La noche salva el lunes de Corpus

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Ángel Mengíbar

La diversión en familia tuvo un claro epicentro durante el lunes de Corpus: los columpios. Los padres se arremolinaron para ver a sus críos pasarlo en grande entre estridencias y saltos de vértigo. Solamente hubo un pero. «Con estos precios no podremos venir más días. Con dos niños, cada viaje nos sale a 10 euros», aseguraron Jesús y Patricia mientras sus hijos chillaban en las Cataratas. Las pandillas de adolescentes y primeros amores completaron el área del 'infierno', que no llegó a rebosar.

La verdadera fiesta se concentró en las casetas. Los vasos largos desfilaron por la barra con la precisión y belleza de los Ballets Rusos ante mi siempre (o casi) sobria mirada. Pero los que dominaron por goleada fueron la rumba y el reggaeton. Estopa, C. Tangana, los Gipsy Kings y hasta Sebastián Yatra se alzaron como los reyes de la noche de los más y de los menos jóvenes en esta noche de lunes. Pocas caderas quedaron por dislocar.

El Tendío, la Casa de Motril y la Caja Rural fueron el corazón de la juerga. «¡Y lo que queda! Aquí estaremos hasta que cierren. Nos lo debía el covid», se apostilló a mis espaldas. Nunca una vacuna saldó tantas deudas.