Antonio M. Arenas descansa sobre un muro abandonado, en el barrio de Trinidad. J. E. Cabrero J. E. C.

El niño granadino que deseó ser tan 'Big' como Tom Hanks

Antonio M. Arenas está a los mandos del Festival Internacional de Jóvenes Realizadores, que inaugura la edición 28 el próximo martes

Lunes, 24 de octubre 2022, 14:20

«¡Antonio!». La voz de la madre suena lejos, como las olas del mar. «¡Antonio!». El niño sigue sentado en su butaca, con un reguero de migas en las piernas, el papel albal hecho bola en la mano y los ojos clavados en la pantalla ... del cine de verano. «¡Antonio Miguel!». Los dos nombres rompen el hechizo y el zagal regresa a la noche de Velilla. Por el camino a casa, mira las esquinas, las calles, los chiringuitos… rastrea Almuñécar como si fuera la primera vez, por si encontrara, como en la película, una máquina de los deseos. «Cuando uno ve 'Big' piensa que la vida va de crecer, de enamorarse, de tener un trabajo… Yo deseaba ser como Tom Hanks y tocar el piano bailando».

Publicidad

Noticia Relacionada

Treinta años después –más o menos–, en el número 17 de la calle San Jerónimo huele al primer café de la mañana. Una mañana extraña, para ser octubre. «El verano no se va ¿eh? Seguimos en manga corta», dice Antonio M. Arenas (Granada, 1986), al entrar al coworking donde trabaja habitualmente. Al fondo del local, Nano, diseñador gráfico, le hace una señal con los dedos. «Échale un vistazo». En el ordenador están los programas definitivos del 28 Festival Internacional de Jóvenes Realizadores de Granada (FIJR). «Me encantan. Tírale», responde Arenas. «Al final –sigue–, como director de algo así no paras, estás todo el día entre el teléfono y reuniones. Pero me encanta».

Nano y Antonio M. Arenas, en San Jerónimo 17. J. E. C.

La culpa del cine, de su amor por el cine, la tiene el verano. «Quise ser actor, como Hanks o Michael J. Fox. Es algo que no llegué a probar, donde no hay no se puede sacar», ríe divertido. Pero aquella fascinación por lo que ocurría en la pantalla, por aquellas películas que veía una y otra vez en Velilla, descubrió una vocación genuina y poderosa. Al terminar el instituto, dejó su Realejo natal para estudiar Comunicación Audiovisual en Málaga. Allí, con un grupo de amigos, montó la revista 'Magnolia', donde escribía críticas, entrevistas y crónicas de festivales.

Luego se mudó a Madrid y se convirtió en colaborador habitual de numerosos medios. «Empecé con la crítica de cine, como Godard y Truffaut», bromea el granadino. Y sí, esos eran sus referentes, pero también Sam Raimi, uno de sus directores favoritos: «la última del Doctor Extraño es un disfrute»; o el actor Will Ferrell, que le vuelve loco: «es un tipo que ha cambiado la comedia americana. Me encantaría traerlo a Granada».

Entonces llegó 2017 y el festival de cine documental Punto de Vista le cambió la vida. «Conocerlo desde dentro fue algo muy enriquecedor. Pensé: igual esto me gusta». Arenas se matriculó en la primera promoción del Posgrado de Comisariado Cinematográfico de la Escuela de Cine Elías Querejeta, gracias al que pudo participar en el Festival de San Sebastián. «Paralelamente, me uní al equipo del FIJR, con José Luis Chacón al frente. Un equipo muy bonito, con pocos medios y limitaciones, pero que nos daba la oportunidad de asumir responsabilidades y de hacer algo por Granada».

Publicidad

¿Y así llegó a ser director?

–No, no. Eso fue una noche de Navidad, venía de comprar un libro en Ovni y de tomar algo con Idoia, Julio, Ana… los que ahora forman el equipo del FIJR. Y sucedió el milagro de Dickens.

La propuesta

En 2020 cambió el gobierno de Granada y el FIJR se quedó sin equipo. La edición número 26 se celebró con el añadido de 'Los premios Lorca'. «Esos premios se siguen haciendo y me parece muy bien –subraya–, pero por lo que sea no convencieron en el Ayuntamiento». Así llegó aquella noche navideña en la que Arenas propuso a sus amigos montar un festival de cine documental musical. «Fue una idea de bar, pero les encantó. Y nos lanzamos a la aventura». Semanas más tarde y varias reuniones después, aquella chispa se convirtió en el germen del nuevo-viejo FIJR. «Me propusieron hacer el festival de siempre con el añadido de la música. Una mezcla que funcionó bien. Muy bien. Fue muy bonito».

Publicidad

J. E. C.

La edición 28 será la segunda que Arenas dirija «con la ilusión del primer día», pero «con la espina de no haber despedido como se merecía al equipo anterior, que mantuvo vivo el festival». El granadino, con la taza de café en la mano, mira arriba y hace memoria. «El FIJR es el único que queda. Perdimos Cines del Sur y Retroback. Recuerdo un runrún, hace años, que lamentaba que hubiera tres festivales pequeños en vez de uno grande. Y mira, al final tenemos uno humilde. Faltó visión para consolidar los tres, que eran citas en distintas épocas del año para diferentes públicos».

«Sería fantástico que el Multicines se protegiera, que fuera BIC y que se convirtiera en lo que fue: El palacio del cine»

De vez en cuando, Arenas recorre las calles del centro de Granada como aquella vez en Velilla, cuando salió de 'Big' y buscó una máquina de los deseos. «Pediría un cine en el centro. Ese es mi sueño, montar una sala independiente en el centro de Granada. Y el sitio ideal es el Multicines. Ya, ya, es un proyecto de ciudad que se me escapa de las manos, pero sería fantástico que se protegiera, que fuera BIC y que se convirtiera en lo que fue: El palacio del cine. Pero con una cafetería, sala de exposiciones… como Matadero, en Madrid; Albéniz, en Málaga; o Tabacalera, en San Sebastián».

Publicidad

Al menos nos queda Madrigal.

–A mí me da alegría pasar por el Madrigal y ver las colas que se forman. Demuestra que hay público. Y el Madrigal tiene un tipo concreto de público. Pero a Granada no llegan la mitad de las películas que se estrenan en Madrid o Barcelona… Como 'La consagración de la primavera', de Fernando Franco, una de las mejores del año. Cuando ves esas cosas piensas que hace falta un espacio que llene ese hueco.

J. E. C.

El martes, a las 20.00 horas, el FIJR se inaugura con la proyección de 'Secaderos', dirigida por la granadina Rocío Mesa. «Me interesa el cine que tiene un pie en la realidad». Y así, con el último sorbo del café, Arenas devuelve los dos pies al bullicio de la mañana, que todavía queda mucho por hacer.

Publicidad

«¡Un momento! –se interrumpe, con un pie por aquí y otro por allí– Que no te he hablado de mi cineasta favorito: Shyamalan. Cuando vi 'El bosque' me cambió… Tiene una forma de entender el cine muy humana. Es súper consciente de que es un espectáculo, pero al mismo tiempo quiere cambiar el mundo. Eso es el cine, un espacio en el que te miras y quieres salvarte». Lejos, más allá del mar, una madre llama a su hijo con sus dos nombres. «Me encanta el cine».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad