Macarena Astorga, en la premiere de 'El Refugio'. EFE

Sierra Nevada, el escenario de la película de esta Navidad

La malagueña Macarena Astorga dirige 'El Refugio', que se rodó en Granada durante cinco semanas y llegó este viernes a los cines

Regina SotorrÍo

Sábado, 27 de noviembre 2021, 01:51

El sonido de la película se terminó de pulir hace una semana en Lima y ayer el filme ya se proyectaba en los cines de Granada. «Al límite», reconoce la malagueña Macarena Astorga, directora de 'El refugio', película rodada íntegramente en Sierra Nevada. La comedia ... familiar llega a las salas apenas cinco meses después de que lo hiciera 'La casa del caracol', el debut en el largo de Astorga. La directora se apunta así un tanto difícil de igualar en esta industria: dos estrenos en un mismo año. «Ni en mis mejores sueños lo hubiera imaginado. Tal vez ha ido incluso un poco rápido, me ha dado poco tiempo a asimilar», admite la cineasta.

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Macarena Astorga cambia radicalmente de registro para su segundo largometraje (de nuevo, en coproducción con Perú). De la oscuridad del thriller protagonizado por Paz Vega y Javier Rey se pasa ahora a «una comedia de color muy coral y familiar». En el elenco, Loles León, Leo Harlem, María Barranco, Carlos Alcántara, David Guapo, Mariam Hernández, Sara Sálamo y Antonio Dechent, junto a los pequeños Luna y Rubén Fulgencio (los hermanos que guardan un vínculo importante con Guadahortuna) y Marco Ezcurdia.

Astorga admite que no aceptó a la primera. La propuesta de hacer 'El refugio' le llegó de los mismos productores de su debut (Bowfinger International Pictures, de la que es socio Santiago Segura) y se lo pensó «mucho». «La comedia me daba mucho respeto, es muy difícil hacerla. Pero cuando fui trabajando con la guionista y pude introducir algunos elementos con los que me sentía cómoda, me fui emocionando y sacudiéndome ese miedo»..

El resultado de cinco semanas de rodaje en Sierra Nevada es una alocada historia donde varios personajes con asuntos pendientes se quedan aislados en un hotel de montaña en pleno temporal. Astorga le pone un toque de fantasía y algo de misterio, siempre dentro de un tono familiar.

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Con los deberes hechos, ahora le toca a ella «descansar». «Es lo próximo que voy a hacer», confirma con una gran sonrisa. Pero tampoco demasiado. Macarena Astorga ya tiene en mente un nuevo reto, un proyecto más personal donde poder aplicar todo lo aprendido hasta ahora. «En eso estoy, peleándolo y convenciéndoles de que es una historia que necesita ser contada. Y de momento va bien encaminada».

Hace algo más de un año, justo antes de la pandemia, tomó la decisión de dar un giro a su vida: dejar la docencia a la que había estado ligada 20 años para dedicarse en exclusiva al cine. «Ya que había tomado la decisión de salir de mi zona de confort, que me venga una película detrás de otra es estupendo. No me puedo quejar. Esto era lo que quería, seguir dedicándome a la dirección del cine y a aprender», concluye.

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