Público en el cine Madrigal, antes de que comenzara el pase de 'La sociedad de la nieve'. RAMÓN L. PÉREZ

El Oscar de 'La sociedad de la nieve' era el Madrigal

La mítica sala granadina celebró la película de Bayona y viajó a aquellos días en los que nunca había butacas vacías en el número 14 de la Carrera de la Virgen. «Así era cuando abrió. Todo el mundo iba al cine»

Lunes, 18 de marzo 2024

Es lunes y en las papeleras de la Carrera de la Virgen asoman tarrinas de helado recién apuradas. El barullo se siente desde lejos, como cuando se acercan los tambores de una procesión en Semana Santa. «¿Qué pasa ahí, mamá?», pregunta un niño extrañado. «Parece ... que van al cine», responde la mujer, que mira a ambos lados para comprobar que no ha viajado en el tiempo, que siguen siendo las siete y media de la tarde del 18 de marzo de 2024. En ese preciso instante, Juan Torres Molina abre de par en par las puertas de su casa. «Tener la sala completamente llena es muy poderoso, muy importante –resopla–. Así era antes, cuando abrió el Madrigal. Todo el mundo iba al cine».

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Hacía mucho, mucho tiempo desde la última vez que vimos el Madrigal lleno hasta la bandera. 450 granadinos asistieron al pase de 'La sociedad de la nieve' que el Ayuntamiento y Netflix organizaron en Granada, previa a la visita del director Juan Antonio Bayona y la productora Sandra Hermida al teatro Isabel la Católica, que será este martes. «Es bonito ver 'La sociedad de la nieve' en el Madrigal porque es una película que se rodó en Granada, muy nuestra... Aunque me hubiera gustado tenerla a tiempo completo, estoy muy agradecido de que nos hayan dado un papel en esta historia. Es maravilloso que las instituciones se acuerden de nosotros».

La cola llegaba hasta El Corte Inglés. R. L. P.

Con la sala así, tan plena y bulliciosa, Torres Molina se permite un flashback. «Al principio, los fines de semana se llenaba y entre semana se hacían recaudaciones que ya quisiéramos hacer ahora los sábados y domingos... Pero nos vamos acercando». Porque, aunque las taquillas de 2.000 butacas vendidas en un sábado sigan siendo un espejismo, las cifras están empezando a cambiar. «Lo hemos pasado mal, hemos estado a punto de lo peor... Pero el público está volviendo al cine. Nos estamos salvando». 'El maestro que prometió el mar' ha sido la película más taquillera de los últimos 15 años, con otros títulos destacados como 'Perfect Days', 'Fallen Leaves', 'Cerrar los ojos' o 'Secaderos'. «Está siendo una temporada impresionante».

Torres Molina se coloca discretamente al final de la sala, envuelta en ese aroma de cine y nostalgia, para unirse a la tripulación del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya. La película de Bayona ganó 12 Goyas y estuvo cerca del Oscar. «Soy de los pocos que todavía no ha visto la película –susurra–. Y la voy a ver aquí, en un Madrigal lleno». Ese es el premio.

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«Un golpe de suerte»

Lara, Elvira y Ana (madre de Elvira), cuando creían qu no podrían ver la película. R. L. P.

Las entradas para ver 'La sociedad de la nieve' en el Madrigal se agotaron en quince minutos. Elvira y Lara, de 14 años, no tuvieron suerte pero, aún así, están en la puerta del cine. «Por si aparece Bayona o hay un golpe de suerte», dicen nerviosas. Jorge se levantó a las 6.30 para ir a la Plaza del Carmen. «Llegué el tercero y conseguí cuatro entradas. La cola llegaba hasta Puerta Real». Él, Alba, Elena y Cristina son los primeros en entrar a la sala. «Es la primera película que vemos en el Madrigal, por eso queríamos llegar pronto, para conseguir buenos sitios», explican.

Alejandro, de 25 años, esperó una hora para conseguir sus entradas. «Cuando la vi en Netflix pensé que ojalá haberla visto en cines. Cuando se presentó la oportunidad no dudé». La del Madrigal será la quinta vez que David vea 'La sociedad de la nieve' en el cine. «Más alguna que otra vez en casa... Me encanta la película, está hecha con una sensibilidad increíble», señala el profesor, que ha impreso un póster de la película en cartón pluma para que se lo firme Bayona, en el Isabel la Católica.

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Los primeros en entrar a la sala; David, con su póster; y Juan Torres Molina, con la pantalla de fondo. R. L. PÉREZ

Pasaban cinco minutos de las ocho de la tarde cuando el haz del proyector rompió la penumbra de la sala. Elvira y Lara están sentadas en la última fila. «¡El golpe de suerte!», exclaman divertidas. A su lado, Torres Molina contempla nervioso una escena que parece sacada de otro tiempo:la sala llena. Si has crecido yendo al Madrigal, lo imposible es no emocionarse con este viaje.

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