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El Ministerio de Hacienda había convocado para este jueves a la consejería andaluza de la misma área a una reunión técnica para abordar detalles de ... la operación de condonación de deuda impulsada por María Jesús Montero. Pero sin acuerdo político previo no hay avance técnico posible y el encuentro, celebrado de manera telemática, apenas duró el tiempo suficiente para intercambiar saludos y constatar que, de momento, no hay disposición en la Junta de Andalucía a avalar la operación.
Cinco minutos después de establecerse el contacto la comunicación ya se había cortado. los Los dos cargos de Hacienda que participaron de la reunión -el jefe de gabinete de la consejera y el director general de Hacienda- se limitaron a comunicar que la postura del Gobierno andaluz es no avanzar en la quita si antes no se afronta un cambio del modelo de financiación autonómica.
A pesar de que la postura de la Junta era sobradamente conocida, el Ministerio comunicó la semana pasada la convocatoria de esta reunión bilateral para avanzar en los detalles de la operación de quita, aprobada el pasado 26 de febrero en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), en el que los consejeros de Hacienda de las comunidades gobernadas por el Partido Popular se retiraron en protesta por la decisión de la ministra de no incluir en el orden del día el cambio en el modelo de financiación.
Este martes, el Ministerio remitió a la Consejería una comunicación en la que se explicaban los términos de la operación en lo que refiere a Andalucía, consistente en condonar 18.791 millones de euros de la deuda que la Junta mantiene con el Estado por. La deuda total de la Administración autonómica con la estatal asciende a 22.230 milllones. La intención del Gobierno es asumir aquella parte de la deuda que genera más intereses.
Tanto en el Gobierno como en el PSOE-A se le había dado mucha trascendencia a la reunión de este miércoles, anunciada esta semana y calificada como «muy importante» por la portavoz socialista en el Parlamento, María Márquez, pero lo cierto es que el encuentro apenas duró unos minutos. Los seis altos cargos del Ministerio convocados a la reunión -todos de perfil técnico y con rango de secretarios, directores y subdirectores generales en las áreas de Deuda Pública, Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad y Política Financiera de las comunidades autónomas-, apenas tuvieron tiempo de intervenir ante la comunicación por parte de los representantes de la Junta de que no tenían intención de profundizar en la propuesta.
Este mismo miércoles, prácticamente al mismo tiempo en el que el desencuentro bilateral se plasmaba a uno y otro lado de las pantallas, Márquez afirmaba que sería una reunión «seria y de calado» para evaluar los vencimientos de la deuda y qué préstamos entrarían en la quita.
En el encuentro, sin embargo, no se llegó a valorar nada de eso. Los dos cargos de la Consejería de Hacienda se limitaron a comunicar que la decisión de la Junta es no abordar esta cuestión, que consideran secundaria, hasta tanto se afronte lo que considera realmente importante, que es una modificación del actual sistema de financiación, del que Andalucía sale perjudicada por ser una de las cuatro comunidades autónomas que reciben menos recursos por habitante que la media.
El Gobierno andaluz ha insistido una y otra vez en que Andalucía no necesita que se le condone deuda y que la iniciativa de la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda sólo persigue dos objetivos: dar respuesta a las demandas de los socios nacionalistas del Gobierno, ya que la comunidad catalana si padece una deuda agobiante que le impide acudir a los mercados para financiarse, y postergar el debate verdaderamente importante, que es el de la reforma del sistema por el que el Estado remite recursos a las comunidades. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, vaticinó recientemente que no habrá reforma del sistema en la actual legislatura porque esa indefinición es lo que le permite a Pedro Sánchez disponer de los recursos para dar satisfacción a las demandas de sus socios parlamentarios.
Para el PSOE, sin embargo, esta postura de la Junta obedece a que Moreno pone por delante los intereses de su partido y que la oferta de condonación es «una oportunidad histórica para Andalucía», ya que supondría quitarse casi la mitad de toda la deuda pública de la Administración autonómica.
Para Márquez, una cosa y la otra -la quita de la deuda y la reforma del modelo- no son incompatibles y la fórmula propuesta por la vicepresidenta no constituye agravio alguno para Andalucía, que sería la más beneficiada por la condonación al aplicársele la mayor rebaja -casi 18.791 millones de euros, más del 22 por ciento de la cantidad total-, por encima incluso de lo que le correspondería según su peso poblacional.
La portavoz, al contrario de lo que ha planteado la Junta y de lo que defiende la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF), asegura que lo que el Gobierno andaluz se ahorraría en intereses sí podría destinarse al sostenimiento de los servicios públicos.
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