El PSOE de Andalucía, en modo espera

Con ese nivel de incertidumbre, los cinco sentidos están puestos en algún gesto que pueda interpretarse como una señal sobre la continuidad o el reemplazo de Juan Espadas al frente del partido en Andalucía y, sobre todo, como el candidato que le disputará a Juanma Moreno la la presidencia de la Junta de Andalucía dentro de un año y medio.

Con Sevilla designada como sede del congreso, la elección de Espadas como presidente del mismo se entendió como una decisión natural y también como una posible plataforma de lanzamiento para el principal dirigente de una federación que atraviesa una dura travesía en la oposición tras haber regido los destinos de Andalucía durante casi cuatro décadas.

El propio Espadas lo entendió así y por ello inició su discurso de apertura agradeciendo la oportunidad que se le había brindado al ofrecerle un altavoz tan importante. Después de una intervención de más de 20 minutos, la sensación era que la oportunidad había pasado sin ser aprovechada.

Contraste

El secretario general socialista ofreció un discurso plano, en el que no quedó claro cuál era el mensaje que quería transmitir y sin apenas referencia a la batalla política que se avecina en Andalucía más allá de una alusión a la sanidad pública. La ausencia de emoción en la intervención de Espadas sobresalió por contraste con la de la valenciana Diana Morant, que lo precedió en el uso de la palabra y que levantó al auditorio con una cerrada defensa de la labor del Gobierno y de los alcaldes en la gestión de la DANA. «Juan tuvo mala suerte», lamentaban algunos delegados en relación al momento en el que tuvo que intervenir, inmediatamente después del discurso profundamente emocional de la dirigente valenciana.

Apenas se apaguen este domingo las luces del 41º Congreso Federal socialista al concluir la intervención de Pedro Sánchez tras ser reelegido secretario general, los socialistas andaluces iniciarán el camino hacia su propio congreso y de momento, más allá de los pronunciamientos críticos que se han escuchado y de la intención manifestada por Espadas de continuar hasta las elecciones autonómicas, la gran mayoría parece estar en este estado intermedio de indefinición que sólo un pronunciamiento de Pedro Sánchez puede modificar.

Candidato alternativo

Uno de los motivos de la incertidumbre es que se desconoce quién asumirá la responsabilidad de encabezar como candidato la oposición interna a Juan Espadas. De momento, ninguna figura de peso se ha animado a dar el paso y es probable que ninguna lo haga si no se percibe antes algo que pueda ser entendido como que Sánchez ha dado vía libre al relevo. Fuentes socialistas aseguran que el presidente del Gobierno no se ha puesto aún con la cuestión andaluza, dedicado en los últimos días primero a defenderse de la ofensiva judicial y después, a garantizar un buen desarrollo y cierre del congreso.

La sensación de que el relevo de Espadas no está aún decidido, pero tampoco su continuidad, es generalizada. De momento sólo un secretario provincial -el de Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix-, se ha pronunciado con claridad, aunque el resto tampoco ha mostrado en los últimos días un apoyo entusiasta a Espadas.

La incertidumbre también llega hasta el expresidente de la Junta, Manuel Chaves, rehabilitado con una ovación. «Vamos a esperar al congreso», aconsejó.

Una vez que se sepa cuántos andaluces entran en la nueva ejecutiva federal y después de que Sánchez acabe su discurso, es posible que todo esté más claro. O no.