Granada se pone guapa para los Goya

No es fácil encontrar la ocasión idónea para lucir un esmoquin. Este traje de chaqueta con solapa satinada, fajín y pajarita es un símbolo de elegancia, pero el protocolo no permite llevarlo en cualquier momento, aunque pueda apetecerte. Sin duda, la gala de los premios Goya es uno de esos pocos espacios en los que esta vestimenta será más que bienvenida. El próximo sábado la alfombra roja que conducirá al Palacio de Congresos de la ciudad, donde se celebra la gran gala del cine español, será un escaparate para este tipo de indumentaria. En las tiendas de Granada donde se pueden alquilar esmóquines llevan semanas con mucho más trabajo de lo habitual. Son unos de los muchos negocios que están notando la llegada un evento como este.

Estos días es imposible pasear por Granada sin ser consciente de que el cine y Goya lo impregnan todo. Los hay ingeniosos que animan a adquirir joyas en sus negocios en boca del propio Goya o clínicas dentales que han colocado bustos del pintor en su escaparate para llamar la atención de los viandantes. En las tiendas de trajes de caballero, los maniquís se han vestido de esmoquin para la ocasión. No es lo habitual, explica Virginia, propietaria de Diákara, pero han aprovechado el evento para recordar que quien lo necesite puede alquilar su traje de gala en esta tienda.

«En estas fechas no solemos tener peticiones de esmóquines, pero sí llevamos algunas semanas recibiendo llamadas para preguntar si tenemos disponibilidad», indica Virginia, que también es la que se encarga de hacer los arreglos a los trajes para que se ajuste perfectamente al cuerpo de cada invitado. Lo ideal, indica, es que se reserven con algunas semanas de antelación para que tengan tiempo de prepararlo con tranquilidad. No obstante, están preparados para atender a los rezagados de última hora. «Alguna vez hemos tenido que hacer el arreglo en el mismo día. Si es necesario, lo hacemos, tenemos el taller aquí mismo», apunta mientras señala a la parte de atrás del local.

En la tienda de Javier Cañizares, en la calle San Antón, Catalina, Reyes y Ana explican que en las últimas semanas han atendido cerca de cuarenta peticiones de esmóquines confirmados, más los que han llamado para preguntar, aunque todavía no han concretado. Recuerdan que «aunque (el cliente) venga el día de antes» lo tendrá preparado para el momento de la gala. Además, aseguran que de todos los tipos de trajes que se alquilan, lo menos habitual es el esmoquin, porque el protocolo no permite llevarlo en cualquier evento. Eso sí, en su escaparate siempre hay un cartel en el que se indica que hay esmóquines. Aunque en estas semanas, cada día les quedan menos.

Todos los detalles

José Antonio González es propietario y sastre de Sastrería González, situada en la Carrera de la Virgen. Lleva décadas dedicado al negocio y recuerda que su oficio, el de sastre, está cada vez más en peligro de extinción. También afirma que, al igual que en otros negocios similares, ha notado en estos días que se han pedido más esmóquines de lo común con motivo de la celebración de la gala de los Goya. Aunque afirma que durante el resto del año también tiene peticiones para fiestas, puestas de largo o eventos empresariales. Recuerda, no obstante, que para llevar un esmoquin hay que tener en cuenta no sólo el traje, sino otros detalles como llevar una camisa adecuada sin botones a la vista o con un cuello preparado para llevar pajarita. «Yo siempre se lo recuerdo a los clientes, aunque luego son ellos los que toman la decisión», precisa, mientras pone el acento en la importancia de cuidar todos los detalles. Sobre la antelación necesaria para tener el traje a punto, González dice que lo ideal es que se haga la solicitud con cinco semanas. Si llegan después, se arriesgan a que no tengan la talla que necesitan.

En Cañizares Concept, Carmen, que trabaja en la tienda, asegura que el esmoquin es mucho menos habitual que el chaqué. Sólo se pide en momentos puntuales. Pero estas semanas la cosa ha cambiado y han tenido más clientes de lo habital con esta demanda.

El próximo sábado, este traje que comenzó a usarse en el siglo XIX, tomará protagonismo en la alfombra roja. Habrá quien apueste por lo clásico y quien decida innovar. Pero lo que está claro es que todos los ojos estarán puestos en la indumentaria de los que hagan este camino hacia el Palacio de Congresos para vivir una noche de película.

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