Los pueblos más frescos de Andalucía para escapar del calor en los meses de verano

Pero esto es algo que no sucede en todos los puntos de la comunidad autónoma. Porque, aunque el sol y el calor sea algo característico de Andalucía, también hay municipios y pequeños rincones que resultan perfectos para huir del calor en verano. Desde pueblos a los pies de Sierra Nevada, hasta rincones en la Sierra de Grazalema. Repasamos cuáles son los mejores lugares para huir del calor veraniego en las ocho provincias andaluzas.

Almería es una provincia que destaca en verano por sus increíbles playas, siendo algunos lugares como Cabo de Gata, Roquetas o Mojácar muy visitados durante estas fechas. Sin embargo, quienes quieran pasar un verano fresquito sin necesidad de estar en la playa pueden optar por visitar Laujar de Andarax, un municipio en la Alpujarra almeriense a casi 1.000 metros de altura que es perfecto para huir del calor y disfrutar de la naturaleza. Otro rincón de Almería ideal para decir adiós al calor es la Sierra de los Filabres, con municipios fresquitos como Sierro, Serón o Velefique, entre otros.

Trevélez es uno de los pueblos más altos de toda España, lo que implica que su clima es, debido a su altitud, más fresco que el resto de municipios. Se encuentra justo a los pies de Sierra Nevada, con barrios por encima de los 1.400 metros de altitud. Además, cuenta con arroyos de aguas frías y una gastronomía deliciosa con el jamón como protagonista. Otra opción cercana y también con temperaturas relativamente bajas para el verano es Bubión, que a parte de ser un gran conjunto histórico cuenta con temperaturas nocturnas muy frescas.

En la provincia de Jaén encontramos algunas de las temperaturas más altas de toda Andalucía en verano. Sin embargo, hay lugares en plena naturaleza que nos permiten huir del calor como Segura de la Sierra, un pueblo con temperaturas agradables en verano próximo a la Sierra de Segura. Otra opción similar en cuanto a temperatura Cazorla, donde es posible disfrutar del nacimiento del río Guadalquivir y un ambiente refrescante.

En Córdoba no es raro que se registren temperaturas superiores a los 45 grados en pleno verano. De hecho, para muchos es el horno de Andalucía llegada esta época del año. Sin embargo, hay algunos rincones como Cabra que debido a su altitud son un buen lugar para escapar del calor. Entre sierras y olivares se encuentra Carcabuey, que también es otra opción perfecta para disfrutar de temperaturas más suaves.

En Málaga es relativamente fácil huir del calor visitando cualquiera de las playas de la Costa del Sol. Sin embargo, si lo que buscas son otras opciones con temperaturas suaves en esta provincia puedes visitar Tolox, un precioso pueblo en la Sierra de las Nieves. Otra opción es Ronda, también en el interior de la provincia, un lugar que ofrece arroyos de agua, rutas de senderimo y muchas otras opciones refrescantes.

En Cádiz sucede como en Málaga, ya que cuenta con múltiples opciones costeras perfectas para huir del calor. Sin embargo, no vamos a mirar a la playa, sino que hablaremos de rincones de interior como sus famosos pueblos de casas blancas. Uno de ellos es Grazalema, un municipio que ofrece temperaturas más suaves durante el verano y una riqueza monumental impresionante. Al igual que Villaluenga del Rosario, en plena Sierra de Cádiz, que también es una opción menos calurosa para el verano.

La provincia de Sevilla es una de las más calurosas de toda España en verano. Sin embargo, existen algunos rincones en los que las temperaturas no son tan elevadas. Uno de ellos está en Sierra Morena: Cazalla de la Sierra, un pueblo lleno de naturaleza que ofrece múltiples rutas de senderismo junto al agua. Relativamente cerca se encuentra Constatina, otro rincón en plena naturaleza con mucha historia y temperaturas más bajas que en el resto de la provincia durante el verano.

En Huelva también hay más opciones a parte del agua de sus playas para disfrutar de un verano más fresco. Una de ellas es el municipio de Aracena, en la zona más occidental de Sierra Morena. Un pueblo declarado Bien de Interés Cultural con temperaturas suaves en verano. Al igual que en Alájar, una localidad rodeada de frondosos bosques de castaños, alcornoques y encinas cargado de fuentes y manantiales que refrescan en ambiente.