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Los lectores se acercan a las casetas del Paseo de Almería D. R.
La ilusión por la lectura cumple con las expectativas
Feria del Libro

La ilusión por la lectura cumple con las expectativas

Tras dos años atípicos, la afluencia a los eventos destacados ha sido masiva y la venta en las casetas, muy positiva

David roth

Domingo, 1 de mayo 2022, 22:58

Es media mañana en el Paseo de Almería. El tiempo, primaveral y soleado, invita a disfrutar del entretenimiento y de los bienes que la ciudad tiene que ofrecer. Pero en esta jornada, la presencia en las calles de la arteria de la ciudad es mayor de lo habitual. Una marabunta de personas se encuentra postrada antes las casetas de la Feria del Libro, que volvía a retomar la normalidad tras dos años atípicos. Frente a los puestos dilucidan el libro que llevarse a casa.

No son pocos los protagonistas de esta edición: libreros, lectores, autores… Pero, los que más triunfan sin duda son compradores como Samuel, que acaba de encontrar su pieza predilecta: 'Hechicero', de Carlos Sisí. Samuel indica que «al escritor no lo conozco, pero al ilustrador sí, Tomás Hijo, que tiene un trabajo muy bueno y me gusta bastante». Entra dentro de su género más habitual, la literatura fantástica. Lo que más disfruta de este periplo literario es «ver los puestos llenos de libros y de gente, pues siempre ves algo que te guste o que te llame la atención para completar tu colección». Una lectura que realiza siempre que puede, «menos de lo que me gustaría, pues no tengo tanto tiempo, aunque intento no perder la costumbre».

Patricia es una de las libreras de la caseta de la librería Nobel que se ha encargado de asesorarlo. En una feria que empezó floja, pues, «con los primeros días de lluvia, la gente se escondió». Pero, fue salir el sol, y los lectores y las lectoras salieron a la calle. Hasta el momento la gente ha venido con ideas claras de los libros que querían llevarse a la saca. A parte de los títulos que son novedades, esta librería tiene su propia selección de editoriales pequeñas, por lo que se está viviendo mucho de editoriales como Impedimento o Sexto Piso, «cosas más especiales fuera de los típicos premios que todo el mundo conoce», explica la librera. La afluencia de compradores es amplia y, además, «no tiene nada que ver con el género», pues la lectura, es algo que «el lector y la lectora lo lleva dentro, y hay de todo y de todas las edades». Personalmente, «disfruto que los niños y las niñas se interesen por los libros». Respecto al año pasado, esta «sí que me recuerda a ferias anteriores a la pandemia», sin tanta preocupación por «la distancia, «aunque la gente sigue usando las mascarillas y gel».

Amador se encuentra en el stand de la Asociación de Editores de Andalucía, y concuerda en este fin de semana está yendo mucho mejor después de los dos primeros días de lluvia, pues «parece que se está remontando y con el día festivo se va a alargar». Los libros que están triunfando en esta caseta son los libros históricos y los libros biográficos. Entre estos, el libro 'Ay Isabel', un diario de Carlos V, o biografías como 'La historia de Ingrid Bergman', de David Thomson, y 'Tras la pista de John Ford', de Joseph McBride.

Los que más se acercan a esta caseta en concreto suelen ser «lectores y lectoras de entre 30 y 50 años, con excepciones de todo tipo». Para el librero, la Feria del Libro sirve sobre todo a nivel de promoción, «pues traemos autores diferentes, para los que es muy importante asistir a la feria para conseguir atraer nuevos lectores». Entre ellos, uno de los más destacados ha sido Borja Espejo, con su libro Eferia, que habla de fantasía y ciencia ficción. Una historia de literatura juvenil en la que un niño se encuentra en un videojuego.

Pero, quien sin duda conoce con precisión los datos exactos del balance de esta nueva edición, es Manuel García Iborra, director de la misma, que conoce al dedillo los resultados de caja de las casetas, más en comparación con la feria del año pasado, «una feria de covid muy fuerte y tras tres meses encerrados en casa».

Paradójicamente, aquellos resultados fueron extraordinarios, pero de alguna manera se sabía que estaban condicionados para bien, pues «eran demasiado extraordinarios». Este año, de alguna manera, se ha normalizado, con datos muy buenos, pero no como aquellos, «que eran anómalos», señala García Iborra. Lo que mejoró después del covid fue, en una parte las ventas generales, pero, sobre todo que esas ventas se centran en la parte más independiente del sector. «Cuando temía que quien iba a subir era Amazon no fue así, fue sobre todo la librería de barrio las que mejoraron ventas», destaca el director. Incluso una parte de las ventas que salían desde otros sitios se derivó hacia ellos.

Y es que, desde aquella caída que empezó en 2008, el sector del libro ha ido en picado, motivo por el cual tantas librerías se han quedado en el camino. Aunque la situación tampoco está para tirar cohetes, pues simplemente es un cambio de impresión para bien, ya que la situación de cada empresa estaba muy baja, pues ya arrastraban problemas graves desde hace años aunque los porcentajes de venta hayan subido. Males mayores aparte, «hay que alegrarse de que haya salud y de tener aspiraciones de futuro», pero con calma, puesto que «es un sector muy endeble conformado mayoritariamente por familias».

A nivel de afluencia durante los eventos organizados, los hay que destacan sobre los demás. Los retos han sido pretenciosos y «hemos tirado a todo». La aspiración que tenía cada acto se ha ido cumpliendo: «Había actos de público minoritario, y así ha sido, otros que iban a llenarse y así ha sido», determina García Iborra. Los actos infantiles se han llenado, los actos de autores populares como Vicente Vallés o Cherry Chic, también se han llenado, también la firma de Defreds. Los actos con otra pretensión, como el de Monika Zgustova o Fernando Navarro, han tenido menos presencia, cosa que ya esperaban. Para mejorar en este proyecto cultural, lo mejor es que «desde la organización nos dejen libertad a los diseñadores» para que podamos hacer una apuesta por esa cultura.

Lo más positivo de todo es «la situación del Paseo, que es una verdadera maravilla para la feria», pues ayuda a que libreros y librerías puedan compensar su esfuerzo; también la apuesta por tres zonas de actos, como Doña Pakyta, el Salón de Actos y el Patio de los Naranjos, pues «dotan de una gran belleza de en cuanto a las apuestas que pueden hacer». Las mejoras deben llegar, pero son detalles siendo este «un proyecto tan grande».

Lo único que falta para apuntalar el evento es «afinar nuestra pretensión, puesto que estamos dejando de ser una feria de tamaño medio para conseguir acercarnos a una de tamaño grande a nivel nacional, que suponen retos muy atractivos».

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