Calor, magia de bolsillo y buen humor

Miguel Puga es nuestra medalla de oro en las olimpiadas permanentes de la magia. Campeón mundial en cartomagia, perfila cada uno de sus espectáculos con una peculiar e inimitable mezcla de calidad en los trucos y comentarios al socaire de cada uno de ellos. Uno no sabe si admirar más su agilidad con las manos o su destreza con la lengua.

Si usted elige verlo, un jueves cualquiera de este mes de agosto o primeros de septiembre, no espere un espectáculo con bengalas, presentadora ligera de ropa y luces estroboscópicas… Miguel se acerca como si estuviese compartiendo mesa y refresco. Casi roza el lema de que lo pequeño es lo grande, aunque no renuncia a los distintos tamaños de barajas, marca de la casa.

Si sorprende al adivinar la carta que uno ha pensado, lo mismo divierte al contarnos una película según van saliendo las imágenes de sus tarjetas. Por supuesto están los trucos de los pañuelos, las monedas, el cubo de Rubik, y muchos más, siempre habla que te habla. Pero también sabe callar para ese regalo de ilusionismo sin palabras que es la maromita blanca que se niega ser tijereteada. Si usted cree que ya nada le sorprende, vea a MagoMigue. Y si él le invita a salir a escena, no lo dude. Pocos artistas pueden brindarle una experiencia similar: sentirse protagonista de esa aventura intelectual a la que llamamos magia.