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Sergio González Hueso
Granada
Miércoles, 2 de junio 2021, 00:07
La Junta de Andalucía había preparado una desescalada en tres fases en la que con cada escalón que se dejaba atrás se iban flexibilizando las medidas restrictivas. Pero la realidad es tozuda y el virus lo es aún más. El SARS-CoV-2 no ha ... dejado a las autoridades continuar con sus planes de transición a la normalidad tal y como los habían diseñado. Desde la entrada en la primera etapa, la de 'estabilización', los indicadores han hecho precisamente eso: estabilizarse en su camino a una mejoría que se ha perdido en los últimos días.
«La evolución es estable y por tanto no es positiva», dijo el propio Elías Bendodo antes de la reunión que celebró ayer el comité de expertos sanitarios. Mismo encuentro de trabajo del que salió el acuerdo para ser más conservadores en la desescalada. Lo que ha decidido la Junta es mantener dos semanas más el marco regulatorio que está actualmente en vigor. Entró cuando decayó el estado de alarma y permite el endurecimiento o el alivio de las medidas en base a los niveles de alerta en los que se encuentre cada uno de los territorios. Así es como se pueden celebrar reuniones de cuatro a diez personas dependiendo de si se está en el nivel 4 o 1 o se puedan o no usar las barras de los bares o las pistas de baile, entre otras actividades.
Esta clasificación se hace ahora a través de los distintos comités territoriales de cada una de las ocho provincias andaluzas. Pero lo fundamental se encuentra en el horario de la hostelería, que es fijo para todos. Se mantendrá hasta las doce de la noche siempre y cuando tengan licencia de cocina y hasta las dos de la mañana en el caso de los bares con música o las discotecas en los niveles por debajo del 3.
Así se mantendrá hasta como mínimo el próximo 15 de junio. Será entonces cuando se celebre una nueva reunión de los expertos que asesoran al Gobierno de la Junta, de los mismos que ayer desde luego no las tenían todas consigo a la hora de auspiciar el pase a la fase 2 de la desescalada, que se había bautizado como 'avance'. Sobre este segundo estadio solo se conocían dos cosas: que empezaba el 1 de junio y que acababa el 21. A partir de ayer ya no se sabe absolutamente nada. Ni siquiera fue mencionada ayer por el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, quien fue el encargado de informar sobre las decisiones que se habían tomado en el citado comité.
Aguirre apuntó que tras analizar los datos se ha constatado que hay marcadores positivos, como por ejemplo la presión hospitalaria o la baja incidencia entre las personas mayores de 60 años –todo gracias a la vacunas, dijo–, pero que también los hay que no están «progresando adecuadamente». Se refirió sobre todo a las tasas de contagio. No hay que olvidar que la Junta ya retrasó una semana la reunión de estos expertos con un objetivo claro: esperar para ver si se «doblegaba la curva» de los 150 casos por cada 100.000 habitantes.
Algo que, desde luego, no se ha conseguido. La incidencia media a 14 días en la comunidad autónoma es de 176,6 casos, lo que es un volumen más de 50 puntos por encima de la media española. De una tasa nacional que descendió ayer a los 120 contagios por cada 100.000 habitantes. Unas credenciales epidemiológicas que enAndalucía solo Almería puede mejorar. El resto se encuentra con una situación desde luego muy mejorable. De hecho, Andalucía estuvo ayer entre las once regiones de España en la que se produjeron subidas en este indicador.
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Aguirre avanzó también que tampoco les gusta los datos que arroja la incidencia a siete días, un termómetro que usan los expertos para vaticinar mediante proyecciones cuál será la evolución que se espera para las próximas jornadas. Para darle la vuelta a esta situación la Junta confía en el proceso de inmunización que hay en marcha. Saben que cada día que pasa se administran más vacunas y que este mes es clave, pues se espera una llegada colosal de viales.
Los mensajes tanto de Aguirre por la tarde, como de Bendodo por la mañana fueron en la misma línea: en la de pedirle a los andaluces un «último esfuerzo». «Es el mes más importante de toda la pandemia. Necesitamos un último tirón», dijo el consejero de Presidencia, que contextualizó el comportamiento del virus en Andalucía en la apertura de la movilidad regional tras el estado de alarma.«Nosotros estamos más expuestos que otros lugares por la llegada de más turistas», expuso Bendodo, que instó a la ciudadanía a «no bajar la guardia». Mismo mensaje que lanzó el consejero de Salud y Familias tras el comité:«Hago un llamamiento para que no se relajen las medidas higiénico sanitarias prioritarias como la mascarilla, el mantenimiento de la distancia interpersonal y al lavado de manos», dijo Aguirre, quien recordó que el virus «sigue estando entre nosotros». Y que «mata», apostilló.
La reunión se celebró en el Palacio de San Telmo y fue presidida por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, quien asistió de forma telemática desde su domicilio particular. El motivo es conocido por todos, precisamente está pasando esta infección que ha segado la vida ya a más de 10.000 andaluces.
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