!['La Caramba', la leyenda de una motrileña que renace en un musical de Forma Antiqva](https://s3.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/202008/05/media/cortadas/LACARAMBA-kfNG-U110986940381QTF-1248x770@Ideal.jpg)
!['La Caramba', la leyenda de una motrileña que renace en un musical de Forma Antiqva](https://s3.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/202008/05/media/cortadas/LACARAMBA-kfNG-U110986940381QTF-1248x770@Ideal.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
José Antonio Muñoz
Granada
Miércoles, 5 de agosto 2020, 00:50
Fue la mujer más querida de su época. La más influyente. La que atraía todas las miradas. Mucho más que una actriz, mucho más que una cantante. Se llamaba María Antonia Vallejo Fernández, y había nacido en Motril justo a mitad del siglo ... XVIII, en 1750. Tras desempeñarse como artista en diversas poblaciones de Andalucia y triunfar en otras ciudades más allá de Despeñaperros, como Zaragoza, con un gran éxito, llegó a Madrid en 1776, ciudad en la que moriría tan solo 11 años más tarde. En 37 años de vida civil y en tan solo una década de vida artística, puso patas arriba el panorama de la escena de su tiempo.
Ahora, 'La Caramba' ha vuelto a la vida de la mano del conjunto Forma Antiqva, liderado por los hermanos Aarón, Pablo y Daniel Zapico. El pasado día 31 de julio se estrenó en el Teatro Auditorio de El Escorial dentro de su Festival de Verano, un espectáculo musical que disecciona la vida de la artista a través de las músicas de su tiempo, y las que ella misma interpretó.
Precisamente, incluida dentro del espectáculo, está su carta de presentación en Madrid, una tonadilla anónima de su mismo nombre, tal y como ocurre hoy, en muchas ocasiones, con las óperas primas de los grupos de pop. Una 'tonadilla a solo' como reza el programa del espectáculo, donde hermosea sus cualidades como artista: su ligereza en el canto, los dobles sentidos de sus letras, la pícara entonación, los traviesos gestos y el poder de atracción que transmitía con sus vistosos trajes.
Tal fue el terreno en el que se movió la artista motrileña:su especialidad era cantar música cómica con un repertorio centrado en la tonadilla escénica, un género exitoso entonces que incluía piezas musicales breves protagonizadas por tipos populares que satirizaban personajes, situaciones y costumbres. Las piezas incluían seguidillas y boleros. También interpretó papeles en zarzuelas y óperas cómicas.
Fue una de las artistas más completas que pisaban los escenarios de la villa y corte. 'La Caramba' era muy conocida por su modo de bailar el fandango, uno de los bailes más populares en el siglo XVIII junto a la seguidilla y al bolero. De hecho, se decía que el fandango no 'se bailaba', sino que se 'carambeaba'. Y esta fue una muestra más de su influencia, no solo en las artes escénicas, sino en la propia forma de imitarlas por parte del público.
Por ello, es preciso destacar que no solo fue una figura del canto, ya que llegó a convertirse en todo un referente de la moda femenina. Lucía extravagantes atuendos en el Paseo del Prado, siendo imitada por mujeres humildes y por miembros de la nobleza más alta como la Duquesa de Alba o la Duquesa de Benavente. Incluso, se llamó 'caramba' a un adorno vistoso que llevaban las mujeres en el cabello, que hoy en día es fácilmente identificable en numerosos retratos femeninos pintados por Goya.
'La Caramba' se retiró de los escenarios en 1785 tras un sorprendente proceso de conversión religiosa. Abandonó sus lujosos y coloridos trajes para vestirse con un sayal oscuro. Fallecería dos años después. Su leyenda ha continuado viva en la literatura. Especial fortuna tuvo la biografía que de ella escribió Nicolás González Ruiz, en la que, para enganchar al público, hablaba de «las aventuras y amorios de esta famosa actriz. Su vida procaz y desgarrada, de lujo y escándalo, eran la comidilla de la corte; su gracia picante fue delicia de los petimetres y pisaverdes de la época, hasta el súbito arrepentimiento de la gran pecadora».
El homenaje a 'La Caramba' es, tal y como lo describe Aarón Zapico, de Forma Antiqva, «un espectáculo lírico escenificado».. El grupo de los hermanos Zapico es referente internacional en la música antigua con 20 años de trayectoria, y ofrece una producción con 12 músicos y la voz de la soprano María Hinojosa, dirigidos por el propio Aarón Zapico en una propuesta escénica de Pablo Viar. Desde el punto de vista estrictamente musical, se vuelve a las fuentes donde bebe su leyenda, tema de numerosas canciones, libros, zarzuelas y películas de los siglos XIX y XX.
Forma Antiqva reúne a los intérpretes más brillantes de su generación en uno de los grupos españoles más importantes de música clásica. Su prestigiosa carrera incluye conciertos en los más prestigiosos festivales y ciclos de España: Teatro Real, Auditorio Nacional de Música y Fundación Juan March de Madrid, L'Auditori y Palau de la Música Catalana de Barcelona, Palau de la Música de Valencia y, por supuesto, el Festival Internacional de Música y Danza de Granada, donde el conjunto es un habitual, y donde el propio Aarón Zapico ha sido profesor en diversos cursos durante los últimos años. «Estamos como en casa allí», afirma.
La génesis de la obra , según Juan Carlos Garvayo, pianista y director del Festival Música Sur, promotor del proyecto, «vino de la necesidad de rendir un homenaje a uno de los personajes claves de la artes escénicas del siglo XVIII, muy desconocida incluso para sus propios paisanos». Desde este punto de vista, afirma, muy gráficamente, que «para muchos, 'La Caramba' es una cafetería, y se da más relieve al Cardenal Belluga, con una estatua que mira al Teatro Calderó, a pesar de que consideraba pecaminosas las artes escénicas, antes que a la artista más grande que ha dado Motril».
Lo siguiente fue fruto del empuje de Garvayo y el interés que los Zapico se han tomado para poner en pie un programa atractivo, mucho más que la muy compleja zarzuela que sobre el personaje compusiera en su momento Moreno Torroba, calificada por Garvayo como «de gran dificultad técnica».
A pesar de los imponderables, el 26 de septiembre, el Teatro Calderón acogerá el estreno en Granada de una obra que, tal y como afirma Aarón Zapico, «tuvo una vida que hoy daría para una serie de televisión muy interesante».
Desde el punto de vista técnico, la iniciativa contó con la colaborción de Ars Hispana, grupo de investigación especialista en la recuperación de melodías olvidadas. «Tomé las tonadillas originales –estreno en tiempos modernos– y las completamos con música contemporánea para crear un espectáculo lo más homogéneo posible», asegura Zapico. En su transcurso, además de la mencionada tonadilla con el nombre de la artista, suenan obras de autores como José Castel, Barnardo Álvarez Acero y Pablo Esteve. Entre medias, la soprano se dirige tanto a los músicos como al público, y establece con ellos un juego en el que música y palabra se entrelazan, completando el retrato del personaje, la gran 'influencer' de su tiempo, capaz de llenar escenarios, salones y bulevares con su sola presencia.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Las zarceras tras las que se esconde un polígono industrial del vino en Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.