Jedet interpreta a la Veneno en la ficción televisiva.@avanstokkum (fotógrafo) /@bluetoothgirl (estilismo) / @yolbecool (peluquería) / @albaxcordoba (maquillaje)
«En el pueblo al gordo se le llamaba gordo; al maricón, maricón, pero al final éramos todos amigos»
Jedet, actriz granadina que interpreta a la Veneno en la serie de televisión ·
«Cuando acabe el confinamiento cogeré el AVE y viajaré a Polícar», afirma la actriz granadina, que ha interpretado la etapa más joven de la vida de la Veneno en la serie
El 29 de marzo se estrenó en la plataforma de pago de Antena 3 la serie 'Veneno', inspirada en la vida de Cristina Ortiz, 'la Veneno'. Una ficción que supone el primer papel protagonista de Jedet, una artista polifacética que se siente granadina y policareña de los pies a la cabeza. «Me hubiera gustado hacer la cuarentena en Polícar, pero preferí quedarme en Madrid por miedo a contagiar a mi abuela», asegura. Además de 'Veneno', con el rodaje suspendido por la crisis sanitaria, Jedet ha participado en 'Looser' y 'Paquita Salas'. A su faceta como actriz, se suman la de cantante –ha publicado un disco y varios singles– y escritora –en junio saldrá su tercer libro, 'Efecto Mariposa'–. Al igual que 'la Veneno', Jedet (27 años) es una mujer radicalmente libre y comprometida con el colectivo LGTBI. Se halla en la última fase de su proceso de transición. En Polícar se ha recuperado de sus últimas operaciones.
–Aunque naciste en Gerona, porque tus padres tuvieron que emigrar, tú siempre te has sentido de Polícar. ¿Cómo era tu vida en el pueblo? ¿Qué recuerdos tienes de tu infancia en Polícar?
–Me considero policareña porque mis raíces están en Polícar y porque vuelvo cada vez que puedo. De mi infancia en el pueblo, recuerdo la primera vez que monté en bici, los olivos y las viñas de mi familia, recuerdo que mi abuelo sembraba ajos y yo iba detrás arrancándolos... Recuerdo mucho la libertad que sentía. Éramos pocos niños, pero todos nos juntábamos. No importaba cómo fueras, ni cómo pensaras. Al final éramos niños, y un día nos dábamos una torta y al otro, un abrazo. Recuerdo llegar a mi casa (se emociona) con chinas clavadas en la rodilla, jugar con el barro de la acequia cuando regaban o limpiarme el culo con una piedra en el campo.
–¿Cómo se lleva ser 'distinto' en un pequeño pueblo? Tú naciste en el cuerpo de una mujer transexual. Siempre te has sentido mujer…
–En el pueblo al gordo se le llamaba gordo; al maricón, maricón; al que tenía gafas, cuatro ojos. Los niños son crueles, pero al final éramos todos amigos. Y que alguien de otro pueblo se atreviera a tocar a uno de los nuestros, que le sacábamos los ojos. Gracias a haberme criado en mi pueblo, puedo tener amigos de derechas, de izquierdas, o de lo que sea. Todos me respetan y yo los respeto a todos. Podemos no estar de acuerdo en muchas cosas, pero da igual. Es el cumpleaños de alguno y nos reunimos todos para hacer una barbacoa. Nos hemos criado juntos. Se murió mi abuela hace poco y todo Polícar me acompañó a enterrarla. Eso no te lo da una ciudad.
Jedet encarna a la Veneno, dos mujeres radicalmente libres.
ATRES MEDIA
–Aunque tu vida siempre ha sido un ir y venir de Gerona a Granada, o de Polícar a Granada capital, tu gran salto fue a Madrid para seguir creciendo como actriz. ¿Cómo se adaptó una muchacha de Polícar a la vida en la gran ciudad?
–En Granada estuve dos años en la escuela de teatro la Seducción. Allí fue mi primer contacto con el mundo de la escena. Yo quería ser actriz, pero tampoco lo veía como algo posible. Cuando terminé el bachillerato en Granada, sentí que aquello se me quedaba chico. Había vivido muchas cosas y quería crecer como actriz y estudiar arte dramático. Las mejores escuelas estaban en Madrid. Hice las maletas y me fui. Entré en Estudio Coraza, donde se han formado Javier Bardem, Elena Anaya o Jan Cornet, entre otros, y ya llevo ocho años en Madrid. El paso no fue difícil porque era lo que quería. Era mi vocación. Y era mi sueño. La vida aquí no fue tan fácil, pero esta apuesta está dando frutos.
«Cuando me haga más mayor me mudaré a Polícar; iré a Madrid a trabajar »
–¿Te ves ya en Madrid 'sine die' o valoras la posibilidad de volver a Polícar en algún momento?
–Soy una persona que está muy ligada a su pueblo. Y para mí, ir a Polícar es algo muy necesario. Cada vez que puedo me escapo. Me encanta Granada. Sé que cuando termine mi vida profesional o sea más mayor, seguramente me acabaré mudando a Polícar y venga a Madrid por trabajo. Regreso muchas veces. Todas las navidades, eso es sagrado. Y en verano siempre. Cuando tengo una semana libre me cojo el tren, que ahora han puesto AVE, y también voy. Incluso a veces para tres o cuatro días. Es algo que me cura mucho. Yo estoy haciendo mi transición, que requiere cirugía, y he estado allí recuperándome.
Un año para no olvidar
–Qué cosas tan chulas te están pasando ¿no? Sigues con tu proceso de transición personal, y profesionalmente, encarnando para la televisión un personajazo como el de la malograda Cristina Ortiz, 'la Veneno'. ¿Cómo definirías este año?
–Personalmente ha sido duro porque he perdido a mi abuela. Y está siendo también un año en el que estoy aprendiendo a tener mucha paciencia. La cirugía requiere paciencia, los resultados de las hormonas requieren paciencia, el conseguir que en el DNI ponga 'género femenino' requiere trámites y paciencia. Profesionalmente está siendo mi mejor año, sin duda. Estoy consiguiendo cosas impensables para mí, aunque estoy un poco triste porque se ha parado todo debido al coronavirus y no podemos saborear de la misma manera la recompensa por nuestro trabajo.
Jedet, a la derecha, interpreta la etapa más joven de la Veneno.
ATRES MEDIA
–Tu cuerpo ha pegado un cambiazo. Y no me refiero sólo al proceso de transición, sino que se te ve a tope por las redes con el deporte, cuidando mucho la alimentación, con una vida sana…
–Pensé que si iba a hacer un proyecto tan importante como 'Veneno', tenía que estar fuerte. Y estarlo no sólo mentalmente, sino con un físico capaz de afrontar jornadas de grabación largas, hasta las cinco de la mañana, con frío.... También mi personaje estaba más delgada. Me puse con entrenador personal y dieta para parecerme a ella lo máximo posible.
–Todo un reto meterte en la piel de alguien que ha sido y es una referencia para el colectivo LGTBI. Una mujer radicalmente libre…
–A lo largo de mi vida me han comparado muchas veces con ella porque siempre hago lo que me da la gana. No he dejado que nadie me lo impidiese. Ella ha sido uno de mis referentes y se me pone la piel de gallina de verme encarnándola. Es muy fuerte. Un regalo precioso. Es algo que he hecho con tanto cariño y que estará ahí para los restos.
«Me comparan con la Veneno porque hacemos lo que nos da la gana»
–A parte de esa libertad vital ¿qué hay de Cristina en ti?
–Somos mujeres que no pedimos perdón por lo que somos. Podemos ser más o menos correctas, pero es lo que hay. Aunque yo soy más tímida, más mirada para ciertas cosas, creo que ella me ha enseñado mucho a vivir libremente y a que no me importe lo que piensen los demás. Si me critican, es lo que hay. No puedes gustar a todo el mundo.
–¿En qué punto se ha quedado el rodaje de 'Veneno'?
–Todo estaba programado para que el 29 de marzo se emitiera el primer capítulo, y continuar con los siguientes con una periodicidad semanal. Pero los rodajes no se desarrollan en orden cronológico. Aunque hayamos grabado escenas de capítulos como el dos, el tres o el cuatro, faltan piezas del puzzle. Hasta que no termine el confinamiento no podemos volver a rodar. El virus nos ha jodido todos los planes. El primer capítulo se emitió porque es como un prólogo, como un trailer extendido, y funciona por sí solo.
Activismo
–La serie llega, además, en un momento clave desde el punto de vista social y político para el colectivo LGTBI…
–Estamos en una época en que salen partidos de la extrema derecha en España, con respaldo social y que están asumiendo poder. Podrían verse amenazados derechos por los que hemos luchado durante tantos años. Están logrando un poder que podría derivar, por ejemplo, en que me despidieran de mi trabajo por ser como soy. O que me pegaran por la calle y los agresores no fueran castigados. Creo que esta serie surge en un momento en que se plantea un debate muy importante. Seas fan o no de la Veneno, entiendes que las personas trans no son monstruos. Somos normales y merecemos el mismo respeto que los demás. Más allá de los discursos y las palabras, lo cierto es que no se ha avanzado tanto como debería.
La Veneno, en la ficción, en sus difentes etapas de la vida.
ATRES MEDIA
–Eres una artista polifacética, háblame de tus proyectos futuros…
–En junio está programado que se publique mi tercer libro, 'Efecto mariposa'. Y tengo planeado sacar más música, porque también canto. Pero hablar de fechas ahora no tiene mucho sentido porque está todo parado.
–¿Cómo va el confinamiento?
–Estoy loca, te lo juro. Hay gente que lo lleva muy bien. Por redes sociales todo el mundo parece muy feliz, todo el mundo leyendo libros, todo el mundo haciendo deporte... Yo necesito ya vivir mi vida. Necesito trabajar, necesito ver a mi familia.
«Peligran derechos por los que hemos luchado durante años»
–¿A qué dedicas tus horas?
–A ver la tele. Y a comer (risas). De repente no me doy cuenta y ya son las diez de la noche. Se pasan los días volando.
–¿Piensas que el mundo será distinto el día que acabe esta pesadilla?
–El mundo será distinto. Nos costará volver a la normalidad. Valoraremos cosas que antes no valorábamos. Un simple abrazo, tomarte un vino con tu amiga, un beso, ver a tu familia, salir un día que haga sol y no quedarte en el sofá... Pero también me da miedo que no volvamos a ser las mismas personas. Espero que no vivamos con miedo.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.