Gran ambiente en El Revuelo, que este año se ha vestido de casa alpujarreña RAMÓN L. PÉREZ

Caseteros y visitantes reencuentran toda la magia que envuelve a la feria del Corpus

La Mirilla ·

Reencuentro, la expresión que mejor determina el gustazo de volver a esos ritos feriantes que tanto gustan en el Corpus

encarna ximénez de cisneros

Domingo, 12 de junio 2022, 20:48

Intentaba evitar la palabra reencuentro porque, de tanto usarla, ha podido perder algo de su importante significado. Pero es inevitable, es la expresión que mejor determina el gustazo de volver a esos ritos feriantes que tanto gustan en el Corpus.

Publicidad

Empezando por el principio, quería que la primera caseta en visitar fuera la decana, Viva la Pepa, pero en mi camino se cruzó un socio de Por Peteneras, y había que acompañarle. Más que nada porque es un buen amigo. Les hablo de Luis Guijarro, director comercial de IDEAL.

Buen rato en esta caseta, que ha cumplido sus catorce años y que, entre sus treinta y un socios, están algunos de los que estuve saludando: Lucía Cremades, Jorgito –tal cual me lo dijo– Valdecasas, José Miguel Zurita, Chari Salcedo, Nacho Bocanegra y Diego Raya, con un brazo en barbecho, pero feliz junto a su niña Cleo, vestida de flamenca, como Carmen Sánchez. Y por allí estaban Inma Pérez, y la tita Nerea Luna, con Isidro, de dos años.

Había dos tipos de casetas, las de ambientazo y las que, seguro, gustan de otros horarios para disfrutar. Y es que sigo pensando que el ferial no es el que necesitamos. Como han pasado tantas corporaciones estoy tranquila de que mi comentario no se entienda como 'político'. La verdad, hay árboles que después de cuarenta años –los que cumple el recinto– no han crecido ni para darse sombra a sí mismos. Y hay charcos –y no será por la lluvia– en los mismos sitios que conté en mi pregón –el que tuve el placer de realizar como primera mujer, gracias al entonces presidente Salvador López Checa–. Por eso, las altas temperaturas no facilitan la charla al mediodía. Y a los caballos se les buscaba el rincón más protegido.

Dicho esto, ha sido un placer volver a hacer ronda de casetas, escuchar la música de la tierra y ver los trajes de gitanas; eso, y disfrutar de la gran gastronomía , que es una de nuestras señas de identidad.

Publicidad

Lo saben en El Revuelo, donde los callos con garbanzos y los maimones son algunas de las propuestas para estos días. Y el jamón asado y las papas a lo pobre con que empezaron la feria incluso antes del encendido, en la comida del sábado a mediodía. Me lo contaba Eli Sáez, una de las tres mujeres presidentas –de las casetas que forman parte de la Federación de las privadas– que, junto a Marta Rodríguez me hablaban de la bonita reproducción de casa alpujarreña de este año, en el que se han incorporado tres nuevos socios, José Fernando Arán, Teresa Collado y Lara, que no escribí bien el apellido, pero que ya pasaré a saludarla para poderlo contar.

Diversión y solidaridad como la que ha ocurrido en otras ediciones, en Carambirurí, en esta ocasión con una comida a favor de Afammer, la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural. Se disfrutó de una paella, acompañada por la música del grupo Suspiros del Alba que, de forma desinteresada, aportó el sonido al encuentro. Lo forman Noe Membrilla, Antonio Zocato, Diego Santiago y Auxi Morales. A su madre, Auxi Márquez, también la estuve saludando mientras preparaban la actuación que prometía.

Publicidad

Bonito fondo para el cumpleaños de Emilio Zafra –¡da igual cuántos!–, junto a sus compis de la Escuela de Baile Mónica Morales –también a ella la pude saludar– que actuaría después del almuerzo. Eso me lo perdí.

No pude charlar con el presidente, Antonio Martínez, pero sí con Juan Fernando Hernández y también con socios como Marta Laguna y Álvaro Fernández, con sus hijos Álvaro y Pablo que, en su cochecito –pedazo de sonrisa– se iniciaba en estos días de fiesta

Publicidad

'A mi manera' es el nombre de otra de las casetas que pude visitar, seis años de vida, once asociados y muchas actividades previstas. A su presidente, Sergio Quesada, lo pillé currando en la taquilla, que quien no conozca este mundo podrá pensar que todo es diversión…, que también.

Con él charlé de otros compañeros de andadura como José María Márquez, Reyes Moyano, Gustavo Adolfo Rodríguez, David Pinos, José Manuel Quesada y Juan Manuel Rodríguez, y con ellos, presumiendo de paella, Félix Cobo.

Publicidad

De ahí a La Cachucha, donde un compañero, Javier Milena, me contaba cómo había sido su bautizo casetero, tras dos años de espera, que compartió con Manolo Garrido y Pepa Cerdán. Les saludé junto a Javier Palma, su madre Mercedes Martín –que lleva más de dos décadas en la caseta–, sus hijos Javier y Gael, y Paqui, su pareja.

Y como no pude empezar por la más antigua, terminé por la que hace más años que conozco, Los 17. Muchas caras conocidas y otras añoradas, caso de Trini Checa y Antonia Ocaña, madres de dos sagas muy queridas, los López Checa y los Martín Ocaña, que son parte fundamental de este grupo. Lo hablaba con Pilar Méndez, que también recordaba a las abuelas, como las llamábamos cariñosamente, que, además, echaban una mano guardando los bolsos. Pilar me hablaba también de su madre, Genoveva Santiago.

Noticia Patrocinada

El éxito de esta caseta es que los años no pasan por sus componentes, aunque algunos como Miguel Ángel Lapresa y su mujer, Ángela Acosta, ya presumen de cinco nietos –Eladio, Miguel Ángel, Luis, Juanito y Gonzalo– que, me parece, no tardarán en ser más.

Tampoco de nietos se quedan cortos Alfonso López Checa y Fali Martín; y en la mesa, grandes amigos como Manolo Rodríguez y Mari Almagro, Pilar Méndez y José Luis Rescalvo; Peña Hernández y Antonio Pleguezuelos, Acacio Gómez y Mari Carmen Rodríguez, y muchos más. Y esto solo acaba de empezar.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad