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Miguel Ríos, Ana Belén, Víctor Manuel –en la pantalla–, Gabilondo y Serrat, durante la charla. Ramón L. Pérez
80 cumpleaños de Miguel Ríos

Cinco corazones y muchos recuerdos tendidos al sol

Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Víctor Manuel, Miguel Ríos e Iñaki Gabilondo se reunieron en el Palacio de Congresos para compartir vivencias

Sábado, 8 de junio 2024, 14:49

En una de sus canciones más conocidas, el cantante asturiano Víctor Manuel se autodefinió como «un corazón tendido al sol». Cuando se llevan tantos años de experiencia a las espaldas, todos los corazones acaban, de una forma u otra, tendidos al sol, teñidos de nostalgia, algo deshilachados por experiencias que, se quiera o no, van definiendo existencias que, en el caso de los artistas, mojan y queman por igual.

En la mañana de este sábado, y en el marco del encuentro–homenaje del cual está siendo protagonista Miguel Ríos con ocasión de su octogésimo cumpleaños, se reunieron en la sala Falla del Palacio de Congresos cuatro de esos corazones tendidos al sol. Cuatro de artistas –el propio Ríos; la actriz y cantante Ana Belén; su marido, el también cantante Víctor Manuel, quien intervino por vía telemática; el cantautor Joan Manuel Serrat, y el periodista Iñaki Gabilondo. Todos ellos compartieron recuerdos y vivencias en una charla que llenó por completo el espacio. De hecho, desde una hora antes del inicio del encuentro –que, como los buenos conciertos de rock, comenzó con retraso– ya había personas esperando para entrar.

«El cariño y la amistad fueron los responsables de que la gira que hicimos en común fuera un éxito»

Joan Manuel Serrat

La primera pregunta fue obvia, y la formuló Gabilondo: ¿cualquier tiempo pasado fue peor? Ciertamente, para ellos, el tiempo pasado fue muy intenso, pero el de ahora tiene muchos más capítulos. Los primeros se escribieron en la Gran Vía madrileña, en una cafetería, la California, donde, como recordó Víctor Manuel, «se escribió buena parte de la historia del pop en España, porque había una camarera, Herminia, que nos fiaba los bocadillos». En una misma mesa, se podía encontrar a Juan y Junior, Tino Casal o Jaime Morey, por citar algunos nombres ilustres.

El siguiente tema que se introdujo fue el de la gira que les reunió en 1996, y que se llamó 'El gusto es nuestro'. El periodista les preguntó si fue complicada, teniendo en cuenta que se unieron cuatro egos profesionales cebados con carreras de éxito. «En ningún momento tuve dudas al respecto de si la gira iba a ir bien o no», aseguró Ana Belén. El trabajo fue elegir las canciones que debían figurar en la gira. «Fue cuestión de poner todas las canciones encima de la mesa, e ir eligiendo. Al final, todas las canciones acabaron siendo compartidas», aseguró Joan Manuel Serrat. «El cariño y la amistad, el ser una familia, y seguimos siéndolo hoy, hizo que la gira fuera un éxito», dijo la cantante, a lo que el catalán respondió asegurando que su relación «tiene muchas aristas, pero ninguna de ellas araña».

Compatibilidad

Una reunión como esta tiene que tener música, y la de este sábado tuvo la letra de 'Hoy puede ser un gran día', la canción con la que se iniciaron los conciertos de aquella emblemática gira. Recordó Víctor Manuel cómo la admiración le embargaba cada vez que uno de sus compañeros ocupaba el escenario, a base de interjecciones y cariñosos tacos. No estuvo exento aquel periplo de sitios donde calmar el hambre con clase, aunque a veces el granadino –«estaba zumbado entonces», sentenció– se fugara camino del gimnasio «para conservar la línea».

La identificación de unos con otros es tal que, incluso, en un bar, Joan Manuel Serrat fue confundido con Víctor Manuel, y hablando en catalán / valenciano, tuvo que responder, como asturiano y marido de Ana Belén, a numerosas preguntas relacionadas con su día a día. También compartieron algunos pequeños grandes desastres sufridos en giras por Hispanoamérica, con orquestas que no terminaban de leer las partituras, y que estuvo a punto de terminar con el fingimiento de un desmayo, «una de las soluciones que podrán leer en un manual de próxima publicación», dijo con humor.

El público llenó la sala Falla del Palacio de Congresos. r. l. p.

Sí que coincidieron todos en que cualquier tiempo pasado fue peor en el tratamiento que recibían los artistas. «Muchas veces se nos olvida en qué condiciones hemos trabajado», dijo Ana Belén. Escenarios que se apagaban en Galicia por falta de tensión eléctrica; equipos tan limitados como los de un circo, pisos alquilados en la madrileña Cuesta de San Vicente para montar un local de ensayo, y en el que los músicos se distribuían por las habitaciones (el batería tocaba en el cuarto de baño), público que se queja por no oír con equipos de 30.000 vatios... Juntos y por separado, estos cinco corazones tendidos al sol tienen mucho que contar, y mucho que cantar. «Si montarais una gira, seguiríais llenando plaza de toros», dijo Gabilondo. Ojalá fuera así, por el bien de la música.

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