Edición

Borrar
Ejemplares de lince ibérico nacidos en el centro de cría en cautividad El Acebuche, en Doñana. EFE
El lince vuelve a Granada, 40 años después

El lince vuelve a Granada, 40 años después

El proyecto Life Linx Connect soltará a mitad de diciembre cinco ejemplares en Sierra Arana, uno de los lugares de nuestra provincia donde esta especie vivió y, finalmente, desapareció

Lunes, 7 de noviembre 2022, 00:03

El lince se perdió hace cuarenta años en Granada. Los niños de entonces –padres canosos de ahora– crecieron pensando que era una criatura de cuento de hadas. O algo parecido a los dinosaurios. Una mezcla de gato y león que solo podía existir en los dibujos animados y en los batidos de chocolate, pero no en nuestros montes. No, porque la mano del hombre lo había destruido. La misma mano que el próximo mes de diciembre lo devolverá a nuestra provincia. «Que después de tanto tiempo seamos capaces de traer al lince a Granada es una buena noticia para todos».

Javier Salcedo (Sevilla, 51 años), ambientólogo, es el coordinador del Plan de Recuperación del Lince Ibérico en Andalucía y director de Life Lynx Connect, el proyecto que está relanzando la expansión de esta especie por toda la península. «El lince es una especie emblemática que solo se puede encontrar en la península ibérica. Por eso la responsabilidad de su conservación debe recaer sobre nosotros».

«A principios de siglo había 100 linces en España. «Ahora tenemos 1.400 ejemplares. La mejora es notoria»

Salcedo ha pasado los últimos días en Granada, reuniéndose con alcaldes y vecinos de Iznalloz y Píñar, a los que les ha contado lo que pasará en poco más de un mes: «Soltaremos cinco ejemplares de lince en Sierra Arana. Luego haremos reintroducciones en 2023 y 2024». Aunque es difícil dar un número exacto, Salcedo y su equipo calculan que en los próximos años Sierra Arana podría albergar 30 hembras territoriales, lo que supondría una cifra de 150 linces. «No descartamos que sean incluso más».

Javier Salcedo, coordinador del Plan de Recuperación del Lince Ibérico y director de Life Lynx Connect, en la Plaza Trinidad. J. E. CABRERO

El Plan de Recuperación del Lince Ibérico inició su andadura en España hace 20 años con una situación lamentable. «Sabíamos que estaba mal, pero no cuánto de mal. Hicimos un censo en la península y descubrimos que solo quedaban linces en Doñana y Andújar. En total podría haber unos cien ejemplares». Cien ejemplares en España y, por tanto, en el mundo. Una situación crítica que 20 años y cuatro proyectos Life después, ha cambiado drásticamente: «Ahora tenemos 1.400 ejemplares. La mejora es notoria».

En la península ya se pueden encontrar linces en la parte oriental de Sierra Morena, en Doñana, en Extremadura, en los Montes de Toledo y en la zona sur de Portugal. «En este último proyecto Life el objetivo es reintroducir el lince en Altos de Lorca, Murcia, y en Sierra Arana, Granada», indica Salcedo. ¿Pero qué es un proyecto Life? «Es un proyecto con una duración de cinco años y un presupuesto global de casi 19 millones de euros –sigue el director–. Los fondos Life son una herramienta financiera de la Unión Europea para proyectos relacionados con el medio ambiente, la conservación, el clima...». En Lynx Connect participan 21 socios, entre los que se encuentran la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, y la de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía; así como Amaya, La Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía.

En peligro de extinción

Imagen -

A pesar de que la situación para el lince haya mejorado tanto, sigue estando en peligro de extinción. «Siguiendo el protocolo de selección de posibles áreas de reintroducción, detectamos que Sierra Arana era una zona con bastante potencial: abundancia de conejos, calidad de hábitat... una serie de variables que nos permiten tener confianza», explica Salcedo. Este no es un proceso inmediato, de hecho se inició en 2015. «A Sierra Arana traeremos cinco linces que vendrán tanto de centros de cría como nacidos silvestres».

Salcedo y su equipo se ha reunido con los alcaldes de Iznalloz y Píñar, así como vecinos y cazadores de la zona. «Es muy importante hablar con la gente de la zona, con los que van a compartir el día a día con el lince. El lince no causa problemas, pero cuando traes un animal a una nueva zona siempre hay preguntas: ¿Afectará a la caza, a las fincas? Les dijimos que no, que el lince no va a suponer ninguna limitación ni problema para las actividades habituales que se realizan en la zona».

«La presencia del animal atrae actividad económica y tiene impacto positivo en hostelería y restauración»

Una de las grandes preocupaciones de Life Linx Connect son los atropellos. «Trabajamos en las vías de transporte para reducir el riesgo. La tasa anual de atropellos ha bajado muchísimo. Aun así, el problema de fondo es la desfragmentación, que vayas donde vayas hay carreteras y los linces tienen que pasar de un sitio a otro».

EFE

¿Qué supone el retorno del lince? «Primero, restaurar un ecosistema que estaba incompleto. Vamos a restituir una situación que nunca debió pasar. Y luego hay otras cuestiones intangibles, como la posibilidad de pasear por el campo y cruzarse con un lince, que es un animal precioso. Y, además, ya tenemos comprobado en otras zonas que la presencia del animal atrae actividad económica y tiene impacto positivo en hostelería y restauración».

No se sabe con certeza cuándo desapareció el lince de nuestra provincia. En un censo que se realizó en los 80, ya no había ninguno en la provincia. Así que pudo ser antes. Sea como sea, cuarenta años después, los niños crecerán en una Granada con linces en dibujos, en batidos y en sus montes.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal El lince vuelve a Granada, 40 años después