Edición

Borrar
80 años de la primera vez que la Filarmónica de Berlín tocó en Granada

80 años de la primera vez que la Filarmónica de Berlín tocó en Granada

La orquesta visitó la ciudad por primera vez en 1944, dio un concierto que por la lluvia se tuvo que celebrar en el Palace y participó en el rodaje de una película sobre su historia en los jardines del Partal

Manuel Titos

Granada

Jueves, 23 de mayo 2024, 00:25

Los amantes de la música recuerdan con orgullo y emoción, asistieran o no, los tres conciertos que la Orquesta Filarmónica de Berlín dio en el Palacio de Carlos V de Granada en 1973, en el seno del Festival de Música y Danza, bajo la prodigiosa batuta de Von Karajan.

Pocos saben, sin embargo, que la que se considera generalmente como la mejor orquesta del mundo había estado ya en Granada 29 años antes, hace hoy 80. Concretamente el 23 y 24 de mayo de 1944, cuando a la guerra le quedaba todavía un año de destrucción y España naufragaba entre la pobreza y la represión.

El atuendo

Recomendaron traje oscuro para los hombres y vestido de gala para las mujeres. Das Reichsorchester

Hans Knappertsbusch

Fue el director de la orquesta durante la actuación. Das Reichsorchester

Los jardines

La Alhambra fue un marco incomparable para la actuación Das Reichsorchester

1 / 3

Goebbels había convertido la Filarmónica en un instrumento de colonización cultural y de propaganda nazi y en pleno conflicto la hizo girar por los países afines: Italia, Portugal y España, cuando la orquesta se había quedado sin sede tras ser destruida la Berliner Fhilharmonie por un bombardeo el 30 de enero de aquel mismo año.

Un mes

19 actuaciones

La gira ibérica se inició el 23 de abril y pasó por Barcelona, Sevilla, Lisboa, Oporto, Vigo, Gijón, Oviedo, Granada, Bilbao, San Sebastián y Pamplona

Una inesperada dolencia de quien era su director habitual, Wilheim Furtwängler, hizo que en esta gira tuviera que ser sustituido por Hans Knappertsbusch, otro de los grandes directores de la época y acaso el más querido por las Filarmónicas de Viena y de Berlín, con las que consiguió actuaciones y grabaciones auténticamente memorables.

El 7 de mayo, IDEAL daba la noticia de su venida a Granada y en los días siguientes tanto este periódico como Patria mantuvieron una información frecuente sobre un evento de carácter cultural tan importante, pero que tenía también un claro componente político. «El Estado alemán –decía IDEAL– la tomó bajo su protección como un exponente valiosísimo de la cultura musical del país».

El concierto, que quedó fijado para las once de la noche del día 23, se celebraría en el Carlos V, que dispondría de una iluminación extraordinaria con 70 reflectores en el interior y otros tantos en el exterior y en el bosque, cuyas pruebas fueron supervisadas por las más altas autoridades.

Reseña en la portada de IDEAL del 25 de mayo de 1944. IDEAL

Al poco se fue conociendo el programa: preludios wagnerianos de Tristán e Isolda y de Maestros Cantores y la Muerte de Isolda en la primera parte; en la segunda, la Sinfonía incompleta de Schubert y, en la tercera, la Quinta sinfonía de Beethoven.

La presencia de la Filarmónica en Granada con sus 120 músicos se aprovecharía para el rodaje de una película cuya parte musical se grabaría en el concierto y el complemento de imágenes en los jardines del Partal, tras desistir de hacerlo en los Leones, posiblemente por su tamaño. El 20 llegó a Granada el equipo cinematográfico, el 21 lo hizo Knappertsbusch en ferrocarril, algunos de los solistas y varios integrantes de la embajada alemana.

El precio

30 pesetas

Era lo que pagó el público general, el equivalente a 35 euros en la actualidad

12,50 pesetas

Para los afiliados a Educación y Descanso, que aparece como organizador. Unos 15 euros, hoy

Los dos periódicos locales le dedicaron artículos biográficos especialmente sensibles y elogiosos. «En la figura gloriosa de Knappertsbusch –decía Patria– envía Alemania a sus amigos de España uno de sus más admirados artistas». Artistas y comitiva de recepción se trasladaron desde la estación hasta el Hotel Palace en 25 automóviles.

La vestimenta

La grabación en el Partal se había previsto para el día 23 a las cuatro de la tarde, mediante un concierto privado al que se podría acceder con invitación. La prensa pedía que los caballeros vistieran traje con colores oscuros, con preferencia negro o azul marino, y las señoras y señoritas, vestido largo y mantón de Manila «con objeto de dar brillantez a la impresión cinematográfica del auditorio».

Pero llegado el día 23 los elementos se aliaron para impedir el desarrollo normal de las actividades programadas. Una fuerte lluvia desde primeras horas de la tarde mantuvo en vilo a los organizadores. La grabación en el Partal hubo de suspenderse y tras esperar inútilmente que escampara, a las diez y media de la noche se tomó la decisión de trasladar el concierto al hotel Alhambra Palace, en cuyos apretados comedores comenzó a la una menos cuarto y terminó a las dos y media de la madrugada.

Vista del hotel, en 1936. ALHAMBRA PALACE

Se suprimieron los preludios wagnerianos de la primera parte, que fueron sustituidos por la Serenata en sol mayor de Mozart, y se adaptó la orquesta a las condiciones del local, pero las sinfonías de Schubert y de Beethoven sonaron en los salones del hotel ante un público anonadado que abarrotaba hasta el último rincón disponible.

«El público estalló en aplausos de entusiasmo y felicitaciones al maestro, con amenaza en algún momento de su integridad física»

Crónica de IDEAL

En un local pequeño, de pocas condiciones acústicas y con tal aglomeración de personas que era imposible llevarse la mano al bolsillo y donde los atriles rozaban a la primera fila del auditorio, es natural que el concierto no pudiera tener toda la brillantez requerida, informaba el cronista de IDEAL. No obstante, «el público estalló en aplausos de entusiasmo y felicitaciones al maestro, con amenaza en algún momento de su integridad física».

No hemos encontrado ninguna fotografía de aquel concierto tan singular en el Palace, pero sí una extraordinaria y extensa crítica musical, digna de figurar entre lo modélico del género, elaborada para el periódico Patria por Luis Jiménez, el amigo discreto pero entrañable de Manuel de Falla y su último 'secretario' en Granada, luego profesor de Filosofía de la Universidad, en la que glosaba como aciertos del director Knappertsbusch «su indiscutible conocimiento de todas las posibilidades y de las técnicas de interpretación, su claro sentido del valor de las distintas masas sonoras y de la distinción precisa de los solos instrumentales». Para él, en fin, el concierto fue «algo que no se puede describir ni se puede expresar, algo realmente único e inolvidable».

El día de la grabación

El día de la grabación

El día 24 amaneció con nubes y claros de manera que los organizadores pudieron retomar el proyecto de grabación en los jardines del Partal, aprovechando para el rodaje los momentos en los que lucía el sol. No se trataba como pudiera creerse de un documental, sino del rodaje de una película de ficción titulada 'Philarmoniker', que contaba cómo el primer violinista con Alexander Schonath, interpretado por Will Quadfielg, decepcionado con la orquesta se une a dos músicos callejeros en un camino de ida y vuelta para configurar un ejemplo magistral de relaciones públicas nazis y un estímulo para el pueblo alemán, especialmente para los berlineses, para olvidar por un momento los bombardeos nocturnos y la inevitable e inminente derrota.

La película fue producida Tobis Filmkunst, cuyo director estuvo en el rodaje, y dirigida por Paul Verhoeven II, cuya filmografía registra más de 40 películas entre 1936 y 1967, mucho más acá del nazismo.

La actuación de la Filarmónica en el Partal estuvo condicionada por esta circunstancia cinematográfica, de manera que desde distintos parajes del jardín se rodaron escenas en las que intervenían los componentes de la orquesta simulando interpretar trozos musicales que en realidad reproducía un gran altavoz.

La actuación, en IDEAL. TORRES MOLINA

Sin embargo, el conjunto al completo interpretó los dos primeros movimientos de la Quinta sinfonía de Beethoven y la primera parte de la obertura de Tannhauser, que el público, compuesto «en especial de señores y señoritas de la buena sociedad, ataviadas don mantones de Manila», contempló con entusiasmo.

El rodaje comenzó a las cuatro de la tarde y concluyó a las diez y media y, según la información periodística, en los diferentes planos de los jardines se colocaron centenares de sillas que fueron ocupados por los invitados y la orquesta se situó en la explanada central.

Esa misma noche, 24 de mayo, los miembros de la orquesta más famosa del mundo y los técnicos cinematográficos abandonaron por ferrocarril Granada para proseguir su gira española. Al día siguiente IDEAL reproducía en su última página las dos únicas fotografías conservadas de aquel evento, tomadas por Torres Molina en los jardines del Partal en una tarde cinematográfica y musicalmente memorable.

Lo que sí hemos recuperado, a través del documental de Enrique Sánchez Lansch rodado en 2007, 'Das Reichorchester', son apenas 45 segundos de aquel rodaje de 1944 en el Partal, donde la Filarmónica realiza una interpretación la Quinta de Beethoven que muestra la energía de Hans Knappertsbusch, la fogosidad de los intérpretes y la admiración de un público emocionado, integrado por lo más elegante de la sociedad granadina de la época.

Con ansiedad esperamos los amantes de la música que haya pronto una tercera oportunidad y que la Filarmónica de Berlín tenga la posibilidad, de nuevo, de tocar en la Alhambra. Quien sustituya al frente del Festival a Antonio Moral, a quien tanto debemos, podría planteárselo como objetivo; a fin de cuentas, Berlín está casi a la misma distancia que Viena.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

ideal 80 años de la primera vez que la Filarmónica de Berlín tocó en Granada