![Susana Díaz insta al puerta a puerta para frenar la «coalición de perdedores» de PP y Cs](https://s3.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/201811/22/media/cortadas/131397877--624x528.jpg)
![Susana Díaz insta al puerta a puerta para frenar la «coalición de perdedores» de PP y Cs](https://s3.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/201811/22/media/cortadas/131397877--624x528.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Susana Díaz hizo campaña ayer en territorio amigo. Visitó tres agro ciudades de la campiña cordobesa, -Palma del Río, Lucena y Montilla- las tres gobernadas por alcaldes socialistas, para culminar en un mitin por la tarde en la capital, cuya alcaldesa, Isabel Ambrosio, también es ... del PSOE. Esta provincia -«una provincia de izquierdas», la llamó Díaz- aporta 15 diputados al Parlamento, de los cuales en la pasada legislatura cinco eran socialistas, cuatro del PP, y uno por cada una de las formaciones Podemos, Ciudadanos e Izquierda Unida. Díaz, que estuvo acompañada del presidente del Parlamento, Juan Pablo Durán, y la consejera de Justicia, Rosa Aguilar, ambos candidatos por Córdoba, pidió el voto para frenar a la derecha con alusiones directas, sin mencionarlos, a la «coalición de perdedores» PP y Ciudadanos.
Susana Díaz parece haber asumido que Ciudadanos apuesta por una alianza con el PP y descarta cualquier mano tendida a los socialistas el 3D si ganan, sobre todo ante los tambores de elecciones generales adelantadas. Incluso si no suma con el PP, el partido naranja parece tan convencido de que seguirá enrachado hasta la Moncloa, que no hará ningún movimiento que pueda desviar la carrera de Albert Rivera. Por ello, la candidata socialista ha redoblado la llamada al voto para ganar con holgura en Andalucía apelando al miedo de que gobiernen PP y Cs aunque los socialistas sean los más votados. Se produciría así lo que ocurrió en 2012, cuando Javier Arenas ganó y no pudo gobernar por la coalición, entonces, de PSOE e Izquierda Unida.
Díaz llamó a PP y Cs «coalición de perdedores», lo que de algún modo delató el temor que empieza a moverse en el PSOE de que el ascenso de Cs sea mayor del que se ha calibrado hasta ahora. «Tenemos que ganar, tenemos que ganar...», repitió numerosas veces en su intervención ayer tarde en Córdoba.
«Tenemos la responsabilidad de ganar por Andalucía, pero además tenemos fuerza, ganas y autonomía para hacerlo», dijo con una de las indirectas que ahora intercala en sus mensajes contra Cs.
«Tenemos la obligación de ganar para que nadie nos pare, hay que ganar por mucho, hay que explicar casa por casa, pueblo por pueblo, a todos y a los jóvenes cuánta responsabilidad tiene sus votos», dijo, alertando a los cuadros socialistas de un voto joven en territorios socialistas que se puede estar decantando por Ciudadanos.
Díaz apeló a lo que los socialistas han hecho en Andalucía por la sanidad y la educación, reiterando hospitales que abrirán o se construirán en breve en la provincia de Córdoba. El Consejo de Gobierno aprobó el martes una nueva oferta pública de empleo en sanidad, conocedora la presidenta de la Junta del descontento que hay entre un sector de la población. En el mitin estaba la consejera de Salud, Marina Álvarez, que no es militante del PSOE. Díaz resaltó este aspecto para agradecer su presencia y, de paso, también, recordar el aniversario del asesinato del socialista y exministro de Sanidad Ernest Lluch. Fue este un guiño a la Cataluña que no quiere la separación. No fue el único. Abrió el mitin solidarizándose con el ministro de Exteriores, Josep Borrell, por las críticas recibidas en el Congreso de separatistas como Rufián. «El odio no tiene sitio en la convivencia. Ya está bien de encanallar y hacerle daño a la democracia en nuestro país», manifestó Díaz.
La candidata socialista visitó en Palma del Río la asociación de atención a discapacitados Apannedis, que colaboró en la elaboración de la Ley de Atención Temprana. En Lucena, tuvo un encuentro con familiares de enfermos de Alzheimer 'Nuestros ángeles', y en Montilla, conoció la cooperativa olivarera Virgen de Araceli y una empresa textil. En esta localidad, Díaz paró a comer en el mismo restaurante, Don Gonzalo, en el que lo hicieron los primeros presidentes autonómicos, Plácido Fernández Viagas y Rafael Escudero, tres días antes del referéndum del 28 de febrero de 1980. Díaz, que entonces tenía siete años, mencionó la coincidencia como un hallazgo de buen augurio.
En Palma del Río, Susana Díaz se hizo eco en su primer contacto con los periodistas del rifirrafe que por la mañana tuvieron Pedro Sánchez y Pablo Casado en el Congreso, haciendo que la campaña de las andaluzas traspasara la frontera de Despeñaperros y entrara en la política nacional. En la sesión de control al presidente, Pablo Casado dibujó Andalucía como un territorio con un «balance catastrófico» tras 36 años de gobiernos socialistas, «con un paro del 25% y 23% de abandono escolar, tres millones de andaluces en riesgo de pobreza, las listas de espera quirúrgica más largas de España y con uno de los casos de corrupción más escandalosos de toda Europa y dos expresidentes en el banquillo. Por ahora... ».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El pueblo de Castilla y León que se congela a 7,1 grados bajo cero
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.