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Encarni Hinojosa
Lunes, 8 de diciembre 2014, 07:51
Lo que han hecho los japoneses con la bebida nacional de Escocia es una gran provocación. Han copiado perfectamente el proceso de elaboración del whisky de las destilerías del país británico, en algunos casos importando la cebada de malta de sus colinas y, si esto no fuera suficiente, han desbancado a los escoceses como los grandes maestros de la bebida espirituosa.
El mes pasado, la publicación 'La biblia del whisky' para 2015, creada por el inglés Jim Murray y considerada la 'guía Michelín' de este licor, concedía 97,5 puntos sobre 100 a una botella japonesa. Era la máxima puntuación y convertía al Yamazaki Single Malt Sherry Cask 2013 en el mejor whisky del mundo. Reemplazaba en lo más alto del podio a un escocés, el Glenmorangia Ealanta, que durante el 2014 ostentaba el título. Además, en el nuevo ránking, el segundo, tercer y cuarto puesto lo ocupan tres bourbon estadounidenses y el whisky europeo mejor clasificado tampoco es un escocés, sino un inglés.
La producción del mejor whisky del mundo se reduce a tan solo 180.000 unidades que se comercializan fundamentalmente en Japón, EE UU y en algunas tiendas exclusivas de Reino Unido. El precio de una botella ronda los 150 euros y, según el propio Jim Murray, es espeso, seco, rico y afrutado; tan redondo como una bola de billar.
Del vino español al whisky escocés
Este asalto de los nipones al negocio del whisky bien se podría haber consumado en nuestro país. Shinjiro Torii, fundador de la destilería Suntory que ha creado la bebida laureada, comenzó su actividad comercial a principios del siglo XX con la importación de vinos españoles. Por suerte, no terminaron de convencer a los japoneses, más acostumbrados a los caldos franceses. En cambio, en su pequeña tienda de vinos importados de Osaka, sí tuvo éxito una bebida dorada, con alta graduación y procedente del norte de las islas británicas: el whisky.
Torii sopesó la idea de dejar de ser distribuidor para convertirse en productor de la bebida, pero era muy complicado realizarlo desde Japón y sin conocer de primera mano cómo se elaboraba en Escocia. Este problema lo solucionó por casualidad al conocer al destilador Masaraka Taketsuru, quien se había desplazado a Glasgow a estudiar Química y el proceso de producción del whisky y se había casado con una escocesa. Fue así como nació en 1923 la primera destilería japonesa de este licor, Yamazaki, situada estratégicamente entre las poblaciones de Tokio, Yokohama, Kioto, Osaka y Kobe, y el primer whisky nipón, el Suntory Whisky Shirofuda.
En 1963, un año después de la muerte del fundador, la destilería tomó el nombre de aquella primera tienda de vinos importados y de su primer producto, Suntory, y de la mano de los descendientes de Torii comenzó su gran expansión comercial.
Uno de los puntos fuertes de la compañía es el uso del marketing para la promoción de sus bebidas, como demuestra el hecho de ser la primera marca nipona que apostó por extranjeros para protagonizar sus anuncios. A finales de los 70, el conocido director japonés Akira Kurosawa fue el encargado de rodar una serie de comerciales para televisión en los que aparecían grandes estrellas de Hollywood degustando algún whisky de Santory. Francis Ford Coppola fue uno de esos personajes y, de su surrealista experiencia rodando en el país del sol naciente, nació la idea de la película 'Lost in Translation', dirigida por su hija Sofia Coppola. Precisamente en esta cinta, Bill Murray interpreta a un actor que debe desplazarse a Japón para rodar un anuncio del whisky Suntory Hibiki.
Desconocidos en España
A pesar de su acertada campaña internacional, Suntory no acaba de introducirse en mercados como el español, anclado todavía en la idea de que el mejor whisky es el procedente de Escocia. Importadores de productos japoneses en España como Tokyo Ya tienen en su catálogo algunas variedades de esta bebida de marcas niponas como la propia Suntory, Nikka o Yoishi.
La compañía japonesa Suntory fue también noticia a principios de año por adquirir a la estadounidense Beam, que es propietaria, entre otros, de las marcas españolas de whisky DIC y de ginebra Larios.
Distribuidores españoles de vinos y destilados también comercializan botellas de whisky nipón. Es el caso de Lavinia , que en su catálogo incluye otras dos genialidades de Suntory: el Yamazaki de 12 y el de 18 años. Somos uno de los primeros que importamos whisky japonés, desde hace cuatro o cinco años. Nos llaman interesándose por el premiado, pero todavía ls cuesta aventurarse a comprar, explica Pedro Ruiz, sumiller de Lavinia. Para él, el whisky escocés ha perdido su reinado por la fuerte competencia, no porque haya reducido su calidad. De los japoneses, se queda con el Suntory Hakushu, que se produce en el sur del archipiélago nipón y que, según su criterio, es muy fresco y herbal. Uvinum , tienda 'online' de espirituosos 'gourmet', ha visto dispararse la venta de whisky japonés tras el reconocimiento del Yamazaki Single Malt Sherry Cask 2013.
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