javier m. alcaraz
Almería
Domingo, 11 de diciembre 2022, 11:45
Si 2021 ya fue un buen año para el rockero de autor almeriense JJ Fuentes, con la regrabación de uno de sus temas con la colaboración estelar de Jesús Cifuentes de Celtas Cortos, que le permitió dar el salto definitivo a medios especializados de alcance nacional y la publicación de «Corazón De Fuego y Miel», su segundo trabajo discográfico de estudio a mitad de otoño, 2022 se cierra con todavía mejores sensaciones. Empezando por las buenas críticas del álbum, que le han confirmado como un valor de futuro seguro, pasando por la presentación en la capital del nuevo disco en el Teatro Apolo en el mes de febrero con una buena serie de conciertos elegidos con mimo durante el curso para, alfa y omega, cerrar la gira en la tarde noche de ayer en el Teatro Cervantes. Era una cita especial y como tal se vivió desde el patio de butacas, que fue entrando en calor al paso de una propuesta tan sólida como imperecedera.
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JJ Fuentes no inventa nada con su propuesta pero puede que lo que haga sea realmente más complicado si cabe: respetar a los grandes clásicos y referentes del rock más adusto y sobrio. Ese de grandes letras narrativas que bebe de los Sabina, Urquijo, Lapido, Loquillo, Fito, Tarque, Antonio Vega… y que musicalmente ofrece algunos reflejos, según el caso, de los mismos nombres propios citados, y también de referentes anglosajones como Tom Petty, Bob Dylan y hasta algo de los Stones por momentos. Ayer el Teatro Cervantes vio morir una gira, la de «Corazón De Fuego y Miel», pero, como un Ave Fénix planeando, vio el advenimiento y renacimiento de la figura de un heredero de esa piedra filosofal que dará, apunten bien su nombre, muchas alegrías y novedades a lo largo de 2023.
Acompañado de una banda formada por el productor de dicho disco, Ángel Peñalver en la guitarra y pedal steel, José Trujillo a la batería, Álex Martínez al bajo y Juan Antonio Hernández en coros, percusiones y acústica, JJ Fuentes transmite en sus canciones el mismo cuidado y rigor con el que trata su amplia y magnífica colección de guitarras, desde acústicas a doce cuerdas, desde la Rickenbacker a una de doble mástil que fue una de las sensaciones del concierto.
La cadencia hipnótica de 'Cerca Del Paraíso' abrió la actuación como excelente piedra de toque y vaticinio de la buena hora y media que quedaba por venir. 'El Mundo Parece Una Canción De Lapido' dejó claras las bases de sus influencias, entre las que comparten el gusto por citas bíblicas, literarias y cinematográficas, mientras que 'Tu Miedo' viró ligeramente el registro a un country de punto maldito y urgente por la vía Cash. Más melódica y hedonista, 'Rimas', con dos poemas musicados de Gustavo Adolfo Bécquer, cerraron el póker de inicio.
Uno de los símbolos de su repertorio es 'Miss Almería'. Un tema con la suficiente dosis de secretismo para convertirla en misterio y que sonó hermosa en su predominancia acústica de doce cuerdas y slide. Fue un buen preludio para la única versión de la noche, la de 'La Chica De Ayer' de Nacha Pop, más cercana al country que JJ Fuentes presentó narrando la anécdota de que el día que su tío le dejó por primera vez una guitarra fue el día que Antonio Vega falleció. 'En La Acequia', con amor de posguerra, 'Que El Olvido Se Apiade De Ti', con el anuncio de nuevo disco para septiembre de 2023, y 'Si No Es Contigo' y sus toques de ranchera sabiniana cruzaron el ecuador del concierto.
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Con aires de Stones y Dylan ('Like a Rolling Stone') el repertorio recuperó el marchamo más rockero y aguerrido con temas como 'Si Quieres Que Nos Conozcamos Mejor', los toques de americana de 'La Manzana Prohibida', toques gamberros de años de universidad en 'A Los Pies De La Alhambra' o la chulesca '¿De Verdad Te Casarás Con Él?', y la nueva referencia a Lope de Vega o Agatha Christie en 'El Perro Del Hortelano'. Con todo a favor, 'Cuestión De Honor', con su ambientación urgente y afilada, y 'Orgánico', el tema popularizado por la colaboración de Jesús Cifuentes de Celtas Cortos, hicieron de falso cierre.
Quedaban todavía los bises y, con ellos, otro de los momentos cumbre de la actuación, la de la interpretación a guitarra y voz de 'Madre, Anoche En Las Trincheras', uno de los poemas que mejor refleja la sinrazón del enfrentamiento entre bandos hermanos. La añeja 'Hija De La Alpujarra', muy trabajada en las armonías, y la citada 'Ave Fénix, donde se sumarían a los coros Manu y Pepe de la banda Lepanto, Kike Parra y Alicia Parra, con su estribillo furibundo y estoico cerraron un concierto que cerró una etapa y, a la vez, puso los cimientos para el gran futuro que está por venir.
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