India Martínez en el concierto de Almería. NEREA ESCÁMEZ

La magia de una voz que siempre regresa

El jueves de feria se celebró en Almería el ansiado reencuentro con India Martínez, que logró emocionar a todos los de «su tierra»

raquel pablo alcalá

ALMERÍA

Viernes, 27 de agosto 2021, 23:41

El camino lo hace uno al andar, tratando de no difuminar el rastro, las huellas del trayecto que tanto acaban marcando. India Martínez tiene el suyo muy claro, y no se olvidará tan fácilmente de esos comienzos que la han llevado a estar hoy donde ... está: de escenario en escenario presentando 'Palmeras', su octavo disco con el que rinde homenaje a ese humilde barrio cordobés que la vio nacer. Pero lo del jueves fue diferente. Con las emociones a flor de piel, la cantante aterrizaba en Almería, su tierra del alma y a la que la noche del jueves, abierta en canal, le cantó con esa pasión que tan solo ella sabe transmitir con la voz.

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A las diez en punto el Recinto de Conciertos estaba en absoluta penumbra y todos los allí presentes, impacientes por verla de nuevo, aguardaban en sus asientos. De repente, el más pulcro silencio fue interrumpido por los primeros giros melódicos a golpe de 'La Saeta'. En el escenario ya no se la veía a ella, ni a sus inseparables coristas, Manuela y Gema, ni al enorme piano de cola que presidía Antonio Bejarano, sino a su voz. Únicamente su incomparable y genuina voz aflamencada, que, con cada quejío, hacía temblar de emoción el lugar. Con su enorme talento, y entre baile y baile, logró llenar el escenario al ritmo de grandes clásicos, pasados y futuros, como 'Corazón hambriento' o 'Conmigo', con los que el público no se resistió a cantar.

Con los brazos abiertos agradeció a «sus paisanos» el buen recibimiento y el apostar por la música en directo en estos tiempos que corren, un público que, a pesar de numeroso, se advirtió prudente durante todo el concierto, disfrutándola y admirándola. «Como os tengo a vosotros, no me hace falta nadie», declaró India, presumiendo de nuevo de «su Almería», antes de cantar con acierto 'Convénceme', el reciente tema que ha publicado con la colaboración de Marc Anthony.

A mitad de la velada, el duende de la cordobesa comenzó a aflorar, usando como instrumento las palmas de sus manos. Y así se mantuvo, tanto ella como todos los que permanecían a la espera, durante su interpretación de 'La Gitana'. Alternando el palmeo del público y su destreza en el cajón, hizo enloquecer a todo el personal.

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Y es que no se puede evitar, la tierra tira mucho, y ella lo sabe mejor que nadie. India Martínez siempre conquista a los almerienses, bien por su cercanía con el público, con el que en cada actuación crea ese extraño vínculo tan difícil de entender si se observa desde lo ajeno, bien por su personalidad arrolladora y dinámica, que impide que permanezca demasiado tiempo quieta en un mismo sitio. De pasearse entre los espectadores para cantarles «a los ojos», a tumbarse encima del piano tras haberse cambiado de «outfit». De este modo, fue cantando, entre risas y aplausos, y también entre alguna que otra lágrima, 'Hoy', '90 minutos', 'Olvidé respirar' o 'Vencer al Amor'. Temas cuyos versos supieron entonar todos los almerienses de cabo a rabo.

Y así, subida en un piano y vestida de rosa, no dudó en interpretar una canción tras otra. Sonó el siempre emotivo 'Ramito de violetas', al tiempo que el Recinto se teñía de tonos lilas y malvas, en consonancia con la cantante. Continuó, hilando a la perfección, con el ya mítico 'Hola mi amor', pero que su versión, cantada tumbada, dando vueltas, y sin parar de moverse ni un instante, supuso un auténtico derroche de arte y una demostración en vivo de su tremenda capacidad vocal. El adjetivo para describir lo allí acontecido sería: brutal.

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No obstante, y pese a las reiteradas amenazas de dar por concluido el encuentro, India nos hizo felices durante dos horas. Tiempo en el que compartió con su público una reflexión muy acertada que establece que, en sus conciertos, hay dos tipos de personas, los que se saben sus canciones y a los que les gusta su música, y los que vienen acompañando a estos otros. Y no fue sino a los últimos a quienes les dedicó su tema 'Solo tú'. Pero lo que ella no matizó fue la segunda parte de la hipótesis: este segundo tipo de personas pasan a ser del primero después de verla actuar en directo. Es el efecto que produce oírla cantar, sin micrófono, 'Ángel', con el que todos enmudecimos.

Divertida, llana, inquieta. Así fue la India que vimos el jueves en Almería. Al bajarse del piano: «un segundillo, que me estoy poniendo los tenis. Es lo que tiene el descalzarse uno como en su casa». Y es que no se trataba de otra cosa, sino de justamente eso. Estaba en su casa, en su hogar, en la tierra que la adoptó y donde comenzaron a crecer sus alas, esas con las que ahora vuela sobre lo más alto, alzándose como una de las máximas exponentes del panorama musical de nuestro país.

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Las horas dieron paso a los minutos, y la cita del jueves, tan íntima, tan cálida, fue apurando los últimos acordes. Qué complicadas son las despedidas, y más aún si son con la familia. Los reencuentros, sin embargo, siempre se agradecen y se hacen de rogar. El de India lo esperaban en la ciudad como agua de mayo. «El aplauso más grande es para vosotros, que sois mágicos. Viva Almería», así se despidió la artista de su tierra. Emocionada y a regañadientes. Y es que, con ayuda de esa magia que esconde en la garganta, de ese enigma que guarda, hizo que todos nos olvidáramos de respirar aquella noche.

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