El tatuaje que Juanma Moreno se ha hecho en Linares para cumplir una promesa electoral

En una de sus jornadas por la geografía andaluza, en Roquetas de Mar (Almería), Moreno Bonilla se cruzó en la calle con Javier Pascual, tatuador profesional del estudio Barbiere, 27, en Linares. Durante la charla que mantuvieron, Pascual le vaticinó que su candidatura obtendría la mayoría absoluta en las urnas. En ese momento, el hoy presidente andaluz se comprometió a ir a su local y tatuarse en alguna parte de su cuerpo si se cumplía el augurio del artista. «En un sitio discreto pero te digo que lo hago», le insistió.

Y así ha sido. Moreno Bonilla cumplió su promesa este pasado lunes, cuando acudió al estudio de Pascual en Linares para tintar la cara interior de su muñeca izquierda con la leyenda 'A58'.

«Llegó el día», le espetó el bailenense, que tatúa también en su localidad natal y en Granada. «Cumplo mi palabra siempre», le contestó el presidente andaluz, que se ha hecho en Linares el que es su primer tatuaje. «Empiezo por uno chiquitito, aunque algunos amigos ya me han dicho así se empieza y dentro de un año te vas a hacer otro», añadió.

«Ha sido todo una paranoia», admitía este viernes a IDEAL el tatuador, que esperaba a Moreno Bonilla desde el 19J. «Se lo dije cuando lo vi en Roquetas, que se lo hacía si ganaba y me había dicho que sí, pero no pensaba que fuese a hacérselo ya. Pero míralo, se ha presentado aquí y olé él», recalca Pascual, que recuerda la experienda de un modo muy agradable. «Vinieron un montón de su equipo y todos super simpáticos. Y él muy enrollado, muy amigable», rememora.

El joven de 23 años, que lleva solo uno como profesional, formado en la academia Ganga Tattoo, tenía pensado un diseño más atrevido que incluía la fecha de las elecciones, una copa de ganador y la bandera de Andalucía. «Mi idea era algo más grande, pero es su primer tatuaje. Le enseñé un diseño grande con una copa y él quería algo más discreto», explica.

Y mientras lo hacía no se quejó. «Yo le dije que no dolía, al menos a mí no (ríe), pero él me dijo que tampoco», recuerda. Hablaron sobre todo «del tatuaje y otros que le enseñé» y acabaron fundiéndose en un abrazo. ¿No le pidió nada, para Linares o Jaén? «Nada, no caí. Lo único que si quiere hacerse otro tatuaje, él sabe que tiene las puertas abiertas».