David Bisbal, donde siempre y como nunca

Todo el que repite un concierto de David Bisbal, sabe que nunca será igual que cualquier otro, ni siquiera en su misma gira. El artista se guarda bajo la manga infinidad de sorpresas en todos sus espectáculos para hacer de ellos, noches inolvidables. Máxime si se trata de actuar frente al público de su tierra, esa que lleva en lo más profundo de su corazón.

Esta vez no había colas a las puertas del Recinto Ferial o de la mítica Plaza de Toros de unos fanáticos esperando a que llegue la hora para salir corriendo y coger el lugar más cercano del escenario porque el Auditorio Maestro Padilla se vistió de gala anoche para recibirlo en la compañía de la Orquesta Ciudad de Almería (OCAL).

Un concierto en el que se iba a respirar la esencia de la provincia por los cuatro costados del enclave. La noche llegó y los nervios previos también. Los espectadores iban agolpándose a las puertas del lugar con la intención de coger el asiento marcado en sus entradas, esas que se agotaron en cuestión de minutos, demostrando que Almería está siempre deseando oír la voz de David Bisbal. El trajín era considerable. Coches buscando aparcamientos y personas que no corrieron con la suerte de conseguir entrada, pero que se acercaron a la caza de una ínfima posibilidad. Se palpaba, sin lugar a dudas, mucha expectación.

En medio de un protocolo de seguridad por las medidas de la covid-19, cada butaca del patio del auditorio quedó ataviada por los asistentes que miraban el reloj a la espera de ver al 'hijo pródigo' aparecer en el escenario. Y cuando las luces se apagaron, ahí estaba él. Vistiendo de una manera impecable, en traje y con una sonrisa que irradiaba felicidad de verse rodeado de su familia... en pocas palabras, arropado por su gente.

Los acordes de 'Esclavo de tus besos' dieron luz verde a esta gira de conciertos bajo el nombre 'David Bisbal Filarmónico by Cosentino' que paseará exclusivamente por el Teatro Real de Madrid, por el Auditorio Manuel de Falla de Granada y culminará en el Teatro Cervantes de Málaga. Pese a que la canción incitaba al baile, el público no se movió de su asiento y acompañó la letra del artista que se dejó la voz en cada vocal rompiendo, posteriormente, el mítico 'Silencio'. Las cálidas luces del escenario se posaron sobre su figura cuando llegó el turno de 'Como la primera vez', la primera balada con la que David Bisbal llegó al corazón de los asistentes, con una voz totalmente madura y, perfilada a la perfección, logró calar hondo recordando este tema de su disco Premonición. Así, le siguieron canciones como 'No Amanece' o 'Camina y Ven'.

La cercanía de Bisbal sobresalía anoche. Las menciones hacia su tierra en forma de piropos tampoco cesaron. La pausa se hizo cuando llegó el momento de «No puedo colmarte ni de joyas ni dinero, pero puedo darte un corazón que es verdadero...» con 'Mi Princesa', ese tema tan especial y plagado de emociones que erizó la piel de cualquiera. Posteriormente, siguió con ese «Dame una razón para amar, dame un atisbo de paz, brilla entre la multitud, despunta en la oscuridad...», de 'Lo tenga o no'. Con una etapa de baladas desgarradoras, no se olvidó de ese «Y dígale también, que solo junto a ella puedo respirar...», ese baladón por excelencia que deja sin respiración a su público y viene acompañando a David Bisbal desde el inicio de su carrera. Para ser exactos, desde 2002, que vio a la luz el disco 'Corazón Latino'.

Es una de esas canciones que han trascendido hasta la actualidad y que sus seguidores nunca olvidarán. Pero, por encima de todo, es de esos temas que han visto cómo los sueños del almeriense se han hecho realidad sobre los escenarios. Y anoche, no iba a ser menos. «Gracias a la familia Cosentino estoy superando más que un sueño», expresó. El cantante de 'Ave María' volvió a su tierra para abrir la puerta hacia un nuevo sueño, el de una gira en clave de re. Con un repertorio inigualable iba llegando el punto y final del concierto. Los espectadores querían parar el tiempo con 'Bulería' para que no abandonara el escenario porque eso solo significaba el adiós de David Bisbal. Y cuando llegó ese instante, prometió volver «muy pronto», y su gente, le esperará con los brazos abiertos.