La caseta de la feria de Granada con farolillos, rebujito y punto violeta

La iniciativa cumple dos ferias después de que los propios responsables creyesen necesaria su implantación. «Nuestra actividad en el Corpus está relacionada con el ocio nocturno, que es un sector donde se suelen producir estos casos de inseguridad. Vimos necesario incorporar este servicio para garantizar un espacio de seguridad para las mujeres», explica a IDEAL una de las educadoras de los 'scouts', Isa Rodríguez.

El grupo desconocía si una caseta de feria podía contar con un punto violeta en su interior. Consultaron al Ayuntamiento de Granada, recibieron la luz verde y formaron a diez 'scouts' el año pasado para poner en marcha su particular servicio. «El funcionamiento es sencillo. Cualquier chica que se sienta en situación de vulnerabilidad puede acudir a nuestra caseta. Nos comunica su caso y será atendida con total atención hasta estabilizar su situación», detalla Irene Torrecillas, otra coordinadora 'scout' responsable de La Exploraora.

Se activa el protocolo y se da parte de lo sucedido al punto violeta municipal, que se encuentra en la calle La Reja del ferial. «Si la emergencia lo requiere, el aviso se dirige directamente a la Policía o a cualquier otro cuerpo de emergencia disponible en el Corpus. Afortunadamente, nunca hemos tenido que llegar a tanto. Las chicas deben saber que estamos operativas para la necesidad que puedan tener a cualquier hora», indica Irene.

La fiesta es continua en La Exploraora. El trasiego de jóvenes por la caseta de los 'scouts' granadinos no para desde el principio de la tarde y se extiende hasta el cierre de madrugada. Chicos y chicas beben, bailan y viven el Corpus sin incidencias. Con la única preocupación de aplicar el 'carpe diem' día sí, día también. Hasta que la Granada despida su semana grande. Sin agresiones, sin violencia. Sólo una fiesta teñida de violeta.