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Mari y Jonás, personajes de 'Historia de Pastores' IDEAL
Recuerdos del futuro de Puebla de Don Fadrique

Recuerdos del futuro de Puebla de Don Fadrique

El Madrigal proyecta la película 'Historia de pastores' dirigida por Jaime Puertas y protagonizada por vecinos del municipio del Altiplano

Miércoles, 6 de noviembre 2024, 00:15

A Jaime lo conocen en Puebla de Don Fadrique como el 'zagal de las películas'. Allí pasó su infancia, y allí sintió el impulso de hacer cine grabando a su madre, a su abuela y a las amigas de su abuela, «no puedo desvincular el gesto de filmar con el lugar que quiero filmar», explica. Y el lugar que a él le resulta más «orgánico» es el pueblo donde nació hace 28 años y que al que ha regresado en su primera película 'Historia de Pastores'.

El pasado jueves se estrenó en el Madrigal donde comparte cartel estos días junto a 'El 47' y 'Los destellos'. Una sala a la que solía ir con su madre de pequeño y un cine «de la resistencia» cuenta, que tiene mucho que ver con sus proyectos, «con el esfuerzo y con ir a contrapelo». El realizador granadino, que estudió en la Escuela de Cine de Barcelona y realizó una maestría en la Elías Querejeta Zine Eskola, se ha rodeado de sus amigos de La Puebla para dar vida a los personajes de esta personal fábula futurista sobre lo extraordinario y lo cotidiano, sobre el tiempo y el lugar. La protagoniza Mari, una becaria que aprovecha sus prácticas en el Museo de Orce para trabajar en una tesis doctoral para la que digitaliza los cortijos abandonados de la zona. Contada desde el futuro, en el año 2027, entre inquietantes drones que guían como ángeles el camino y las ruinas donde los pastores recogen a sus ovejas, Mari emprende la búsqueda de un cortijo que aparece y desaparece.

«Mi padre tenía un cortijo en La Cerrá, a los pies de la sierra de La Sagra», explica Mari Marín, que además de ser la protagonista de la película, muchos granadinos la conocerán porque era la propietaria de la tienda de modas 'Avanti'. Es amiga de la madre de Jaime, una excelente contadora de historias e íntima del realizador al que conoce de toda la vida, «me llevo mejor con él que su madre porque tiene un punto místico que conecta mucho conmigo», dice. Es una amistad perfecta que se alimenta del valor que cada uno otorga al otro. «Tardé un tiempo en comprender que mis amigas y mis amigos eran los amigos de mi abuela», cuenta el director. «Lo que pasa es que cuando uno es crío hay una brecha intergeneracional y no se entiende como amistad».

A estos dos amigos les encanta dar largos paseos por el campo que rodea al pueblo. Él quería conocer cada cortijo por su nombre, cada camino por su nombre y Mari le pidió ir a Venta Micena, porque cuando era niña, una amiga suya solía ir a la aldea «y volvía que parecía que venía de Barcelona». En uno de estos paseos Mari le contó la historia del cortijo de su padre que se encontraba en la ruta de los templarios, un lugar tan remoto, que con las primeras nieves del invierno se perdía el rastro del camino que llegaba hasta él. De ahí surgió la fábula del Cortijo de Viana que aparece en la película y el recuerdo se torna un espacio para inventar. «Para mí mi pueblo son todos estos cuentos, la forma de contarlos, la herencia que recibimos» y en la película esa memoria se refleja en las ruinas que para el director son espacios sugerentes que le permiten seguir fabulando, aunque a Mari, que los vio llenos de vida, ahora destruidos y abandonados, le den tanta pena.

Lo que cuenta el territorio

La mirada hacia el entorno rural, a esa España vaciada tan en boga en los últimos años, ha llegado a las pantallas tras la pandemia con películas como '0 Corno', 'Un amor' o 'Alcarrás', por poner algunos ejemplos que han calado en los espectadores, pero ante los que también surge la duda de si hay un verdadero interés por retratar el campo o si únicamente se trata de trasladar la visión urbana al pueblo. «Para mí el cine es una forma de vincularme con el territorio y una excusa para implicarme en el tejido social del pueblo», explica Jaime, «a través del cine he podido encontrar un lugar aquí y eso me hace muy feliz».

El pueblo siempre ha estado muy presente en el trabajo de Puertas Castillo, ya lo estuvo en su anterior mediometraje 'Los Páramos', su trabajo de graduación, que comparte espacios y protagonistas con 'Historia de Pastores' como si de dos películas hermanas se tratase. En la cinta también actúa su abuela Virtudes y el patio de su casa es uno de los escenarios. Antón Rodríguez, Yusuf y Suhaila Román y Dulce Rodríguez, completan el reparto.

La película ha pasado por varios festivales antes de llegar a Granada. Estuvo en Barcelona, Málaga, el de Jeonju en Corea del Sur, el de Moscú o Rotterdam. «No te puedes ni imaginar lo que les gustó» cuenta Mari de este último, asombrada por la acogida de la película en un festival, como ella dice, «con caché», donde acudió el singular grupo formado por un equipo técnico que no supera los treinta años y el artístico de una media de unos sesenta. «La sala estaba llena y todos se quedaron al coloquio y a mí me hacía mucha gracia, porque ni a mí, ni a Antón nos entendía nadie, pero todos se partían de la risa», dice al recordar cómo, después de la proyección, les reconocían por las calles de la ciudad holandesa.

Jaime Puertas y Mari Marín en el Festival de Málaga IDEAL

Rodada en Granada

Jaime Puertas volvió la semana pasada a Granada para participar como jurado en el Festival Internacional de Jóvenes Realizadores y asistir a una sesión que le dedicó la muestra con la proyección en el Palacio de los Condes de Gabia del cortometraje 'El canto de los estorninos' y la antes citada 'Los Páramos'. «Creo que la ciudad sí que está viviendo un momento bonito en cuanto a su relación con el cine», comenta el director que celebra el trabajo de Filmin Granada gestionando la cuestión de los rodajes o de iniciativas como la del Festival de Jóvenes Realizadores y su compromiso por ofrecer un cine diferente que desafíe la mirada del espectador. En cuanto a los Goya, «todo lo que pueda canalizar el talento que hay y crear una industria sostenible, bienvenido sea. Pero espero que no pase como con la cumbre europea, y la ciudad deje por unos días de pertenecer a los granadinos».

Cartel de la película IDEAL

Jaime y su equipo estrenaron la película en verano en Puebla de Don Fadrique. Hicieron dos proyecciones, una en la plaza del ayuntamiento y otra en el cortijo de La Toscana, un lugar que sirvió de lugar de ensayos, de plató de rodaje y de improvisada, pero muy especial, sala de cine.

Mari vive cerca del Madrigal, y quien pase estos días por La Carrera verá su imagen, la de Antón, Yusuf o Amparo en el gran cartel que decora la fachada del cine encabezado por un 'Rodada en Granada'. Ya le ha dicho a Jaime que no cuente con ella para el papel de protagonista de su próxima película, «porque la gente no sabe el tareón que lleva eso». Un cameo, sí, claro, porque lo que le ha dado Jaime ha sido un regalo. Y, aunque le fascina pensar que han visto su interpretación en París, donde se ha proyectado la película, no se podía ni imaginar que estaría en la pantalla de su cine de toda la vida. «Madre mía, Mari», dice, «las vueltas que da la vida, quién te iba a decir a ti que te pasarían estas cosas». Y sonríe tan pizpireta como la Mari de 'Historia de Pastores' que cabalga el Altiplano a lomos de un Honda con los asientos cubiertos por una ochentera funda de bolitas de madera.

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