Barón Rojo: «Nuestro adiós es con buen sabor de boca»

–¿Cómo va la gira del adiós? ¿Al final cuantos conciertos van a dar?

–Pues ya hemos arrancado y va bien. Esperamos dar más de cincuenta conciertos, eso si no se cae la economía y todavía tenemos dinero para ir a conciertos... Recorremos España, América y Europa entera.

–¿Por qué precisamente ahora?

–No sé, se han juntado muchos elementos: que llevamos cuarenta años, ha habido algún desacuerdo, Armando tiene su grupo... así que decidimos que era lo más conveniente. No hay ninguna regla escrita que diga que en la música te tienes que jubilar a los sesenta y cinco años, pero bueno, hemos llevado una carrera muy larga y continuada y el entorno musical y discográfico no es muy atractivo... Todo ayuda.

–Se lo digo porque llevaban una formación muy redonda con José Luis y Rafa Díaz y un Armando completamente desatado...

–Armando siempre se desata (risas), yo voy más tranquilo porque estoy pegado al micrófono y no tengo tanta movilidad. José Luis y Rafa hacen una magnífica labor escénica y la banda está gustando mucho. Ya sabemos que todos hubieran querido que estuvieran Hermes y José Luis, pero hay lo que hay, y el público está respondiendo muy bien. Es un adiós con buen sabor de boca y esperamos ser coherentes y no volver.

–Y recorriendo América completa de norte a sur, como esta primavera próxima...

–Es un buen público, latino en su mayoría.

–Que un grupo como Metallica toque un tema de Barón Rojo es...

–La verdad es que al nivel de Metallica es un orgullo. Supongo que llegamos a ellos a partir del bajista, que es latino, y la verdad es que se merecen por nuestra parte un agradecimiento máximo porque fue un detallazo.

–Excepto algunas líneas (pongamos aquello de 'vamos con tías güenas'...), en general, ¿cómo ha visto envejecer las canciones de Barón Rojo?

–Creo que no lo han hecho mal, porque el estilo es rock clásico y está vigente para los que la siguen. Las letras se mantienen y no da mucha vergüenza cantarlas todavía (risas).

–Se lo pregunto porque el Metal español, en letras, medios... da la impresión de cierto infantilismo...

–Pues sí, nosotros nos hemos escapado porque somos más generalistas en las letras y nos hemos interesado por temas específicos, sociales, culturales y de relaciones humanas... Son temas universales porque la humanidad no se renueva cada generación, sino que apenas se disfraza un poco. ¡Llegados a adultos todos tenemos los mismos síndromes! (risas).

–Y que ha sido completamente devorado por los subgéneros más extremos...

–Sí, llegaron otros tiempos y más radicales. Hay un público que se ha volcado sobre esos sonidos, pero queda mucha gente que quiere escuchar aún buen rocanrol y bien tocado.

–Muchos. Un festival como el Viñarock atrae más gente que la mayoría de los festivales indies, sin embargo no tiene la repercusión mediática proporcional a su convocatoria... ¿Qué ocurre con el rock en los medios?

–Ya me gustaría a mí saberlo, eso me he preguntado siempre. ¿Por qué esa adversión de los medios al rock y esa aceptación de todo lo demás?... Esa pregunta queda para la historia.

–Recuerdo a un Ministro de Educación que dijo que le gustaba el rock cuanto más duro mejor... Pero no veo yo a los nuevos ministros/as por la labor...

–No, no (risas), son muy poquito roqueros, vete tú saber si también en su intimidad...

–Aunque ellas lleven 'chupas' de cuero negro...

–(carcajada) Sí, pero es una moda ya (risas) y cualquiera se las pone, ha perdido todo el simbolismo.

–¿El Rap, Trap y el Hiphop han ocupado su nicho barrial para las nuevas generaciones?

–Hasta cierto punto tiene su lógica. No requiere ninguna tesitura para cantar y tan solo con cierta memoria y capacidad de improvisación para ripiar con ritmo... Está bien y sobre todo está al alcance de todos, no necesitas equipo, guitarras, aprender a tocarlas etc.

–¿Qué tal va la fiesta de despedida final? ¿Invitados, amigos?

–Falta todavía mucho, todo un año, y además yo no controlo esos aspectos, pero van viniendo amigos de varios países. Es una locura pero trataremos de hacerlo lo mejor que se pueda, y a los extranjeros le sugeriríamos que hicieran versiones de nuestros discos en inglés. De aquí están ya invitados Manuel Martínez, de Medina Azahara, Julio de Asfalto, y a mí me gustaría contar con la gente de Emboque, y por supuesto Eva Amaral, que hizo 'La reina ácida' en el disco de Tommy; es una estupenda mujer, es increíble su profesionalidad y lo agradable que es.

–Supongo que se grabará en audio y vídeo para una edición testimonial ¿no?

–Es la idea, aunque no está todavía todo cerrado.

–¿Y después?

–Armando sigue con su banda; y yo, pues no tengo nada pensado, no tengo plan alguno, mi único plan sería con toda tranquilidad y sin presión hacer un disco una vez que supere algún problema de salud.

–¿Ha quedado material inédito para que la sombra de Barón Rojo se siga alargando?

–Creo que no. De directo sí, pero de estudio no. No nos va a pasar como a Jimi Hendrix (risas), que él tenía su propio estudio, y ha sido su ingeniero de sonido el que supervisa todo el material que se quedó archivado para ir publicándolo. Por cierto que él, Eddie Kramer, trabajó con nosotros en el disco 'Tommy Barón'.

–Fue muy triste para el rock la repetida fractura del grupo original. Estarán Sherpa y Hermes en el último concierto?

–No. Definitivamente no. La gente que los quiera ver que los vea con el grupo que tienen aparte. Las cosas se pusieron muy difíciles tras la gira de reunión y hoy no hay posibilidad alguna de estar juntos en el escenario.