Alba Heredia y Sara Jiménez.

El baile flamenco y sus extremos

Las dos son jóvenes, las dos son bailaoras, las dos son granadinas, las dos bailan por derecho, o sea, con su verdad por bandera

Jorge Fernández Bustos

Miércoles, 21 de febrero 2024, 00:24

Las dos bailaoras Sara Jiménez y Alba Heredia ocupan los escenarios granadinos esta semana. Sara Jiménez presentará su espectáculo 'Ave de Plata' en el Teatro Alhambra, mañana miércoles, a las 21.00 horas. Alba Heredia hará lo propio con 'María de la O' en el ... Isabel La Católica, el viernes, a las 21.30. Dos bailaoras muy distintas, pero con un mismo lenguaje. Alba es la sangre que vuelve como las olas; Sara es la sangre que fluye en un manantial. Las dos son imprescindibles para entender el flamenco de hoy; las dos son punta de lanza del baile granadino.

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Sara Jiménez explica que 'Ave de Plata' «es una pieza que explora, a través del mito, un universo íntimo y personal. Así, la idea del amor en el más amplio sentido de la palabra y la concepción de la vida y la muerte como regeneración de la vida ocupan el centro de una obra en la que tanto la celebración como lo trágico tienen lugar. La metáfora del ave y la doma sobrevuelan esta pieza, en la que el flamenco se encuentra con la danza y la música contemporánea. A su vez y por ello, esta pieza sirve para reflexionar, utilizando como herramienta el cuerpo y el movimiento, sobre lo flamenco desde todas sus expansiones, ángulos y fisuras, sobre su situación en el eje entre lo tradicional, lo experimental y lo identitario».

Desde pequeña

Alba Heredia propone 'María de la O' «porque es una obra que la tenía desde pequeña en mente y que me encanta; he crecido con esas músicas, viendo las películas con mi tío, con mi papa abuelo, siempre veíamos las películas antiguas y me encantaba y además sucede en mi ciudad natal en mi barrio donde yo me criado, en el Sacromonte, y la protagoniza mi ídolo Carmen Amaya». «No me identifico con el personaje como tal», añade, «pero sí me identifico como gitana, en luchar y conseguir mi sueño, a pesar de tener muchas trabas e impedimentos con las habladurías de la gente y los tópicos de ser gitana y artista; también porque empieza desde pequeña a bailar en el Sacromonte con las gitanas viejas y con esa enseñanza, con los marcajes y los jaleos; es algo que he vivido prácticamente desde que nací, con lo que me encuentro como pez en el agua».

Dos bailaoras actuales, que le dan alas al flamenco. Alba, más de raíz y de herencia. Sara, más contemporánea y de búsqueda. Para Sara el flamenco y el contemporáneo «son danzas contemporáneas, porque coexisten en el tiempo. Esta convivencia hace que se fusionen inevitablemente, tanto en lenguaje como en concepto. El flamenco y la danza española son el origen de mi baile. A lo largo de mi carrera, he ido adentrándome en la búsqueda de otros lenguajes que enriquezcan estas raíces y es personalmente en esta fusión donde encuentro mi identidad, mi fuerza y mi razón de búsqueda». Alba ha crecido en su nuevo estado: «Mi concepto del baile ha cambiado al ser madre; ya es otro sentir y otra forma de ver y de interpretar la música, cada movimiento, es un crecimiento personal e íntimo, donde la mujer se conoce más desde lo más profundo de su ser… Creo que eso afecta para bien y aporta madurez y más sensibilidad a la hora de interpretar». Dos puntos de vista en nuestro flamenco. Dos sentimientos plásticos que esperan el latido de su público.

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