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héctor Barbotta/ Antonio m. Romero
Domingo, 21 de noviembre 2021, 23:59
El PP de Andalucía cerró su 16º congreso, que concluyó este domingo en Granada, con un discurso renovado con el que aspira a ocupar el ancho espectro del centro político andaluz. Con la potente fuerza de convicción que otorga el ejercicio del poder, Juanma Moreno ha impuesto sin el menor atisbo de resistencia interna un nuevo paradigma político que se ajusta al milímetro al proyecto con el que aspira a consolidarse al frente de la Junta de Andalucía.
El nuevo PP, que ha mutado sutilmente su denominación de PP Andaluz a PP de Andalucía, es desde este domingo una formación transversal, centrista y moderada a imagen y semejanza de su líder. Con este cambio, Juanma Moreno aspira mucho más que a ganar las próximas elecciones, que de momento no aparecen en el horizonte. El objetivo es situar al Partido Popular en el lugar ocupado durante décadas por el PSOE de Andalucía no solo como la principal formación política de la comunidad, sino también como el partido identificado con el territorio capaz de ser la referencia política no sólo de las mayorías en las grandes ciudades andaluzas sino también del mundo rural. «Somos el partido de los agricultores», dijo en su discurso de cierre Moreno, que el día antes, en un encuentro con militantes de Nuevas Generaciones, reclamó a los jóvenes que viven en pequeños municipios que alcen su voz cada vez que vean al PP ocuparse sólo de las preocupaciones urbanas.
El propio congreso, donde el color verde primó sobre el tradicional azul del Partido Popular, fue una buena muestra de ello. Poco después de que el cónclave se cerrara con las estrofas del himno de Andalucía, en un breve encuentro informal con periodistas el presidente incluía al andalucismo moderado como una de las señas de identidad de su partido.
El presidente de la Junta no solo sale del congreso como el líder de un partido cohesionado y en estado de euforia que aspira a convertirse en la fuerza hegemónica de la política andaluza por muchos años. También lo hace como un dirigente fortalecido internamente capaz de dar un puñetazo en la mesa de su partido y reclamar que se acaben los líos internos que pueden lastrar la posibilidad de regresar al palacio de La Moncloa. Las puyas que durante la propia celebración del congreso se lanzaron Isabel Díaz Ayuso y el número dos de Pablo Casado, Teodoro García Egea, colmaron la paciencia del presidente andaluz, que aprovechó su condición de anfitrión para, sin nombrarlos, reconvenirlos y exigir unidad en procura del gran objetivo de desplazar a Pedro Sánchez.
En Andalucía, Juanma Moreno se ha lanzado sin tapujos a conquistar espacios políticos que hasta ahora parecían cotos cerrados de la izquierda. Este domingo, en el segundo discurso que pronunció a lo largo del congreso, reivindicó que sus tres primeros años en el Palacio de San Telmo han servido para que los andaluces confíen en el PP y para «quitar la careta» a quienes durante años llenaron la región «de prejuicios, de engaños y falsas banderas», en alusión al PSOE. «Ese cuento se ha acabado. Se ha acabado el cuento de que el PP es malo, insolidario y que solo la izquierda es capaz de hacer políticas medioambientales, políticas feministas o defender esta tierra», enfatizó.
Moreno insistió en destacar la apuesta de su gobierno por la sanidad y la educación pública y las políticas sociales y que en estos tres años ha sentido «la confianza» de miles de andaluces, incluso de quienes no le habían votado. «No ha pasado nada malo» con el PP en la Junta, subrayó.
A su juicio, esta percepción de la ciudadanía se debe a que hoy hay una Andalucía que «funciona» porque se están haciendo las reformas prometidas, se está cumpliendo con la palabra dada y porque son un gobierno «honesto». «Estamos siendo aliados de los andaluces porque confiamos en nuestra capacidad como pueblo para hacer grandes cosas y asumir sin complejo que esta tierra quiere, puede y o vamos a hacer liderar España en economía, empleo, sociedad y capacidad. Somos líderes y vamos a demostrar que somos líderes; vamos a empujar España», destacó.
Ante el plenario y el presidente nacional del PP, Pablo Casado, Moreno sostuvo que cree en una Andalucía «sin límites» pero que para ello es necesario que «sigan soplando vientos de libertad». Y en este sentido insistió en que tiene ganas de «hacer más» por la comunidad. «Tengo hambre de cambio y de reformas para seguir transformando esta tierra», añadió.
«Yo tengo ambición por mi tierra. Esa es la diferencia entre los líderes de antes (en referencia a los socialistas) y los de ahora. Una ambición que no es personal, sino porque quiero que continúe el cambio. Para eso hay que perseverar en la misma dirección», dijo. Para continuar esa senda, para Moreno es «fundamental» el presupuesto de 2022 y por eso su gobierno va a intentar «hasta el último minuto» lograr los apoyos parlamentarios necesarios. En ese sentido, se ha mostrado crítico con la posición del PSOE y Vox de votar en contra. «No se entiende que a un lado y al otro haya tanto interés en boicotear los presupuestos. Queremos aprobar los presupuestos no para ponernos una medalla sino para que vaya bien en Andalucía», apostilló.
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