Desde la séptima planta, la Plaza Fontiveros parece pequeña. La ciudad se dibuja en el horizonte como las letras de Hollywood, pero en bonito. Se ve Sierra Nevada, La Alhambra y uno podría imaginar hasta la orilla del mar. Esto no es Madrid ni Los ... Ángeles, esto es Granada y aquí se hace cine. «Bienvenidos a Fourminds». Sergio sonríe detrás de la mascarilla, con una libretita en una mano y el móvil en la otra. «Pasad, que os enseño esto». «Esto» es una productora audiovisual, el sueño de un grupo de amigos con ganas de contar historias. Y de contarlas bien, sin complejos.
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Hay cámaras en la mesita de la entrada. También hay cámaras en las estanterías y colgadas de la pared. Hay cámaras rodeando las pantallas de la sala de edición y, en la cocina, hay fotos de ellos sosteniendo alguna que otra cámara. Que sean cuatro en Fourminds es, en realidad, una casualidad: «Verás –recuerda Sergio–, lo primero que hicimos fue participar, hace muchos años, en un concurso de cortos. Teníamos que ponerle un nombre al equipo y en ese momento estábamos cuatro mentes pensantes. Y le pusimos ese nombre», ríe divertido.
En la oficina, Sergio Llastarry (Granada, 1995) es el administrador; Susana Sánchez (Linares, 1996), la ayudante de planificación; Juanmi Cristóbal (Zamora, 1985); responsable del equipo técnico; y Javier Barbero (Pozoblanco, Córdoba, 1992) lleva la comunicación. Pero cuando están en su hábitat natural, en el set de rodaje, Sergio es jefe de producción; Susana, script y ayudante de producción; Juanmi, director de fotografía, edición y color; y Javier, director. «Abogamos por el trabajo en equipo, cada uno con roles marcados pero siempre conectados. Y debe funcionar, porque si en cinco años no nos hemos matado con la de horas que pasamos juntos...», bromea Juanmi. Sergio, a su lado, añade: «Fourminds empezó como un nombre y se ha convertido en algo en lo que creemos. Y estamos haciendo cosas muy chulas».
El equipo de Fourminds es muy conocido dentro y fuera de Granada por varias razones. La primera, porque son profesores en distintas escuelas: Filmosofía, Escuela Arte Granada, IES Albayzín, Curva Polar... «Y Juanmi también en Domestika, donde imparte cursos especializados a miles de alumnos de todo el mundo», apuntan. La segunda, porque para cada uno de sus proyectos movilizan a un gran grupo de trabajo. «Hacemos mucha publicidad y para cualquier spot contamos con 10 o 12 personas». Han hecho cientos de campañas, desde Cervezas Victoria hasta las tabletas Wacom. «Ahora estamos con un proyecto que va a tener muchísima difusión: las subvenciones del Ministerio de Agricultura y Pesca», apunta Sergio. Y añade: «Últimamente nos llega trabajo de Madrid, por la pandemia. Pero nuestra idea es quedarnos en Granada, para potenciar la industria y crear cultura audiovisual. Además –termina–, tenemos la suerte de contar con Javi, que siempre nos da cosas que hacer».
Fourminds también crea su propio contenido de ficción. Javier Barbero, enamorado del cine, es en gran medida culpable de tres ambiciosos proyectos que laten de una mente a otra. El primero es 'Los ojos de Érebo', un cortometraje que se estrena a finales de mes en el Festimatge de Barcelona y que luego marchará a Lisboa, al Triste para Sempre. «Está en la sección oficial de los dos festivales. Acaba de empezar su andadura y pinta muy bien», dice Barbero. 'Los ojos de Érebo' se rodó en Granada, antes de la pandemia, y lo que más le gustaría al equipo es proyectarlo aquí, en la ciudad. «Es un corto muy especial. El equipo, más de treinta personas, se implicó muchísimo y queremos que lo vean en pantalla grande». La cinta, protagonizada por Maribel Martínez y Ruth Gabriel, está inspirada en una historia real, la de la mujer de 81 años que falleció en su casa mientras dormía por culpa de una vela. «No podía pagar la luz. Trata sobre la pobreza energética y la soledad. Es un corto muy costumbrista, muy social», indica Barbero.
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El segundo proyecto es 'La humildad', otro cortometraje que está ultimando detalles para arrancar su rodaje. «Trata sobre un agricultor, sobre el perdón y las relaciones humanas. Y habla de los pueblos pequeños, esos pueblos donde está toda la vida cuando eres pequeño y luego se dispersa». Y el tercero, al fin, es la que será la ópera prima de Barbero, su primer largometraje: 'La cuarta edad'. Contará la historia de Antonio, de 80 años, vecino de Trevélez. Su mujer acaba de fallecer y no tiene ganas de vivir. Hasta que llega su nieta, Azul, y poco a poco descubre nuevas razones. «Es una película que unifica los proyectos anteriores –dice Barbero–: la vejez, los recuerdos de la infancia, los pueblos a los que ya no vamos y la esperanza».
La película, pese a estar en pleno desarrollo, cuenta ya con el apoyo firme de la prestigiosa Pecado Films, productora de 'Viaje al cuarto de una madre', 'Gernika' y 'Amores Locos', entre otras. El guion, además, ha pasado por dos festivales internacionales, el Zagreb Film Fest y el Soul Fest, de donde ha salido fortalecido con muy buenas críticas. La película se rodará allí, en La Alpujarra, pero hay que tener paciencia: «Prevemos que el rodaje empezará en dos años, que en cine hay que ir paso a paso –responde Juanmi, mirando por la ventana de la séptima planta, al horizonte granadino–. Levantar un presupuesto mil veces más grande que el de un corto para hacer una película, en Granada, es un reto enorme. Pero lo vamos a hacer. Lo estamos haciendo».
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