José Manuel Jiménez rodeado de algunos de sus trabajos como montador. R. I.

El montaje granadino del cine español

José Manuel Jiménez está nominado en los Premios del Cine Andaluz por 'Un mundo normal', de Achero Mañas, una de las grandes películas española de la temporada

Jueves, 28 de enero 2021, 00:58

José Manuel es un niño de Granada. Sus padres entran en casa con un vídeo Betamax. El pequeño pulsa el botón rojo del cabecero para grabar el film que echan en Televisión Española: 'En busca del Arca Perdida'. Usando otro vídeo, aprende a ... quitar los anuncios de la grabación para dejar la cinta como si fuera el montaje original de Steven Spielberg. De adolescente, utiliza la tarjeta de sonido del ordenador para capturar diálogos de películas. Al terminar selectividad se marcha a Madrid a estudiar cine. Monta cientos de cortometrajes y aprende. Aprende tanto que consigue su primera película. Achero Mañas le llama por segunda vez. Su mujer, Ariadna, está embarazada. «Sale de cuentas en junio, ¿terminaremos a tiempo», pregunta José Manuel a Achero. El 4 de junio termina el montaje final de 'Un mundo normal' y al llegar a casa su mujer se pone de parto. Ariadna cumple un año y medio. Le nominan a mejor montaje en la 33 edición de los Premios del Cine Andaluz. José Manuel descuelga el teléfono desde Madrid: «Me hace una ilusión que no te puedes ni imaginar», dice, antes de recordar la vez que entró el Betamax en casa.

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José Manuel Jiménez (Granada, 1977) es montador de cine y televisión, entre otras cosas, por la pasión por las historias que sus padres, profesores de la Universidad de Granada, fomentaron en su casa. «Somos una familia de amantes del cine hasta la médula. Cuando trajeron el vídeo creció no sólo un amor por ver películas, sino también por editarlas». Tras licenciarse en Comunicación Audiovisual en la Complutense y especializarse en montaje en la Escuela de Cine de Madrid (Ecam), empezó como ayudante en cintas como 'Lobo' (2004) o 'Gal' (2006), ambas del director Miguel Courtois. «También hice docenas y docenas de cortometrajes, mi auténtica escuela. Y en 2006, por avatares del destino, monté mi primera película, 'Amanecer en Asia', de Dionisio Pérez Galindo».

Desde entonces, la vida de Jiménez ha estado ligada a la ficción con grandes proyectos audiovisuales. Es el montador, entre otras muchas, de dos de las películas españolas más aclamadas por público y crítica de los últimos años: 'Buñuel en el laberinto de las tortugas' (Salvador Simó, 2019. Ganador del Goya a mejor película de animación) y 'Gernika' (Koldo Serra, 2016). También trabajó en 'Caminantes', la serie de terror creada por José A. Pérez Ledo, y en la segunda temporada de 'Las Chicas del Cable', para Netflix. «Fue muy interesante colaborar con este gigante del 'streaming'. Repetí con ellos para otra película, 'A pesar de todo' (Gabriela Tagliavini, 2019), una comedia de enredos protagonizada por Blanca Suárez, Amaia Salamanca, Belén Cuesta y Macarena García».

Su último estreno ha sido 'Un mundo normal' (2020)que, lejos de seguir su título, está siendo una «alegría extraordinaria». Lo cierto es que esta es la segunda vez que Jiménez trabaja con el director Achero Mañas ('El bola', 'Noviembre'), con quien guarda muy buena relación. «Hicimos juntos 'Todo lo que tú quieras', en 2010, que fue su película anterior. Trabajar con Achero es un gustazo. Es divertido y aprendo muchísimo. El proceso de montaje con él es bastante más largo de lo habitual, las películas con Achero son momentos de tu vida. Hemos estado 24 o 25 semanas editando».

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Para el granadino, en el cine del director madrileño «no hay caballos ni molinos, pero son películas de Quijotes». Es el caso de 'Un mundo normal', en la que Ernesto (Ernesto Alterio) decide cumplir el último deseo de su madre: lanzar su cadáver al mar. «En contra de todo el mundo –explica Jiménez–, emprenda una loca 'road movie' a la playa. Es una película tierna que habla de la importancia de la individualidad, de lo importante que es ser uno a pesar de los demás, de las convicciones». José Manuel Jiménez está nominado a mejor montaje por 'Un mundo normal' en los Premios del Cine Andaluz que entrega este sábado la Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía (Asecan).

«Me haría mucha ilusión cualquier premio para Gala Amyach y a Ernesto Alterio»

«Me hace una ilusión que no te puedes ni imaginar. Ha sido un año tan extraño que la película ha tenido una carrera comercial difícil, así que este reconocimiento, nada más que la nominación, ya es una pasada». La carrera de la película sigue creciendo y, para Jiménez, hay dos claves fundamentales:«Me haría muchísima ilusión cualquier premio para Gala Amyach (hija de Achero Mañas) y para Ernesto Alterio. Otros premios, incluidos al montaje, son más que bienvenidos –ríe, sincero–. Pero esos dos me harían especial ilusión por haber sido testigo del trabajo que hay detrás y del resultado. Han hecho un trabajo precioso».

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José Manuel, que sigue muy vinculado a Granada, acaba de terminar el montaje de 'Ana Tramel', para Televisión Española, una miniserie de seis episodios –aún pendiente de fecha de estreno– ambientada en el mundo de la corrupción del juego y protagonizada por Maribel Verdú. Además, lleva más de un año enfrascado en la próxima película de animación de Salvador Simó, 'Dragonkeeper', «una de aventuras para toda la familia, una historia muy divertida para la que todavía tenemos mucho trabajo». Y en marzo se incorpora a una cinta de terror que dará mucho que hablar...

Ariadna, su hija, que esperó a que José Manuel terminara el montaje final de 'Un mundo normal' para nacer, crece ahora en una casa en la que late el amor por el cine. «Aurora, mi mujer, trabaja haciendo efectos especiales para series y películas. La peque está creciendo entre montajes y efectos digitales. Esperemos que salga algo bueno».

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«Somos los encargados de dar estructura, ritmo y alma a la película»

Seguro que han escuchado muchas veces lo de 'montador', pero, ¿sabrían decir qué hace exactamente? «Trabajamos directamente con los directores y somos los encargados de dar estructura, ritmo y alma a la película –explica José Manuel Jiménez–. No solamente nos encargamos de la construcción plano a plano, sino que una vez obtenido un primer corte, empezamos a cincelar lo que sobra para obtener la escultura final: movemos secuencias, eliminamos otras, cambiamos el orden de la película... Siempre con la idea de que la información y la emoción llegue al espectador de manera satisfactoria». Para Jiménez, el poder de transformación del montaje es «alucinante». «Si el director y el productor de una película son el padre y la madre, el montador es uno de sus tíos. El tío con el que se lo pasan siempre bien».

¿El secreto para que brille un montaje? «La emoción. Sea cual sea. Hay que escarbar y conectar con el espectador y parte de ese trabajo viene de la sala de montaje». Y como curiosidad, el proceso de montaje empieza paralelo al rodaje, no al terminar. «Lo que hacemos es construir un primer corte en solitario con el material que nos llega día a día desde el set. En esa fase, somos los que más información tenemos de la evolución de la película. La relación con el director suele ser muy creativa y de confianza».

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