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El investigador José Herrera durante la grabación en la biblioteca Poeta Álvarez de Sotomayor de Cuevas del Almanzora. M. R. S.
Culturas en Almería | Palomares, bombas y plutonio

Palomares, bombas y plutonio

Documental ·

Este jueves, 22 de abril, Movistar+ estrena una serie audiovisual sobre el incidente de Palomares con documentos y materiales recientemente desclasificados

maría rodríguez segura

Almería

Miércoles, 21 de abril 2021, 01:06

Movistar+ estrena mañana jueves, en colaboración con 93 Metros, 'Palomares', una serie documental de cuatro capítulos que tratará sobre el incidente ocurrido en la localidad cuevana en 1966 y que pudo convertirse en una de las peores catástrofes de la Historia de España.

Esta serie documental sacará a la luz documentos y materiales recientemente desclasificados y cientos de imágenes y fotografías inéditas fruto de una larga investigación. Rodado en diferentes localizaciones repartidas entre España y Estados Unidos, IDEAL se adentra en la localidad de Palomares para recordar qué sucedió aquel 17 de enero de 1966 y cuál es la situación actual.

Hace 55 años, un bombardero estratégico norteamericano B-52 colisionó con el avión nodriza de tipo KC-135 que lo abastecía de combustible sobre el pueblo de Palomares. Una maniobra necesaria en el contexto de la Guerra Fría, ya que estos aviones permanecían volando de forma ininterrumpida para poder responder a un hipotético ataque preventivo de la URSS con un bombardeo nuclear suficiente para destrozar el país.

Cuatro de los siete miembros de la tripulación del B-52 pudieron saltar en paracaídas y los otros tres murieron, al igual que los cuatro miembros de la tripulación del avión nodriza.

A pesar de que el fuselaje en llamas de ambos aviones cayó sobre el municipio, no hubo que lamentar heridos. La brutal explosión, que se pudo ver desde otras localidades vecinas, dejó caer cuatro bombas termonucleares, 75 veces más destructivas que las de Hiroshima, en los alrededores del pequeño pueblo de Palomares.

Dos bombas salieron ilesas de la caída, una de de las cuales cayó cerca de la desembocadura del río Almanzora, y otra, la última en aparecer, en el mar Mediterráneo. Las otras dos bombas impactaron sobre la tierra, provocando la detonación del explosivo y la fuga de polvo radiactivo de plutonio que, debido al viento, se esparció por el terreno.

Localizaciones donde se ha rodado el documental. M. R. S.
Imagen principal - Localizaciones donde se ha rodado el documental.
Imagen secundaria 1 - Localizaciones donde se ha rodado el documental.
Imagen secundaria 2 - Localizaciones donde se ha rodado el documental.

El secretismo estuvo ligado al incidente desde el primer momento, cuando se informó a EE UU de una 'flecha rota', mensaje en clave que alertaba de la pérdida de armas nucleares y un posible riesgo de radioactividad. El miedo a que algún enemigo se hiciera con una de las bombas extraviadas puso en jaque a los americanos.

En España, se intentó minimizar la importancia del suceso puesto que podía afectar a la principal fuente de ingresos del país, el turismo; y la censura y la desinformación actuaron con mano de hierro a la hora de 'informar' sobre el incidente. Los dos países colaboraron conjuntamente para localizar la cuarta bomba, la que cayó al mar.

Comenzó así una tensa cuenta atrás para encontrar el artefacto que podía desencadenar la mayor explosión atómica de toda la Historia y arrasar con todo lo que conocemos hoy. La búsqueda del artefacto duró casi tres meses, un tiempo en el que los norteamericanos peinaron Palomares e involucró a unos 12.000 hombres.

La cuarta bomba fue localizada el 7 de abril, sumergida en el mar Mediterráneo, a unos 750 metros de profundidad

Francisco Simó Orts, un pescador que se ganó el apodo de 'Paco el de la bomba', aseguró que tras la explosión en el cielo vio caer dos paracaídas al mar, pero solo llegó a tiempo de salvar uno de los dos cuerpos que había visto caer al agua, sin saber que lo que él pensaba que era un tripulante, en realidad, era una de las cuatro bombas, que fue localizada el 7 de abril, sumergida a unos 750 metros de profundidad.

EEUU y España ejecutaron el plan de limpieza del área. Los militares norteamericanos se llevaron 1.500 toneladas de tierra contaminada, pero dejaron por recoger 50.000 metros cúbicos de tierras contaminadas, algo que no se supo hasta la llegada de la democracia a España.

La Audiencia Nacional (AN) fallará en este mes si procede obligar al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a fijar plazo para ejecutar la limpieza definitiva de las 40 hectáreas de suelo contaminado con plutonio y americio en Palomares. La sala decidirá finalmente si estima el recurso contencioso-administrativo impulsado por Ecologistas en Acción tras incorporar al procedimiento el Plan de Rehabilitación de Palomares (PRP) que fue aprobado en 2010 y que el Consejo de Ministros desclasificó con condiciones en noviembre de 2020.

Además, Bruselas ha dado un ultimátum a España: tiene hasta finales de 2021 para informar sobre la contaminación nuclear real en Palomares a día de hoy.

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