Otra triple puerta grande para un cierre brillante de la Feria del Corpus

Tras el enorme sabor dejado entre los aficionados por la corrida del sábado, el tradicional festejo de rejones tenía el reto de mantener la tónica triunfal y de poner el mejor broche posible a la feria del Corpus 2018. Los toros de Benítez Cubero y Pallarés cumplieron en su mayor parte con lo esperado, por raza y motor, y pusieron en bandeja la Puerta Grande de Sergio Galán, Diego Ventura y Lea Vicens, un triunfo que estuvo a punto de peligrar tras la primera mitad del festejo por los fallos con los aceros de la terna y la menor raza de los dos primeros toros. Sergio Galán y Diego Ventura se desquitaron con creces en sus segundas actuaciones para cuajar sendas faenas de gran calado en las que el madrileño se mostró siempre seguro y muy puro a la hora de clavar y Ventura emocionó al tendido por su raza, suficiencia y dominio desde que recibió a su oponente en la puerta de toriles garrocha en mano. Los dos pasearon sendas orejas, idénticos trofeos a los logrados en el que cerró plaza por la francesa Lea Vicens.

Al toro que rompió plaza, de Benítez Cubero, le faltó celo y Sergio Galán tuvo que aguantar mucho en los embroques para sacarle faena y clavar en todo lo alto, especialmente en el broche con 'Apolo', ya con el toro muy parado en el centro del anillo, para colocar las cortas y la rosa. El cuarto sí se desplazó y el madrileño Sergio Galán aprovechó su boyantía para encelarlo, aguantarle y meterlo en el canasto en una primera fase vibrante con 'Ojeda' y 'Bambino'. Se adornó en los cites con el toro ya más asentado para clavar con decisión y limpieza las banderillas a dos manos y las cortas con 'Apolo' y 'Óleo'. Contundente también con el rejón de muerte en esta segunda actuación, paseo las dos orejas de su bravo oponente.

Imponente Ventura

Diego Ventura, con el segundo, incluso echó pie a tierra para coger la muleta y el estoque de cruceta, que finalmente no usó. Toda su meritoria faena se le fue en sacar de la querencia al primero de Pallarés y asumir riesgos añadidos para clavar en sus terrenos. Los mejores pasajes vinieron con 'Universo', en el galope de costado y los giros en la misma cara del astado, con 'Nazarí', con el que logró una espectacular banderilla por los adentros, y con 'Remate' en las tres banderillas al violín. El lisboeta-sevillano, que había fallado con el rejón de muerte, también se desquitó con el quinto, al que recibió garrocha en mano con 'Lambrusco' junto a la puerta de toriles. A la emoción de este saludo se unió la de una faena imponente donde los cites tuvieron largura y movió con fibra, suficiencia y perfecto dominio a sus cabalgaduras por toda la plaza. Las cortas y rosas con 'Remate', el adorno tocando al toro en la testuz y la colocación en la misma de un sombrero cordobés precedieron a un rejón entero en dos tiempos que puso en sus manos el doble trofeo.

Lea, de igual a igual

Lea Vicens lidió el mejor toro de Pallarés, al que templó y clavó con enorme elegancia en una labor con algunas pasadas en falso, coronada con las rosas a lomos de 'Jazmín'. Los pinchazos lo emborronaron todo con 'Espontáneo' y solo escuchó palmas. Con el sexto, la rejoneadora nimeña, que ha adquirido la experiencia necesaria y tiene recursos sobrados para competir de igual a igual, puso broche triunfal a la tarde y a la feria con otra actuación importante, que estuvo a punto de no poder redondear porque el toro se vino un poco abajo cuando sacó a 'Deseado' y 'Espontáneo'. No falló esta vez en la suerte suprema para lograr las dos orejas y acompañar a hombros a sus compañeros en la salida por la Puerta Grande.