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Rocío Montoya baila delante de una imagen de Penny, uno de los personajes a los que presta su baile en 'Riverdance'. RAMÓN L. PÉREZ

El flamenco granadino brilla en Netflix

Rocío Montoya 'presta' su baile a dos personajes de 'Riverdance', película de animación inspirada en el famoso espectáculo teatral que se estrena este viernes

Miércoles, 12 de enero 2022, 00:49

El ta–ta–taconeo se escapa de la sala de realización y retumba por los pasillos de la Facultad de Comunicación Audiovisual como una estampida de renos en la tundra. Los zapatos son negros, como la mascarilla; y los ojos, verdes, como el croma. Rocío Montoya (Granada, 1981) baila y respira flamenco para vivir o, quizás, todo lo contrario. Tras realizar un giro, levanta la mirada al cielo, sube el brazo izquierdo y estira atrás la pierna derecha, adoptando la misma postura que el ciervo animado que se proyecta a su espalda. «Pensaba que no sería tan evidente –dice, divertida–, que no se vería tan bien, ¡pero es que reconozco hasta mi codo! ¡Ese ciervo soy yo!».

Rocío Montoya es Penny, un ciervo que baila flamenco en 'Riverdance: la aventura animada', película que Netflix estrena este viernes en todo el mundo. «Bueno, soy su cuerpo. Su movimiento. Su baile, más bien. El suyo y el de Moya, la niña protagonista. A las dos las pongo a bailar flamenco». En mayo de 2019, Montoya viajó a Oxford, a un estudio especializado en la técnica 'motion capture', esto es, capturar el movimiento. «Es el mismo estudio donde se hacen los videojuegos 'Fifa', por ejemplo», apunta la granadina. Allí se vistió con una especie de traje de neopreno repleto de bolitas blancas pegadas al cuerpo con velcro. «Tenía bolas hasta en los zapatos», ríe al recordar la escena. «Había sensores por las paredes y me grabaron bailando. Al terminar pude ver una previsualización en la pantalla, con un muñeco, pero nada comparado con el resultado final. Es alucinante».

Rocío Montoya, con el traje de captura de movimiento.
Imagen - Rocío Montoya, con el traje de captura de movimiento.

¿Y por qué ha terminado una bailaora flamenca granadina en una producción de Netflix? Muy sencillo: porque Rocío Montoya es la única española de la compañía Riverdance, un espectáculo musical irlandés que lleva veinte años triunfando en los mejores teatros del mundo; el espectáculo, claro, en el que se inspira la película. «Yo soy bailaora de flamenco –dice–. Empecé en la Escuela Marichu, en el Zaidín, y luego pasé al conservatorio, donde hice la carrera de Danza Española. Después de trabajar con Mario Maya y con Rafaela Carrasco, un profesor del conservatorio de Granada, Alejandro Donaire, me dijo que había una vacante para Riverdance, como bailaora solista. Y me cogieron».

Aquello fue en 2005, año en que hizo su primera gira por Japón. Luego vendrían Europa, Australia, y Estados Unidos. «El espectáculo de Riverdance es de baile. La base es la danza irlandesa, pero hay otros números de claqué americano, folclore ruso... y flamenco, por supuesto. Somos 70 artistas y yo soy la única española que va con ellos por todo el mundo». La última actuación de la compañía ha sido en la Exposición Universal de Dubái, donde Montoya ha pasado un mes. «Ha sido precioso –sigue–. Me hubiera gustado actuar en el pabellón de España, pero estuvimos en uno de los escenarios más grandes de la Expo. Si la covid nos lo permite, volveremos en marzo por el éxito que ha tenido el show».

Fotogramas de 'Riverdance: la aventura animada'.
Imagen principal - Fotogramas de 'Riverdance: la aventura animada'.
Imagen secundaria 1 - Fotogramas de 'Riverdance: la aventura animada'.
Imagen secundaria 2 - Fotogramas de 'Riverdance: la aventura animada'.

'Riverdance: la aventura animada', inspirada en el espectáculo teatral (con la música original que compuso Bill Whelan, por la que ganó un Grammy en 1997), cuenta el viaje de Keegan, un niño irlandés que acaba de perder a su abuelo. Él y Moya, su amiga española, entrarán en el mundo mágico de Riverdance, donde el baile y la música conviven con unos ciervos muy especiales. Para que se hagan una idea, una cinta entre 'Happy Feet' y 'El parque mágico'. Entre los actores que ponen voz –que no cuerpo– están Pierce Brosnan, Brendan Gleeson y Lilly Singh. «Lo que hago en la película es exactamente lo que hago en el espectáculo... ¡lo que pasa es que soy un ciervo!».

Los movimientos de Montoya están por toda la película y con varios personajes, pero sobre todo en dos escenas. «Una es la danza del fuego, un emotivo ritual que hace Penny en memoria del abuelo de Keegan; y otra es más festiva, la que baila Moya, la niña española, hacia el final de la película. Y todo es flamenco. No sé si habrá otra película de animación que trate tan bien el flamenco como esta».

«Llevo Granada por todos lados porque me siento muy, muy orgullosa de ser de aquí, del Zaidín, mi tierra»

Rocío tiene su hogar en Granada, aunque gran parte del año lo pasa en hoteles. «Ahora me voy a Argentina, por mi cuenta, a impartir clases en el Instituto Marisie, en Mendoza, y a actuar por teatros de Buenos Aires. Y en primavera volveremos con Riverdance a Dubái y Estados Unidos». Pero antes de irse vivirá el estreno de la película, en el salón de casa, rodeada de familia y amigos. «¡Que todavía no la he visto!», exclama nerviosa. «Pero os advierto que es una historia muy emocional, muy espiritual, que conectará con niños y adultos».

Rocío Monotya, bailando en la sala de realización de la Facultad de Comunicación Audiovisual de la UGR. RAMÓN L. PÉREZ

En 2017, Canal Sur le entregó a Rocío Montoya el premio 'Público' como joven talento que lleva el nombre de Andalucía fuera de España. «Lo curioso es que todo esto que os he contado lo suelo decir en inglés, porque casi todas las entrevistas que hago son en el extranjero... Pero vaya donde vaya –termina, sonriente–, llevo Granada por todos lados porque me siento muy, muy orgullosa de ser de aquí, del Zaidín, mi tierra». Antes de marcharse de la sala de realización de la facultad, Rocío se levanta y golpea el suelo con los zapatos, elegante y a ritmo, como si los ta–ta–tacones fueran las pezuñas de un ciervo. «Ha sido una experiencia preciosa, de verdad. Qué bonito todo».

Riverdance, la compañía irlandesa que nació en Eurovisión

Es más que probable que hayan visto alguna actuación de Riverdance. La imagen más famosa es la de una fila ordenada de bailarines haciendo la danza tradicional irlandesa: manos en la espalda, saltos, punta–talón, punta–talón... ya saben. Lo curioso es que el espectáculo, con música compuesta por Bill Whelan, nació como una actuación para el intermedio del festival de Eurovisión de 1994. El éxito fue tal que John McColgan y Moya Doherty, el matrimonio que lo ideó, decidieron convertirlo en un espectáculo para teatro. Así, se estrenó el 9 de febrero de 1995 y, desde entonces, se ha representado en más de 450 teatros de todo el mundo, con más de 25 millones de espectadores. Es, sin duda, uno de los grandes espectáculos de baile del mundo. La película 'Riverdance: la aventura animada' transforma este material en un cuento mágico para toda la familia.

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