía hizo ayer una exhibición de sintonía y unidad tras la tormenta política desatada por la ruptura entre PP y Ciudadanos en Murcia en Madrid, que ha llevado a ... una moción de censura en el primer caso y a un adelanto electoral en el segundo.
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, y su vicepresidente, Juan Marín, comparecieron juntos en el patio del Parlamento de Andalucía para asegurar que ante el ruido político desatado en medio de la pandemia, Andalucía será «una isla de estabilidad». Lo hicieron a pesar de que Vox, que hasta ahora ha apoyado al Gobierno en las votaciones parlamentarias, volvió a mostrar su distancia y esta vez con un reclamo claro: un adelanto electoral.
El partido de Abascal, cuyo sustento parlamentario es necesario para el gobierno de la Junta, había reclamado un adelanto electoral en la comunidad autónoma «para evitar el avance de la izquierda» sobre las instituciones.
Sin embargo, los máximos responsables del Gobierno andaluz mostraron su voluntad de agotar la legislatura y dedicar los casi dos años que quedan de mandato a combatir la pandemia y sus graves consecuencias económicas.
El presidente aseguró que se vio impulsado a comparecer junto a Marín tras haber recibido llamadas de diversos sectores económicos y sociales que tras lo sucedido en Madrid y Murcia mostraron su preocupación por la situación institucional que podría desencadenarse en Andalucía. Lanzó por ello un mensaje de «serenidad y confianza» y aseguró que el pacto de gobierno goza de buena salud para realizar una gestión responsable frente la crisis.
Moreno Bonilla aseguró que en Andalucía la relación entre ambas fuerzas es de «afecto, comprensión y responsabilidad mutua», lo que le permite al Gobierno andaluz afrontar lo que considera «la peor crisis de la historia», provocada por la pandemia y sus consecuencias económicas y sociales. «Tenemos dos objetivos –señaló–, la salud y el empleo».
Para el presidente andaluz, lo que necesita Andalucía en estos momentos es gestión y responsabilidad, lo que en su opinión reclaman los ciudadanos, y por ello no es momento ni de elecciones ni de mociones de censura. «Afortunadamente para los ciudadanos, la coalición de gobierno en Andalucía goza de una robusta salud», afirmó.
En el mismo sentido se expresó Marín, quien aseguró que su grupo de 21 parlamentarios está cohesionado y sin diferencias en cuanto a la necesidad de mantener el actual curso hasta el final de la legislatura. «En medio del ruido y la inestabilidad, Andalucía va a seguir siendo una isla», afirmó.
El vicepresidente señaló que en diciembre de 2018 la mayoría de los andaluces votó en favor del cambio político y esa dirección se mantendrá hasta agotar el mandato. «No es momento de hacer gestos o giros», subrayó. Aseguró también que el gobierno andaluz no se moverá de ese rumbo «tenga el coste que tenga cuando lleguen las elecciones».
En relación con el reclamo de Vox de que se adelanten las elecciones y su amenaza de no volver a apoyar al Gobierno en las votaciones parlamentarias, Marín aseguró que no se trata de un asunto que preocupe al ejecutivo, ya que está gobernando en minoría desde el inicio de la legislatura y negociando cada ley y cada decreto uno a uno. «No va a afectar para nada», afirmó.
El Gobierno andaluz cuenta con los presupuestos aprobados, por lo que podría agotar la legislatura con sólo prorrogarlos.
Por su parte, el portavoz parlamentario socialista, José Fiscal, criticó la intervención del presidente y vicepresidente de la Junta y aseguró que la estabilidad en el Gobierno andaluz «es inexistente, la poca que pudiera haber depende de cómo se levante la extrema derecha». «Quien tiene la sartén por el mango es Vox, la estabilidad no depende del gobierno sino de su socio externo», afirmó.
Fiscal lanzó la pregunta a los votantes de Ciudadanos de si están de acuerdo «con el papelón de Marín, con lo que pretendía ser este partido y que sin embargo está entregado a la derecha y la extrema derecha».
El alcalde de Granada, Luis Salvador, perteneciente a Cs, dijo ayer que no ve «ninguna extrapolación de ningún otro territorio» a la ciudad, cuyo Ayuntamiento gobierna en una coalición con el PP, tras ser preguntado por la moción de censura que su partido ha presentado con el PSOE para desalojar a los populares en el Gobierno de la Región de Murcia y en el Ayuntamiento de la ciudad. Para Salvador, los gobiernos de la Junta y de Granada son «absolutamente ejemplares», que trabajan con «todos» sus integrantes «coordinados» y que han «erradicado definitivamente la corrupción del Ayuntamiento de Granada y de la Junta de Andalucía».
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