Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
María Dolores Tortosa
Lunes, 29 de julio 2019, 17:49
El PSOE andaluz ha tardado ocho meses en supurar por su principal herida, la pérdida del poder de la Junta de Andalucía. Lo ha hecho de una manera inesperada para algunos del partido, con una ruptura del núcleo duro en torno a Susana Díaz. La secretaria general de los socialistas andaluces ha prescindido de Mario Jiménez, uno de sus fieles hasta ahora, como portavoz del grupo parlamentario. En su lugar la ejecutiva regional del PSOE-A, reunida esta mañana, ha nombrado a José Fiscal, que fuera consejero de Medio Ambiente de su gobierno la pasada legislatura. Díaz promociona a la que fuera también consejera de su ejecutivo y exalcaldesa de Córdoba por Izquierda Unida Rosa Aguilar. Será portavoz adjunta. De esta forma el equipo de confianza de la dirigente socialista para ejercer la oposición al bipartito PP-Cs en el Parlamento estará formado por exconsejeros de la Junta: Junto a los mencionados figuran Rodrigo Sánchez Haro (exconsejero de Agricultura) como secretario del grupo parlamentario y Manuel Jiménez Barrios (exconsejero de Presidencia) como portavoz adjunto. Ambos ya fueron nombrados para ello al comienzo de la legislatura. Rosa Aguilar entra por Sonia Gaya, nueva concejala del Ayuntamiento de Sevilla y que hoy también será nombrada secretaria de Organización del PSOE de Sevilla. Gaya fue consejera de Educación en el último gabinete de Díaz.
Los cambios también incluyen la entrada del primer sanchista en la dirección regional: Joaquín Dobladez, para el que se ha creado el cargo de delegado de Transición Ecológica y Cambio Climático. Dobladez, de Córdoba, fue director del Instituto Andaluz de la Juventud. Se trata de un puesto simbólico con el que Susana Díaz quiere transmitir su nueva etapa de sintonía con el presidente del Gobierno en funciones y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. La ejecutiva de los socialistas andaluces han aprobado su respaldo sin fisuras a las decisiones tomadas por Sánchez en su investidura fallida. El secretario de Organización, Juan Cornejo, ha explicado que todos los cambios han sido transmitido a la dirección federal y cuentan con su visto bueno. Ha insistido en que hay una comunicación «fluida y diaria» con Ferraz. Su principal interlocutor es Santos Cerdán, responsable de la política territorial y el hombre al que Sánchez ha encomendado el control de Ferraz estando José Luis Ábalos, secretario de Organización, en el Gobierno.
La comisión ejecutiva ha votado por unanimidad los cambios. Cornejo fue el encargado de informar del relevo en la Portavocía del Parlamento, uno de los cargos mejor remunerados, y de pronunciar unas palabras de elogio a la labor desempeñada por Mario Jiménez, «mi amigo», según le ha llamado en su intervención ante los periodistas. Jiménez no ha estado presente en la reunión de la ejecutiva, lo que confirma que su salida no ha sido pactada. Fuentes socialistas reconocen que las relaciones entre Susana Díaz y Jiménez llevaban varios meses rotas y había discrepancias sobre la labor de oposición del grupo socialista. En los últimos meses Díaz ha encomendado a Manuel Jiménez Barrios las negociaciones con los partidos del Gobierno para asuntos como el de la renovación de la RTVA. Jiménez estaba tan al margen de las decisiones del núcleo duro de Díaz que se enteró a última hora de los nombres propuestos para los consejos de la RTVA y el Audiovisual, que él mismo tenía que defender y transmitir como portavoz.
Díaz intentó cumplir con la tradición no escrita en el PSOE da dar puente de plata al cesado. Ofreció a Mario Jiménez el puesto de senador por la Comunidad autónoma para ocupar la vacante dejada por el fallecido José Muñoz; Pero el que fuera portavoz de la gestora del PSOE tras la marcha de Pedro Sánchez hasta las primarias en 2017 ha declinado la oferta. Ha preferido seguir como diputado raso por Huelva en el Parlamento. El ex viceconsejero de Presidencia Fernando López Gil, de Cádiz, ocupará el escaño del Senado.
Las razones de la pérdida de confianza de Susana Díaz en Mario Jiménez no quedan claras tras nueve años de colaboración, desde que los dos fueron señalados por José Antonio Griñán como sus sucesores. El núcleo cercano a Jiménez habla de un mal pago a la lealtad de este a la expresidenta, tanto en su labor andaluza como en su apuesta fallida para dirigir el PSOE nacional. Desde el otro lado se alude a un distanciamiento del propio Jiménez de Díaz tras la decisión de esta de acercar posiciones con Pedro Sánchez. Jiménez fue el portavoz de la gestora del PSOE nombrada tras la dimisión forzada de Sánchez como secretario general en 2016 y fue la cara del sector enfrentado al que hoy es presidente del Gobierno.
Juan Cornejo ha rehusado entrar en detalles y se ha escabullido como ha podido de las preguntas incómodas. Ha sido tajante al negar que el cambio de portavoz tenga que ver con el acercamiento de Susana Díaz a Pedro Sánchez. Cornejo ha insistido en que los cambios obedecen a una nueva etapa en el PSOE andaluz tras perder la Junta y tener que rearmarse en la oposición para recuperar el Gobierno. Lo ha calificado de «renovación» normal en cualquier organización política cuando las circunstancias cambian. Ha hablado de reestructuración del grupo parlamentario, pero ha dejado caer que los cambios orgánicos vendrán en el próximo congreso regional salvo que se produzca alguna baja antes. Cornejo lleva tiempo avisando de que no desea continuar como número dos del PSOE andaluz mucho tiempo. Ha insistido en todo momento en echar flores a Jiménez. «Es un gran socialista, ha hecho una labor estupenda y siempre al servicio del partido, en todo momento, con una entrega incalculable», ha manifestado.
Hasta ahora la tensión política en el PSOE andaluz giraba en la pelea de sanchistas con susanistas por el control del partido en esta Comunidad. La quiebra del núcleo duro de Susana Díaz entra en escena como un elemento nuevo. Cornejo ha descartado que la destitución de Mario Jiménez vaya a abrir una nueva quiebra en el PSOE andaluz, si bien a los sanchistas descontentos con Susana Díaz y que vaticinaban su salida de la dirección regional antes de las próximas elecciones andaluzas se suman ahora en esta tesitura otro sector más. Jiménez tiene ascendiente en el PSOE de Huelva, cuyo cuñado, Ignacio Caraballo, es secretario provincial y presidente de la Diputación. Díaz ha querido evitar molestar al PSOE de esta provincia, la única cuya capital han ganado los socialistas por mayoría absoluta y en la que el PP obtuvo uno de sus peores resultados.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La explicación al estruendo que sobresaltó a Valladolid en la noche del lunes
El Norte de Castilla
La mejor hamburguesa de España está en León
Leonoticias
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.