Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Daniel Maldonado (Granada, 1991) pasea por las calles de Cádiar, cogiendo aire. «Estoy dando un taller inmersivo de realización cinematográfica», dice el director, guionista y productor granadino. «Es una experiencia muy bonita –sigue–. Y sienta bien, porque vengo de un rodaje muy intenso. Muy físico». Habla de 'Geografía de un conflicto', título provisional de su último largometraje: un documental en el que recorre 24 horas en Granada a través de una veintena de escenarios y personajes repartidos por toda la provincia. Un día en el que las cámaras graban las entrañas de una plantación de marihuana, un barco pesquero en Motril, los viajes de un taxista por Almanjáyar, Zaidín o Chana, una peña flamenca, el colegio CajaGranada o el instituto Padre Suárez, el desierto de Gorafe, la Alpujarra... e, incluso, una fiesta techno en La Copera.
«Hay escenas, pocas, en las que hemos usado actores profesionales. Por ejemplo, en la plantación de marihuana, que es un cultivo real. Pero la película es un documental, sin duda. Un documental de ensayo». Maldonado ha contado con la participación de los intérpretes Diego Domínguez ('Violetta', 'Perdóname, Señor') o Rubén Bernal ('El secreto de Puente Viejo', 'Mía es la venganza'), así como de otras personalidades reconocidas de Granada: el cantaor Juan Pinilla, el cineasta José Sánchez–Montes, la arquitecta Elisa Valero, el profesor Domingo Sánchez–Mesa o el pianista Ambrosio Valero, entre otros.
«Es una película experimental y muy libre, con una voluntad artística muy fuerte –detalla el director–. La brújula de la historia es pasar 24 horas en Granada, un guiño directo a 'El hombre de la cámara', de Dziga Vértov». En ese tiempo ficcionado, la cámara de Maldonado se ha adentrado «en rincones poco explorados». «Uno de los grandes hallazgos personales, una de las historias que me conmovió más fue la de los pescadores de Motril. Les acompañamos a Almería y fue realmente impresionante. Son admirables». Otro de los lugares más llamativos es el cultivo de marihuana. «Creo que no se ha hecho nada parecido. Es un tema que siempre me ha preocupado mucho en Granada y queríamos tratarlo».
En el film, que se ha rodado íntegramente en la provincia de Granada entre los meses de abril y junio, se mezclan historias diversas: un grupo de alumnos de secundaria que asisten a una charla sobre cine en analógico, un taxista que recorre las calles de la ciudad, un actor que llega a la ciudad y decide ir a una fiesta techno, un cineasta obsesionado por captar imágenes, un documentalista que reflexiona sobre la dificultad de hacer una película o una guarda forestal que recorre largos trayectos en busca de una fotografía.
«La película –describe Maldonado– tiene que ver más con la melancolía, la nostalgia, la soledad, el anhelo, la ensoñación, la automatización, la obsesión por las imágenes y por el cine. Tiene más relación con esas emociones y conceptos que con una estructura dramática convencional de planteamiento, nudo y desenlace. Hay un trabajo conceptual que he desarrollado durante meses, donde partí de la simple idea de filmar lugares y los personajes que los habitan, y después apareció la idea de estructurar según ambientes o incluso horarios de actividad. Por último, en el propio rodaje, nuestro principal objetivo ha sido la búsqueda de la realidad y la estética».
El punto de partida del proyecto es la fascinación que el director siente por su tierra natal, Granada, un sentimiento que él mismo describe como «de amor y odio». «La película nace de una obsesión artística con Granada. He deambulado en tantas ocasiones por los distintos escenarios de la provincia que es inevitable que gran parte de mi imaginario provenga de estos espacios. Pero, por otro lado, detesto el provincianismo de Granada y sus limitaciones. A partir de este detonante, empecé a pensar en componer un mosaico de lugares y personajes que me resultaran interesantes».
Entre los cineastas que más han inspirado a Maldonado en este proyecto están Dziga Vértov, Jean Rouch o Abbas Kiarostami y, muy especialmente, Albert Serra. «Sin él no habría sido posible. Él me motivó para sacar adelante el proyecto y también hay mucho de Albert Serra en el método que he usado para filmar. La cámara se aproxima a los personajes y a los lugares como si los estuviera espiando y eso genera una confusión acerca de qué es realidad y qué es ficción». La película se ha rodado en gran variedad de formatos (16mm, Super8, Digital y MiniDV) y también se ha usado fotografía analógica en 35mm y 120mm.
'Geografía de un conflicto', una producción de Macciona que podremos ver en 2025, es el primer largometraje que dirige Daniel Maldonado, artista que se formó como actor en Remiendo Teatro, Work in Progress y con Juan Carlos Corazza; y en dirección cinematográfica con cineastas de la talla de Víctor Erice y Albert Serra. Maldonado ha desarrollado proyectos como 'Fantasía y Hedonismo Lúdico', 'Luz', 'Hiroshima espiritual', 'José Díaz: lucha de una vida' y 'Ojalá', una instalación artística inspirada en la obra del genio granadino José Val del Omar.
Además, Maldonado suele colaborar con instituciones y festivales realizando talleres sobre cine y actuación, como el que ahora mismo le ocupa en Cádiar. De hecho, uno de los grandes proyectos del granadino sigue la estela de la formación: «Mi energía está en terminar la película, pero también tengo la intención de abrir una escuela de arte en Granada, a medio plazo. Ya tenemos hasta el local en el Zaidín, cerca de los Cármenes».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Fermín Apezteguia y Josemi Benítez
Fernando Morales y Álex Sánchez
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.