Moreno anuncia el fin del impuesto de sucesiones con un decreto ley el 9 de abril

La eliminación de este impuesto cedido por el Estado para la financiación de las Comunidades Autónomas es una promesa electoral del PP y viene recogido en el acuerdo de gobierno con Cs, partido que en la pasada legislatura forzó al PSOE a la subvención del tributo hasta el millón de euros para respaldar sus presupuestos. El bipartito PP/Cs incluyó la medida en su primer Consejo de Gobierno celebrado en Antequera el pasado 26 de enero.

Entonces el Gobierno dudaba de la fórmula para cumplir el compromiso, dado que la vía habitual, la del proyecto de ley del Presupuesto de 2019, iba a retrasarse hasta junio.

Ahora Moreno despeja la vía: un decreto ley, fórmula utilizada para medidas urgentes, que deberá ratificar el Parlamento. Moreno ha razonado la supresión de este tributo que ya aplican otras comunidades como Madrid para frenar el éxodo fiscal a dichos territorios como medida para atraer inversiones.

Esta será la tercera rebaja del impuesto de sucesiones en Andalucía en tres años. La primera se hizo en 2016 para incrementar el tope exento a 250.000 euros de herencia y suavizar el salto del que no paga al que paga. La segunda, también con la presión de Cs, se acordó con un decreto ley en julio de 2017 para la herencia de viviendas y explotaciones agrarias. La última se incluyó en la ley de Presupuestos de 2018 tasando el tope exento en un millón de euros. Todas las bonificaciones, también la anunciada por Moreno, afectan sólo a los herederos en primer grado, padres, hijos y cónyuges.

El impacto de las rebajas hasta ahora en las cuentas públicas supuso en el ejercicio pasado cien millones de euros menos de ingresos. Moreno ha apuntado que en comunidades como Madrid, con el tributo suprimido al 99%, se recauda más que en Andalucía. Este es el objetivo: evitar 'dumping' fiscal y atraer grandes fortunas en el territorio andaluz que coticen en esta comunidad.