![Comienza el año de Mariluz Escribano](https://s1.ppllstatics.com/ideal/www/multimedia/202103/07/media/cortadas/MARIMURAL-kCnC-U130742037835JyB-1248x770@Ideal.jpg)
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José Antonio Muñoz
Granada
Lunes, 8 de marzo 2021, 01:14
Este es el año de Mariluz Escribano. Y comienza hoy, en el Día de la Mujer, esa misma mujer que ella tanto defendió y a la que mostró de la mejor forma posible encarnada en su cuerpo y su mente. También en el día de San Juan de Dios, copatrón de esa Granada a la que amó hasta el extremo. Mariluz Escribano, mujer antes que todo, granadina antes que nada, poeta porque le dio la gana, encarna el pensamiento de la unión, del esfuerzo común, además de la lírica del perdón. En el IES Cerro de los Infantes, de Pinos Puente, el pintor Ramón Sendra ha ejecutado durante las últimas semanas un espectacular mural en el que se puede ver a la poeta mirando a los alumnos del centro, en una imagen tomada de una fotografía de Ramón L. Pérez publicada en IDEAL. Sendra, el maestro del color, ha captado a la perfección esa sonrisa franca, esa mirada limpia de la autora. El homenaje a ella en el centro que dirige José María Sánchez se completará, según el también poeta y vicedirector del centro, Ramón Martínez, con la instalación de unos carteles de vinilo donde se podrá leer una selección de sus obras. Entre ellas, aquel poema llamado 'El tiempo' y que comienza:«Ahora que el tiempo ha dejado su huella/ sus heridas pequeñas /en el hueco del rostro, / ahora que todo pasa / por un espejo cóncavo /y da miedo asomarse / a los escaparates / con su luz de neón / y sus ofertas bellas, / no hay nadie que me quite / una infancia de calcetines albos, / zapatos de charol / y una mirada clara». 'Yo quiero ser un árbol', 'Los ojos de mi padre', 'Escribiré una carta para cinco' y 'Cuando me vaya' constituirán un excelente recorrido por la obra de Escribano a través de las experiencias vitales que más le marcaron.
'Cuando me vaya' es, precisamente, el título del poema que cierra el poemario 'Geografía de la memoria' y la antología 'Azul melancolía', las dos últimas obras publicadas en vida de la autora, y el título también de la antología que prepara Valparaíso y cuya portada ofrecemos en primicia en este reportaje. El poeta granadino y profesor de la Universidad de Virginia (EE UU), Fernando Valverde, está a cargo de la selección de poemas y del estudio preliminar. El libro será una de las plasmaciones materiales que recordarán este año, y se distribuirá tanto en España como en Iberoamérica, con una tirada muy importante.
Inicio La ruta comienza hoy a las 17.00 en la plaza de San Isidro. La autora vivió cerca de ella.
Escuela Normal Fundada por su padre, lugar donde estudió (en 'la Aneja') y donde terminó enseñando.
Plaza de Gracia El confín de la ciudad en los 40.
Huerta de San Vicente Escenario de recuerdos infantiles y tardes vividas con los Lorca.
Como afirma Remedios Sánchez, la profesora de la UGR y columnista de IDEAL, responsable del legado de Mariluz Escribano, también habrá una antología poética pensada especialmente para niños, que coordinará María del Carmen Quiles, una de las máximas especialistas en literatura infantil de nuestro país, crítica también de este periódico y profesora de la Universidad de Almería.
El Festival Internacional de Poesía de Granada (FIP), que tendrá lugar en octubre de este año, incluirá una panoplia de actividades en torno a la figura de la autora granadina, y el año se cerrará con un gran congreso homenaje que tendrá lugar a finales de noviembre.
Del mismo modo, se están organizando actividades que se pretenden incluir en el programa de la Feria del Libro, que también tendrá lugar en octubre, y de cara al día de las mujeres escritoras. Remedios Sánchez espera contar con el apoyo de todas las instituciones granadinas (Ayuntamiento, UGR, Diputación, Junta de Andalucía y Ministerio de Cultura), «para proyectar la figura de una de las más importantes poetas españolas de la segunda mitad del siglo XX, que además es granadina».
Las actividades del año de Mariluz Escribano se inician hoy mismo, con una ruta literaria por algunos de los lugares que marcaron su existencia, y que coordina la poeta Carmen Canet. Tal y como esta afirma, «el paseo literario por la Granada que tanto amó Mariluz trata de acercar su vida y su obra a los espacios que ella habitó y recorrió durante su vida». Así, quienes acudan a la visita se acercarán a las calles, a las plazas, a la casa donde nació, al edificio donde trabajó y a su querida Huerta de San Vicente, entre otros espacios.
Las rutas literarias entroncan con las prácticas pedagógicas de la Institución Libre de Enseñanza, y de eso sabía mucho Mariluz Escribano, pues su padre, su madre y muchos de sus allegados estuvieron vinculados al espíritu de esta institución. De hecho, fueron, según recuerda Canet, grandes docentes en la Escuela Normal de Granada, que fundaron. Ambos progenitores de la literata sufrieron por esta implicación, y por las envidias de esta Granada que, una vez más, demostró su cainismo. Su padre, Agustín Escribano, murió fusilado en las tapias del cementerio en los primeros meses de la guerra civil, y su madre, Luisa Pueo y Costa, se llevó a la propia Mariluz al destierro en Palencia, donde vivió parte de su infancia antes de volver a Granada. Por ello, Canet designa a la autora como «poeta de la memoria y la concordia civil».
La ruta comenzará a las 17.00 horas en la plaza de San Isidro, junto a la ermita del mismo nombre. Al lado de esa plaza vivió tras volver del destierro en el año 1941, tristemente recordado como 'El Año del Hambre'. Es aquí, de niña con cuatro años, cuando comienzan sus recuerdos.
La segunda parada tendrá lugar, precisamente, en la Escuela Normal. Allí, los participantes verán in situ 'la Aneja' el colegio donde estudió Mariluz, que está al lado de La Normal, ya que formaba parte de la Escuela Universitaria de Magisterio, que fundó su padre Agustín Escribano, y en donde trabajó también su madre Luisa Pueo, y luego la propia poeta, quien ejerció un magisterio recordado aún por miles de alumnos.
La tercera parada se hará en la calle Carril del Picón, donde nació la poeta y la cual tuvo que dejar con tan solo 11 meses de edad. Fue el lugar donde apresaron a su padre, a quien en la noche del 11 al 12 de septiembre de 1936 fusilaron, como ya se ha dicho, en las tapias del cementerio. La reunión tendrá lugar frente a la actual Facultad de Traducción e Interpretación, antigua Facultad de Filosofía y Letras, conocida entonces por el Palacio de las Columnas, y continuará en su patio–jardín.
La cuarta parada se hará en la plaza de Gracia. En esta placeta que era el confín de la capital, pues era ahí donde comenzaba la vega. Como en cada una de las paradas que integran la ruta, habrá lectura de textos y poemas relativos a la vida de Escribano, textos que mostrarán, como señala Carmen Canet, «la historia de esos años convulsos de la guerra en donde la tragedia asolaba a las familias, afrontada con valentía por madre e hija, mujeres, luchadoras y grandes maestras».
La quinta parada y última tendrá lugar en una de las ubicaciones claves para el pensamiento de la autora: la Huerta de San Vicente, donde la niña Mariluz pasó tantas tardes y convivió con los primos de Federico García Lorca. Fue hasta el final de sus días un lugar de paseo para ella, pues allí se encontraba tranquila y feliz. Una ruta, pues, diseñada para mirar la vida y la ciudad a través de los ojos de Mariluz.
El Centro Andaluz de las Letras apuesta por Mariluz Escribano como Autora Clásica del Año con un motivo muy claro, y que muestra reveladoras similitudes con la trayectoria de quien ha sido el Clásico del pasado 2020, Manuel Chaves Nogales, si bien ambos cultivaron géneros diversos y vivieron en momentos históricos diferentes. Ambos fueron autores capaces de superar la mirada militante, a veces sangrientamente militante, de quienes llevaron a España a desangrarse en una cruel guerra fratricida. En el caso de Chaves Nogales, su recompensa fue el exilio; en el de Mariluz Escribano, antes ni siquiera de empezar a vivir, el asesinato de su padre y el destierro junto a su madre. Por ello, los textos de la autora granadina que se leerán durante la ruta de hoy y que en este año la acercarán mucho más a quienes ya la conocen, desde la evocación infantil de 'Sopas de ajo' hasta esa 'Geografía de la memoria' que traza el mapa de su existencia y su sentir, tienen la virtud que, amén de su calidad, justifica su elección como Autora Clásica del Año: el ser hija y testigo de un siglo convulso.
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