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«¿Rafa? Pasa, pasa», dice Víctor Bolívar desde su consulta de pediatría, en la primera planta del Centro de Salud de Gran Capitán. Tras las cuestiones pertinentes y el diagnóstico adecuado, el doctor observa al adolescente y, junto al tratamiento, le lanza una propuesta: «¿Te gustaría actuar? –pregunta Bolívar, a él y a sus padres– Porque encajarías perfectamente en una obra que estoy escribiendo». Unos meses más tarde, fuerte como un roble, Rafa recibió su primera ovación en el Isabel la Católica.
El ensayo está a punto de empezar en la sala de los espejos del Centro Cívico Marqués de Mondéjar. Es martes por la tarde. Los intérpretes llegan poco a poco, dispuestos a cambiar la piel durante un par de horas. Toca olvidar el quirófano, el despacho, el aula, la oficina, la residencia, el laboratorio... Son profesionales reconocidos con una pasión en común: el teatro. Juntos forman la compañía Casi Siempre, una familia por la que han pasado más de 60 personas en los últimos once años. Once años en los que han estrenado doce obras absolutamente originales. Obras con Granada de fondo, con todas las funciones siempre llenas hasta la última butaca. Butacas que sirven para desarrollar proyectos solidarios por todo el mundo.
«¡Venga, empezamos!», arenga Víctor Bolívar (Alcalá la Real, 1962), pediatra, dramaturgo y alma máter de Casi Siempre. «Soy un médico al que le gusta escribir. Tengo novelas, libros de poesía y de relatos. Pero en 2008, coincidiendo que tenía a los niños que les gustaba cantar, pensé en adaptar algunos relatillos que tenía por ahí. Y así nació 'Casi siempre brilla el sol', la primera obra que hicimos en 2010, después de un año y medio de ensayos». La obra contó con más de 20 actores, casi todos relacionados con los colegios Regina Mundi y Maristas.
La compañía ha cosechado un éxito tras otro en la última década con obras en las que reina el humor y la música con un mensaje vitalista. «Más o menos, cada nueve meses hemos dado a luz una nueva historia», dice Bolívar. Todos los libretos está escritos por el propio doctor, que también dirige al grupo de teatro. «¡Y también actúo! Hice de Fray Leopoldo, por ejemplo, con mi barba larga y todo», recuerda sonriente.
«Por aquí han pasado todo tipo de personas, de todas las edades. Y, ahora mismo, como la gente se casa y tiene hijos y esas cosas, somos más miembros de 50 para arriba, que para abajo. ¡Nos faltan treintañeros!», exclama, por si alguien estuviera escuchando –guiño, guiño–. En estos 10 años han actuado en el Isabel la Católica, en el Auditorio de la Rural y en la Prisión de Albolote, entre otras tablas. Y todas las funciones con fines benéficos. «Cobramos la entrada a 10 euros y todo lo destinamos a una asociación concreta, cada vez a un proyecto», explica Bolívar. Así, las ovaciones con las que terminan las obras de Casi Siempre han llegado a Cáritas, a la Asociación para la Solidaridad, al Hogar San José, el Comedor de Transeúntes de las Hijas de la Caridad, la Asociación de Bipolares de Granada, la Asociación de Enfermos de Síndrome de Fibrosis Quística Pulmonar, la Asociación de Enfermos de Ataxia de Friedreich, la Asociación de Niños Adoptados de Albolote, Médicos sin Fronteras...
Lo bueno de Víctor, dicen sus compañeros de Casi Siempre, es que escribe obras a medida. «Piensa en los que estamos y así se imagina a los personajes. Cuando había más jóvenes en la compañía, pues más personajes jóvenes. Ahora que somos más mayores, pues los mayores hacemos de jóvenes», ríe Joaquín Franco, uno de los protagonistas habituales. Tiene 57 años, es un alto funcionario de la Junta de Andalucía y conoce a Víctor desde que iban juntos al colegio Maristas de Granada. «Víctor te da la oportunidad de disfrutar del teatro y de estrenar en el Isabel la Católica. Es una maravilla».
Carmen Cañavate fue con su hermana a ver 'La Viuda de Cástaras', una de las obras más aplaudidas de la compañía. «A mí siempre me ha gustado el teatro y como estaba recién jubilada (trabajó como administrativa en los hospitales granadinos) era el momento. Me presenté delante de la compañía y les dije que quería actuar. Y aquí sigo». Antonio Amor también está jubilado, trabajó en Telégrafos, pero siempre ha estado cerca de un escenario. «Una compañera me habló de esta compañía y me vine sin pensarlo».
Alfonso Mansilla se reencontró con Víctor Bolívar en la celebración del 25 aniversario de su promoción de Medicina. Mansilla es cirujano en el Virgen de las Nieves, amante de la esgrima y, desde aquel encuentro, actor. «Nunca pensé que podría salir a un escenario ante 500 personas... Es un subidón, un gusanillo, cada vez me gusta más». Antonio García también es amigo de la infancia del doctor Bolívar y lleva con él casi desde el principio: «Fui a ver su primera obra y me apunté. ¡Ya llevamos 13!».
Yolanda Jiménez, directora de una Residencia de Mayores, estaba tomando una cerveza con unos amigos, hace 10 años, cuando apareció Víctor Bolívar. Al rato de conocerse, el pediatra le preguntó si le gustaría hacer un papel en una obra que estaba escribiendo. Rocío Angulo viene de Málaga, donde hacía teatro. Pero hace poco se mudó a Granada para enseñar Literatura en el IES Padre Manjón. «Hay buen ambiente, profesionalidad y ayudamos a otras personas. Lo aúna todo». Entre los últimos en llegar están Jesús García, gerente de un laboratorio farmacéutico; Ana Fernández, farmacéutica en otro laboratorio granadino; y José Francisco de la Torre, «el nuevo», también de la rama sanitaria en el Hospital Vithas, que se estrena con la próxima obra.
Casi Siempre, que interrumpió su actividad por el coronavirus, estrena este sábado, en el Auditorio de La Rural, 'Vecinos de cólera', que trata, precisamente, la pandemia que asoló Granada en 1979. «Una comedia teatral de vecinos confinados en otra época en la que es fácil sentirse reflejado». La recaudación de esta obra irá destinada a Asociación para la Solidaridad, en concreto para desarrollar una casa para mujeres jóvenes en riesgo de exclusión social en Albania.
Arranca el ensayo y Víctor Bolívar repasa la escena. La explica poco a poco, como si estuviera recetando Amoxicilina, una vez al día, y jarabe para los mocos, cada ocho horas. Pediatra y teatro, casi siempre.
Sábado 23, 19.00 horas
'Vecinos de cólera', la obra que estrenan este sábado a las 19.00 horas en el Auditorio de Caja Rural, nació en octubre de 2020, cuando el coronavirus tuvo ingresado al doctor Bolívar durante 18 días. «Me animaron en las cinco semanas de convalecencia a escribir algo relacionado con la pandemia... Confieso que no me resultaba grato tratar un tema que costó o nos pudo haber costado la vida a tantos. Me negaba a presentar a los personajes con la engorrosa mascarilla en el escenario. Y por eso me fui a la Granada de 1979 y el brote de cólera», explica el autor.
Las entradas están a la venta en la taquilla del teatro Isabel la Católica y en la portería del Perpetuo Socorro a un precio de 10 euros. Todos los beneficios destinados a la Asociación para la Solidaridad.
«Casi todas nuestras obras tienen que ver con Granada –termina Bolívar–. Ojalá algún día alguien repare en nosotros y diga 'hicieron mucho por Granada'. Cosa que, ahora mismo... Llevamos once años haciendo teatro benéfico y casi no nos dejan actuar en el Isabel la Católica».
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Carlos Valdemoros | Granada y Camilo Álvarez | Granada
Almudena Santos y Leticia Aróstegui
Pablo Rodríguez | Granada y Carlos Valdemoros | Granada
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