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Paolo Mohovich. R. I.
«Los bailarines tienen que creerse que están dentro de un cuadro»
Paolo Mohovich - Coreógrafo y bailarín italiano

«Los bailarines tienen que creerse que están dentro de un cuadro»

El especialista trae la danza sacra a los jóvenes talentos del Conservatorio de Danza de Almería mediante el proyecto Danzavanza

Rosenda Mirón

Almería

Viernes, 3 de enero 2025, 22:54

El reconocido coreógrafo y bailarín italiano Paolo Mohovich ha sido el escogido este año para dirigir el proyecto Danzavanza, que cada año pone en marcha el Conservatorio de Danza Kina Jiménez y culminará con su estreno en el prestigioso Festival de Teatro y Danza de El Ejido esta próxima primavera. Danzavanza es un trabajo del alumnado de los dos últimos cursos de las enseñanzas profesionales del Conservatorio y plantea una propuesta coreográfica de nivel profesional.

Este curso, Mohovich, perfecto conocedor de nuestro idioma ya que tiene ascendencia argentina y ha trabajado en nuestro país en el Ballet de Víctor Ullate y el Ballet de Zaragoza, ha propuesto un proyecto que explora la figura de la Virgen María, en la que el maestro italiano ha logrado conmover a las jóvenes bailarinas a través de la música sacra que inspira esta coreografía y que invita a reflexionar sobre la fe, la maternidad y la condición humana.

–¿Cómo está siendo el proceso de montaje y los primeros ensayos?

–Estamos ensayando cinco horas cada día. Necesitamos avanzar porque el proyecto es de casi unos 40 minutos de coreografía. Luego volveré en marzo otras dos semanas y después, una semana más antes del estreno se dedicará a los detalles del vestuario y montaje… son como doce movimientos y hemos hecho ya cinco, vamos muy bien.

–¿Era una coreografía que tenía y ha rescatado?

–Era un proyecto que ya tenía hecho porque había realizado unos estudios sobre danza y música sagrada. Hice un Mesías de Haendel y tenía esta Mater pero también varias versiones: la de Rossini que es muy bonita, también las de Pergolesi que es muy bonita y, por la duración, que tiene que ser de unos cuarenta minutos, encontré esta y dije 'Es el momento de hacerlo', porque tengo un grupo solo de niñas, no tengo ningún chico y es perfecta.

–¿Ha determinado eso la temática?

–Es arte sacro, la figura de la Virgen y todo lo que significa con la maternidad, la solidaridad femenina y todos sus argumentos me encajaban bastante con las chicas. Pienso que está bien porque para ellas es algo nuevo, es algo de bastante peso y, además, lo están haciendo muy bien.

–¿Qué le inspiró a elegir esta temática religiosa para una coreografía dirigida a jóvenes bailarinas?

–Es verdad que es muy solemne aunque tiene también partes que son muy alegres, pero es una música que tiene su espesor porque el argumento es el de la Virgen al pie de la cruz con su hijo muerto. Al final se trata de un canto religioso, lo que pasa es que también cuando se escribió se tuvo en cuenta que, si era para una celebración, por ejemplo, religiosa, no podía ser tan pesada, tenía que tener momentos más ligeros.

–¿Cuál es el principal reto a la hora de realizar este montaje con las alumnas?

–Que entiendan el estilo, que se metan en él e intenten tener una uniformidad. A mí me gusta dejar bastante libertad en las partes solistas o cosas pequeñas. Cuando se trata de un grupo, tienen que estar muy unidas y respirar todas a la vez. Cada chica es un cuerpo y, por tanto, es un mundo. Lo más difícil es que respeten la música, que vayan con el mismo estilo y con los mismos matices en el movimiento. Eso es lo más complicado y en lo que tendrán que trabajar ellas cuando yo me vaya.

–Al fin y al cabo es arte temporal.

–Es música barroca, no tiene límites en el tiempo. Son obras maestras que llegan a cualquier ser humano. Para ellas resulta más complicado porque son chicas actuales y choca. Luego, sienten que la música les ayuda a hacer lo que ellas quieren hacer. Creo que va a ser una cosa bonita también meterse en este mundo musical. Yo les explico que tienen que pensar que es como si estuvieran dentro de un cuadro, en una pintura de la iglesia. Les he dicho 'tenéis que pensar que esta es la historia de una madre que pierde al hijo, es una situación universal que siempre ha pasado, tenéis que pensar que estáis dentro de un cuadro, dentro de un fresco en una iglesia'.

–¿Cómo encuentra al alumnado del Conservatorio de Danza de Almería?

–Realmente bien. Son un grupo de alumnas muy disciplinadas, tienen muchas ganas, no se reservan. Están con mucha ilusión y ganas. Entonces... eso es muy de agradecer, se nota que tienen una buena escuela también a nivel humano.

–¿Da importancia a otro tipo de aprendizaje en las aulas, no solo el técnico?

–Un conservatorio enseña a bailar y a ser profesional, pero también es una clase de vida. En él se aprenden otros valores como el compañerismo, que ayuda a centrarse. El aprender algo tan duro como la danza te exige y te absorbe el cuerpo y la cabeza. Es una disciplina que te pide mucha dedicación diaria. Yo lo que veo en los alumnos de danza de la escuela es que están motivados por hacerlo y, solo por eso, ya tienen incorporada la autodisciplina.

–¿Cómo ve el presente y el futuro de la danza en España y a nivel internacional?

–Triste y complicado. Deprime que no haya más compañías en países como Italia o España. En los años 80 y 90, cuando yo bailaba, era el boom. Encontrabas la danza por todos lados. Como italiano, mi país siempre se ha caracterizado por tener muchísimas compañías. Sin embargo, eso se fue perdiendo. No puedo decir que estamos actualmente en un buen momento porque no es así.

–¿Sigue existiendo el talento?

–Claro que sí. Sigue habiendo mucho talento y, también, mucha creatividad. Los bailarines han subido muchísimo el nivel porque las escuelas han perfeccionado las técnicas. Hoy en día encuentras cuerpos que son brutales y eso favorece a la creación. Lo que sí echo en falta es que la danza esté considerada a la altura de otras artes escénicas.

–¿Qué consejo le daría a alguien que empieza en la danza?

–Que cultiven mucho la parte artística... Hay un poco de obsesión con la parte física y está bien preocuparse en trabajar el cuerpo, pero que jamás se pierda la parte artística porque en una audición eso va a ser lo que marque la diferencia.

–Entonces... ¿hay que poner el sentimiento?

–Sí. Es muy importante porque luego lo aportarán en el baile. Ahí comienza la diferencia.

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