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Martín Rouret, Luca Mefistófeles, Gabriel Ávila, Leocricia Sabán,, Miguel Ángel Hernández, Pablo Torcuato, Edu Sánchez, Ana Casero y Angelo Theodoro, en el Centro Cultural CajaGranada. PEPE MARÍN

Virtual y Granada, una realidad: 9 historias con mucho futuro

Adentrarse en un videoclip, pasear por El jardín de las delicias, asistir a un concierto en el metaverso o realizar terapias de recuperación. Nueve proyectos locales que dan la vuelta al mundo

Sábado, 13 de agosto 2022, 00:07

Hay que imaginar la realidad para que exista. Los avances de la sociedad pasan por pequeños grandes talentos, mentes brillantes que, un día, construyeron un futuro distinto: la rueda, el ladrillo, el motor, el teléfono, internet... Mentes que, al mismo tiempo, se nutrieron de artistas capaces de vislumbrar milagros imposibles: Julio Verne, Leonardo da Vinci, García Lorca, Goya... Dos universos paralelos que, al chocar, revolucionan el tiempo y el espacio provocando una reacción en cadena imparable. Eso, precisamente, está sucediendo en Granada.

¿Qué saben de la realidad virtual, del metaverso, de la Inteligencia Artificial? Quizás les suene todo a extravagancia tecnológica, a teorías frikis que enloquecen a unos pocos o a pamplinas futuristas que nunca entrarán en su casa. Nada más lejos de la realidad. No hay que irse a Madrid, a Londres o a Nueva York. No. El futuro está aquí, en Granada, donde ya brotan proyectos innovadores que están cambiando la vida: pasear por un cuadro, asistir a un concierto desde el salón de casa, meterse en un videoclip, tratar enfermedades, recorrer el futuro acelerador de partículas o animar una imagen con el simple gesto de la mano. Nueve casos de realidad virtual tan real como granadina. Nueve historias que pasaron por el festival Gravite.

Pintura envolvente, conciertos virtuales y videoclips vivos

Ana Casero, Miguel Ángel Hernández y Pablo Torcuato. PEPE MARÍN

Cuando el Bosco pintó El jardín de las delicias quería que fuera algo especial. Algo más que un cuadro. Una obra en la que el espectador pudiera sentirse dentro, de ahí ese formato en tríptico que abraza al visitante. Cinco siglos después, Ana Casero Rodríguez (Granada, 1999) ha conseguido lo que el Bosco solo pudo soñar: «He desarrollado un programa para visitar El jardín de las delicias en realidad virtual», dice. «Te puedes meter dentro del cuadro y dejar que la atmósfera de sonidos y animación te envuelvan». Así, Casero, artista y animadora 3D, trata de unir dos mundos, el de la pintura clásica y el de los videojuegos: «Puedes interactuar con las figuras que aparecen en el cuadro y observarlas con detalle. El objetivo es acercar a la gente que no es jugadora de videojuegos al mundo virtual». ¿Se imaginan entrar al Museo del Prado y pasear por fuera y por dentro de El jardín de las delicias?

«El objetivo es acercar a la gente que no es jugadora de videojuegos al mundo virtual»

Imaginen ahora que están en casa, a miles y miles de kilómetros de la banda Foo Fighters, pero tienen entradas para un concierto que empieza en cinco minutos. ¿Imposible? «Desarrollamos una aplicación para crear conciertos en realidad virtual. Ya hemos hecho con Steve Aoki, John Zak y Foo Fighters, entre otros». Miguel Ángel Hernández Olmo (Granada, 1990) es diseñador y desarrollador de videojuegos y aplicaciones interactivas. Hernández forma parte del equipo granadino que trabaja en Super Sphere, empresa de Los Ángeles que gestiona conciertos virtuales para público de todo el mundo. «El proceso es muy sencillo: te pones las gafas, entras en la aplicación y de repente apareces en un palco donde tienes vista 360º de un concierto;y puedes interactuar con la gente que tengas a tu alrededor».

El proyecto de Pablo Torcuato 'Torcu' (Guadix, 1999) une en cierta manera la música con la inmersión de El Jardín de las delicias. «Hemos creado una plataforma de experiencias musicales en realidad aumentada –explica Torcuato, que trabaja en Granada con Lorena, David y Silvia–. Buscamos que los usuarios no solo escuchen la música, sino que puedan verla e interactuar con ella». Hablamos de 'Amplitune', una aplicación para móvil o tablet que abre un mundo de posibilidades para los artistas y creadores de contenido musical. «Convertimos la idea del videoclip en una experiencia, en algo que enriquece el proceso».

Una realidad aumentada para curar y tratar enfermedades

Gabriel Ávila, Luca Mefistófeles y Leocricia Sabán. P. M.

La infinita gama de posibilidades que ofrece la realidad virtual va mucho más allá del entretenimiento. Esta tecnología también puede curar. Con esa idea nació el Trabajo de Fin de Máster de Gabriel Ávila (Granada, 1995), ingeniero de Telecomunicaciones, desarrollador de software y actualmente cursando un máster en la prestigiosa escuela Virtual Voyagers. «He creado una aplicación de realidad virtual para usar en rehabilitación de personas, especialmente niños, que tienen problemas troncoencefálicos», detalla Ávila. El tratamiento habitual de estos pacientes consiste en una serie de ejercicios repetitivos de cuello. «Con la app convertimos un proceso aburrido para ellos en algo muy divertido: al ponerse las gafas controlan una nave espacial únicamente con movimientos de cabeza. Es muy sencillo, pero metes a los niños en un mundo inmersivo que disfrutan y, a la larga, tiene mejores resultados para su salud».

También en el ámbito de la salud tenemos a Luca Mefistófeles Conesa (Granada, 1988), las manos del metaverso. «Trabajo en Meta –la vieja Facebook– haciendo realidad virtual, pero tengo un proyecto personal que me apasiona: rehabilitar a pacientes que han sufrido ictus con realidad virtual». Conesa trabaja con un grupo de neuropsicólogos y la Asociación de Daño Cerebral de Granada (Agredace) desarrollando un innovador sistema que ya ofrece resultados muy positivos. «Les ponemos gafas de realidad virtual a los pacientes y entran en entornos muy creíbles como un salón, una oficina o un patio. Ahí realizan ejercicios muy naturales que serían muy complicados de crear de manera rápida en una consulta. Eso les ayuda a entrenar el cerebro y automatiza el sistema de recogida de datos».

«Al ponerse las gafas controlan una nave espacial únicamente con movimientos de cabeza»

Tanto Ávila como Conesa convierten la realidad virtual en una extensión del propio cuerpo; de la propia persona. Esa es, precisamente, la linea de investigación de Leocricia Sabán (Córdoba, 1988), investigadora de la Universidad de Granada que está a punto de presentar su doctorado sobre 'Creaciones en medios inmersivos e interactivos'. «Investigo las posibilidades expresivas del medio. Propongo definir las realidades extendidas y la tecnología aumentada como medios corporizados, porque la experiencia sucede desde el cuerpo y eso lo que hace diferente a la realidad virtual». Sabán, además, trabaja en un proyecto «todavía secreto» de realidad virtual con una importante empresa mundial. «El proyecto es uno de los seleccionados por 'Unity for Humanity', una cumbre global que impulsa proyectos capaces de lograr un impacto social».

Del acelerador de partículas a las partículas en movimiento

Martín Rouret, Edu Sánchez y Angelo Theodoro. PEPE MARÍN

El futuro de Granada pasa sí o sí por el Ifmif–Dones, el acelerador de partículas de Escúzar. Una enorme estructura científica que crece poco a poco, afianzando cada pasa en el camino. ¿Y si pudiéramos adelantarnos en el tiempo? ¿Y si fuera posible recorrer los pasillos del teórico acelerador de partículas antes de su construcción para tomar así las mejores decisiones? Pues no es que sea posible: es una realidad. Martín Rouret (Argentina, 1994), es investigador de Realidad Virtual de la UGR. «Hemos creado una simulación para que los diseñadores puedan entrar dentro del acelerador y verificar que lo que desarrollan tienen sentido: modificar algunas piezas, los tamaños por lo que se mueven los operarios ahí dentro, las herramientas de mantenimiento remoto...». Esta herramienta se pensó, inicialmente, para los trabajadores del Ifmif–Dones, pero ya están trabajando en otra versión abierta al público general, para que cualquiera pueda visitar el acelerador y ver sus entrañas.

En estos momentos, las grandes empresas tecnológicas del mundo están desarrollando sus propios metaversos. Ya saben: universos virtuales que visitaremos con nuestros avatares y donde podremos llevar una vida paralela: compras, reuniones de trabajo, vida social… Y jugar, claro. Edu Sánchez (Marbella, 1980) es diseñador narrativo y guionista: «He guionizado algunas experiencias del metaverso que Vodafone abrirá en breve. He escrito un escape–room y alguna que otra sorpresa interactiva que el usuario podrá disfrutar conforme la encuentre». Por si lo piensan, esto no tiene nada que ver con escribir un libro o una película. «Es muy diferente, claro –añade Sánchez–. Hay que diseñar un ritmo específico para que la experiencia sea cómoda y se disfrute».

«Hemos creado una simulación para que los diseñadores puedan entrar dentro del acelerador y verificar que lo que desarrollan tienen sentido»

Angelo Theodoro (Nápoles, 1983) lleva tres años viviendo en Granada y una vida dedicada a crear videojuegos. «Trabajo en una empresa inglesa, The Multiplayer Group', que tiene una sede en Madrid», explica el italiano con ascendencia griega. «Pero tengo un proyecto personal, una herramienta para animar imágenes en dos dimensiones: 'Spooky Ghost'. Dando unas órdenes muy sencillas puedes hacer que se mueva de distintas maneras con un gesto de la mano».

Ya ven. Nueve casos muy concretos para entender que la realidad virtual es muy real, muy latente y muy cercana. Un futuro prodigioso que se imagina desde Granada.

P. M.

GRInteractiva

GR Interactiva es un grupo que pretende aglutinar a todos los profesionales de Granada del sector interactivo: realidad virtual, project mapping, videojuegos, efectos especiales, animación... Organizan charlas y demostraciones. Si le interesa, tiene más información sobre el calendario y las propuestas del grupo en la cuenta de Twitter @GRInteractiva .

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