Rosa Belmonte y Quico Chirino, en el salón de actos del Colegio de Niñas Nobles. RAMÓN L. PÉREZ

La columnista Rosa Belmonte disecciona con humor el presente de España en el Aula de Cultura

El Parlamento, la crisis del PP, las revistas del corazón, la televisión y la infancia sobrevolaron la charla que mantuvo con Quico Chirino

Miércoles, 23 de febrero 2022, 00:44

El Colegio de Niñas Nobles fue, en la tarde de ayer, el escenario de una nueva edición del Aula de Cultura de IDEAL, patrocinada por la Fundación 'la Caixa'. La invitada, Rosa Belmonte, una de las columnistas más ácidas del país, como la describió su ' ... partenaire', el subdirector del periódico, Quico Chirino. Una abogada que comenzó a hacer columnismo en La Verdad de Murcia, y que hoy escribe una decena de columnas a la semana, participa en varias tertulias radiofónicas y ha tenido tiempo de escribir 'al alimón' con Emilia Landaluce el libro 'De nosotras, de nada' (La Esfera de los Libros), donde hablan de temas tan importantes para la vida como la infancia, el amor o la comida.

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Uno de los primeros temas de la charla fue la prensa. «Al lector no hay que darle siempre la razón. Hay que sacudirle de vez en cuando. Y hay que perder el miedo a las palabras. ¿Qué es eso de una persona racializada? A mí nadie me puede obligar a utilizar lenguaje inclusivo. La palabra jueza o concejala me parecen un disparate. Ya se lo dijo la Real Academia a Carmen Calvo, que no había que modificar la Constitución con perspectiva de género».

De ahí se pasó a la mujer más importante de España en estos momentos: Isabel Ayuso, a Twitter, y a la vestimenta del equipo sirio de voley playa en los juegos olímpicos de Río. Toda la charla fue un continuo movimiento de saltamontes, de flor en flor. Una parada fue la manifestación pro–Ayuso a las puertas de la sede del PP en la calle Génova el pasado domingo. «Allí había gente con su perro; fue una concentración dominguera. Y el otro día hablaron de 'trumpismo' para definir ese movimiento. No sé si alguien entró con unos cuernos y con la cara teñida de rojo en el gimnasio que Teodoro García Egea tiene en su despacho».

Tras la charla con Chirino, Belmonte firmó numerosos ejemplares de su libro. R. L. P.

«¿Qué hay, más activistas o más columnistas?», preguntó Quico Chirino. «Hay columnistas muy previsibles. Almudena Grandes lo era; Marta Sanz, que la sustituyó, también. Ana Iris lo es igualmente. Hay muchos muy previsibles. Hoy, periodistas como Rafa Latorre, Manuel Jabois o la propia Emilia Landaluce me entretienen, porque lo son menos».

Belmonte defendió su educación secundaria, y criticó el deterioro que se ha producido en la docencia desde la aprobación de la LOGSE. «La educación en época de Franco no era buena por culpa de Franco, sino porque había buenos legisladores, como Villar Palasí», afirmó. Sobre su método para escribir, dijo directamente que no existe: «Leer periódicos, observar, estar atenta a lo que ocurre, es la base de mi trabajo. No hay más». Bibliomaníaca, aprovechó su visita a Granada para comprar un libro sobre los verdugos, otro sobre un superviviente de Auschwitz y una edición muy bonita de 'Ivanhoe'. También visitó la Capilla Real: «Siempre que vengo, voy a ver a los Reyes Católicos, a Juana la Loca y Felipe el Hermoso. Me los imagino caminando por España; lo que debía pesar ese ataúd», comentó entre sonrisas.

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La censura de lo políticamente correcto y los límites del humor fueron otros de los temas tratados, antes de entrar en el asunto del momento, la crisis interna del PP. «Casado y Egea son aburridos, y además están haciendo el mal. Ayuso ha demostrado ser una política intuitiva; no necesita leer a Hegel y no le hacen falta ideas, porque es una mujer pragmática que ha sabido llegar a la gente».

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