![Recuperan un plano robado de Almería de 1842](https://s3.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/201909/24/media/cortadas/142163735--1248x1088.jpg)
![Recuperan un plano robado de Almería de 1842](https://s3.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/201909/24/media/cortadas/142163735--1248x1088.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Como si de una serie de Netflix se tratara, la asociación Amigos de la Alcazaba ha vivido estos últimos meses, desde el silencio y la cautela necesarios en una investigación, una serie de acontecimientos que perfectamente podrían ser la trama de cualquier gran éxito de la pequeña pantalla. Una historia en la que hay militares, historiadores, investigadores, ladrones, policías y asociaciones del patrimonio, entre otros actores.
Y es que esta asociación cultural que trabaja por la defensa, difusión y disfrute del patrimonio de Almería ha recuperado un plano original de Almería que fue elaborado a mano hace 177 años, concretamente en 1842 por Fernando Guillamas, y que había sido robado del Archivo General Militar de Madrid.
Esta historia, que podría dividirse en varias temporadas, comenzó en marzo de 2019. Según relató ayer la presidenta de Amigos de la Alcazaba, María Teresa Pérez, que estuvo acompañada por el vicepresidente de la asociación, Francisco Verdegay, el secretario de la misma, Carlos Samaniego, y otros miembros de la junta directiva, el descubrimiento parte de «un hecho casual». En el tercer mes de este 2019, el historiador y académico almeriense Valeriano Sánchez Ramos descubrió en un anticuario de Madrid lo que parecía ser un plano de Almería de 1845.
«Era un documento de suma importancia para la ciudad y su patrimonio porque no teníamos noticias de él», explicó Pérez, quien argumentó que Sánchez Ramos, antes de avisar a la asociación almeriense, tenía diversas opciones. Sin embargo, «como su deseo cuando vio aquel plano era que ese documento debería convertirse en público para la ciudadanía, entre las distintas posibilidades eligió Amigos de la Alcazaba porque sabe que nuestra labor en la defensa del patrimonio almeriense da una garantía de que este bien llegaría a un buen destino».
Posteriormente, Verdegay se trasladó a Madrid para adquirir el documento, una tarea que no fue nada fácil «por una serie de circunstancias que constituirían en sí mismo otro capítulo a parte, pero finalmente consiguió comprar el plano, cuyo destino sería donarlo al Archivo Municipal de Almería». El plano costó 1.850 euros.
Una vez que el plano ya se encontraba en poder de la asociación, ya en Almería, comenzó la investigación. Para ello se llevó a cabo una digitalización y un profundo análisis en el que participaron Juan Miguel y Félix Expósito, Juan José Tonda, Verdegay y Pérez.
Fue entonces cuando comenzaron las sorpresas ya que en el plano anónimo solo figuraba una fecha: 1845. Sin embargo, tras la comparación con un plano de Fernando Guillamas, que se conocía porque el Padre Tapia había incluido una reproducción del mismo en su obra 'Almería, piedra a piedra' y porque él mismo llevó una fotografía al Archivo Municipal de Almería, hizo que desde la asociación llegasen a la conclusión de que se trataba del mismo plano.
Dicho plano figuraba en el Archivo General Militar de Madrid por lo que desde la asociación almeriense se pusieron en contacto y comprobaron como el documento se encontraba en situación de «no localizable». Algo que venía a corroborar que las investigaciones llevadas a cabo por Amigos de la Alcazaba eran ciertas. Fue entonces cuando decidieron ponerlo en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Si bien, en la reconstrucción de los hechos realizada desde la asociación almeriense comprobaron que contra el plano se habrían cometido, al menos, tres delitos. En primer lugar el robo del Archivo General Militar de Madrid en fecha indeterminada, puesto que el robo no había sido denunciado. En segundo, para eliminar el rastro de la procedencia del plano, los falsificadores procedieron a varias operaciones para ocultar su verdadero origen y procedencia, modificando su apariencia, lo que constituye el segundo delito: cortaron la leyenda que tenía en la parte derecha en la que constaba el autor (Fernando Guillamas) y la fecha (6 de mayo de 1842) y eliminaron el sello de la propiedad militar (entonces el Depósito General Topográfico de Ingenieros) y, por último, colocaron una cartela en la parte inferior izquierda en la que no se incluía el autor y se falsificaba la fecha (1845). El tercer delito viene con la venta del plano en el circuito 'legal' de comercialización.
Después de que los investigadores policiales confirmasen la veracidad de sus conclusiones a Amigos de la Alcazaba, es decir, que se trata del plano robado en el Archivo General Militar de Madrid, se informó de que el siguiente paso debía de ser la devolución a su legítimo propietario.
El acto de devolución del plano tendrá lugar mañana en el Instituto de Historia y Cultura Militar de Madrid. Además, desde Amigos de la Alcazaba se organizará un ciclo de conferencias y visitas a la Almería de 1842 «en el que se difundirá el plano y lo que es la Almería de esta época», relató la presidenta. A su vez, como el plano no podrá quedarse en la capital, la asociación entregará al Archivo Municipal de Almería una copia digitalizada «con el fin de que tanto investigadores como la ciudadanía pueda consultar este plano».
En cuanto al documento en sí mismo, es un plano militar, elaborado a mano por un ingeniero militar, que da una imagen de Almería rodeada de muralla, ya que esta no sería derribada hasta trece años después. Un plano elaborado nueve años después de que se constituyera la provincia de Almería y la capitalidad de la ciudad.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.