El arcoíris de rebujito que arrasa en el Corpus

En una de las vías que quedan por asfaltar en el 'Real' de Almanjáyar se halla la caseta La Mona. Un espacio pionero en la feria granadina por inventar el rebujito multicolor y multisabor. Melón, maracuyá, palito de ron o, incluso, Jagermeister. Un refresco que triunfa tras hacerse viral en redes sociales. Miguel Domingo, el autor de la obra y presidente del espacio casetero, prepara una jarra tras otra.

«Se nos ocurrió la idea buscando atraer a la gente más joven a la feria. El rebujito es un clásico y no puede faltar. Pero el de toda la vida lo toman clientes más mayores. Probamos a aportarle otros sabores y nos gustó el resultado. La verdad es que se está vendiendo muy bien», confiesa él mismo a IDEAL. Desde la barra el casetero elabora su creación con garbo y sin miramientos. Por delante se aproxima una tarde de Corpus de mucha afluencia, aunque algunos no pueden esperar a probarlo.

Rocío, Patricia, Eva y compañía están de comida de empresa en la feria. Atraídas por la colorida estampa, no dudan en acudir a por unas cuantas jarras y llenar sus catavinos. Los primeros sorbos parecen entrar como el agua y el rebujito desaparece por arte de magia en cuestión de minutos. El gesto al camarero es unánime: ¡otra! «Somos muy de feria y hoy venimos a disfrutar con los compañeros. El rebujito es indiscutible, pero no sabíamos que había de otros sabores. El de melón y el de palito están riquísimos. Y tampoco está nada mal el rosa», señalan.

Este último es el último experimento de Miguel, que espera que coseche el éxito que merece. «El color corresponde con el sabor, que es fresa. Es el rebujito de toda la vida pero con un toque dulce y de color. La receta es original de La Mona y conlleva combinar el fino y el Sprite con la dosis justa de sirope. Si te pasas, ya no es lo mismo», revela junto al más vendido.

«El de melón lo pide un montón de gente. Está muy dulce y el sabor se queda en el paladar. Es una bebida muy fresquita, aunque los atrevidos buscan más la de Jaguermeister porque lleva más alcohol. Esta feria estamos vendiendo más rebujito que copas», bromea el casetero antes de regresar a hacer jarras. Un éxito que arrasa en la feria para que nadie se quede con sed.