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Susana Díaz en la reapertura de la casa de Bernarda Alba. FOTOS: PEPE MARÍN

La Casa de Bernarda Alba cobra vida

Apenas media hora, lo que dura la visita guiada teatralizada, sirven a quien se acerque desde hoy a Valderrubio, para trasladarse un siglo atrás, a una España de fiesta y pandereta, sí, pero de oscuridad y llanto, también

josé antonio muñoz

Martes, 18 de diciembre 2018, 14:05

Día grande en Valderrubio. La casa en la que se inspiró Federico García Lorca para describir la atmósfera opresiva a la que Bernarda Alba sometía a sus hijas y criadas ya puede visitarse sin miedo. La calle Real, 1 muestra un itinerario entre lírico y ... sobrecogedor, entre lo onírico y lo tristemente real. En una jornada en que la mujer vuelve a ser luctuosa protagonista, Bernarda Alba viene a recordarnos, por boca de Federico, que todas las dictaduras son igualmente perniciosas, se disfracen como se disfracen.

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La inauguración de la casa de Frasquita Alba ha sido mucho más que un acto político, aunque también ha sido así, encabezado por la presidenta en funciones de la Junta, quien con algo menos de media hora de retraso ha llegado al lugar para descorrer la preceptiva placa. Luego, un recorrido también opresivo tanto por la estrechez de las habitaciones como por lo largo del cortejo, donde los codazos, educados eso sí, fueron moneda de uso común. Dentro está la cocina, los dormitorios, el salón de estar, el cuarto de la plancha, todas las estancias en las que se desarrolla el drama lorquiano. Y fuera, el pozo medianero, con el patio empedrado.

Nadie ha faltado a la cita, ni Laura García Lorca, ni Carolyn Richmond de Ayala, ni la nomenclatura de la Junta, la Diputación y los ayuntamientos de la zona al completo.

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Imagen. Un recorrido por la casa de Bernarda Alba PEPE MARÍN

No ha faltado un detalle, la conversación ante la limonada, la costura junto a la chimenea, la mirada lánguida de las actrices en el salón mientras una de ellas bordaba un motivo quijotesco. Todo tan real como la vida misma, como esa tragedia que, según comentó Francisco García Lorca en el prólogo de las tragedias lorquianas, tenía más de real que de inventado.

Apenas media hora, lo que dura la visita guiada teatralizada, sirven a quien se acerque desde hoy a Valderrubio, para trasladarse un siglo atrás, a una España de fiesta y pandereta, sí, pero de oscuridad y llanto, también. Poncia, Bernarda, Pepe El Romano y todos los fantasmas de un pasado terrible les esperan desde hoy en Valderrubio.

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