La Junta despide al científico Bernat Soria

La fundación pública ha tomado la decisión de rescindir el contrato de Soria al conocer un informe jurídico laboral encargado a la asesoría Price and Waterhouse (PWC Tax&Legal Services) en el que desvela que tenía negocios privados y vinculaciones con dos empresas del mismo gremio de Cabimer cuando su contrato era de exclusividad. El centro andaluz investiga sobre células madres y ha obtenido grandes avances en esta materia, sobre todo en lo relacionado con la diabetes.

Las sospechas sobre el supuesto engaño de Soria a la administración andaluza comenzaron en la anterior legislatura. Fue el Gobierno socialista de Susana Díaz el que abrió el pasado día 9 de enero, cuando ya estaba en funciones, un expediente informativo sobre el científico y exministro. En octubre de 2018 ya había encargado otro de Shamker. Sobre este recaían sospechas de incumplir sus funciones de directivo no denunciando el absentismo laboral de un empleado.

Con estos expedientes sobre la mesa, el Gobierno entrante del PP-Cs encargó un informe jurídico laboral a la asesoría PWC. El resultado confirmó, según las citadas fuentes, el conflicto de intereses en el que había incurrido. El informe advierte de lo increíble que resulta conciliar la «profusa actividad privada» de Soria con su trabajo a tiempo completo en la fundación.

El primero en dar una pista sobre el caso Soria fue el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, quien el pasado marzo llegó a hablar de «trabajadores fantasmas» en el área sanitaria de la Junta. El consejero de Presidencia y Portavoz de la Junta, Elías Bendodo, avisó del posible despido del científico el pasado martes tras el Consejo de Gobierno. «No podemos ni vamos a tolerar que haya trabajadores fantasma ni sueldos astronómicos sólo por haber sido de un determinado partido o de un gobierno anterior», afirmó.