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El 2 de octubre de 1999 se estrenó 'Un caballo en el cielo', el primer montaje de la compañía pionera en Granada de la danza contemporánea, y una de las primeras en España, Da.Te Danza. Han pasado 25 años y las cifras que arrojan las bodas de plata del grupo dirigido por Omar Meza son ciertamente impresionantes. Más de una veintena de países visitados en Europa, América y Asia; más de 2.600 funciones, 28 espectáculos –a más de uno por año, de media–, un equipo formado por 15 personas y una facturación anual que supera ampliamente los 200.000 euros. Quizá a algunos esta última magnitud se les antoje demasiado prosaica, pero el propio Meza la pone en contexto: «Las ayudas para la distribución de la Junta de Andalucía son de 300.000 euros. Solo una de las decenas de compañías de nivel que hay en la comunidad, nosotros, ya generamos una facturación cercana a esa cantidad. ¿No ha llegado el momento de plantear que quizá, si nuestra actividad mejora la economía y crea empleo, deberían elevarse esas ayudas?».
Como un cuarto de siglo es una edad que no se cumple todos los días, Da.Te Danza ha preparado una gran programación para celebrar esta efemérides. Parte de ella es la celebración de la exposición 'La fuerza de los sueños' que toma el vestíbulo y el propio escaparate del Teatro Alhambra para, en un viaje a través del tiempo, hacerse eco de algunos de los éxitos de la compañía a través de elementos escénicos, documentos y fotografías. De camino, el visitante podrá observar cómo han evolucionado los planteamientos de Meza y su grupo, y cómo se han ido incorporando los recursos escénicos en aras de un resultado óptimo.
La primera decena de noviembre está concentrando muchos de los principales actos. El día 1, una conferencia repasó sus principales hitos, y otra titulada 'Bioneurosincronía: pon a bailar tu cerebro', tuvo lugar el día 5, ambas en la Casa García de Viedma de Armilla. Esta misma semana se reestrenaron en el Teatro Alhambra los montajes '¿Cuál es mi nombre?' y 'En tierra de nadie' en funciones matinales para niños y jóvenes, y hoy se ofrecerá en el mismo escenario el espectáculo 'Retrospectiva Da.Te Danza: 25 años en movimiento', una velada única en la que se repasarán algunos de los grandes momentos de su trayectoria. Una agenda muy apretada la que tienen Meza y los suyos para este otoño. El director y coreógrafo, con todo, se sigue reconociendo en aquel joven que 25 años atrás, después de una experiencia larga en varias compañías de países europeos –como la de Pina Bausch, Neue Tanz– y americanos, y ya con un grupo fundado por él con anterioridad en Burgos, llamado Hojarasca, puso el primer ladrillo de este edificio en movimiento. «Nunca pensé que llegaríamos tan lejos', afirma. «Mi idea era poner en pie el proyecto, y esperar lo bueno que nos ocurriera. Miro hacia atrás y veo que ya llevo casi cuatro décadas en danza, nunca mejor dicho, y me sigue pareciendo un regalo».
Meza no ha sido consciente del paso del tiempo, porque crea desde las sensaciones, según propia confesión. «A veces, no consigues hilar el discurso y es duro. Otras es más fácil. Hay mucho de intuición, porque en la danza no hay nada escrito», dice. «Cuando ves la obra terminada, a veces no crees que todo ello saliera de tu cabeza». Decía Anna Sokolow, una de sus profesoras, que si no tienes vida no tienes nada que contar, y las experiencias vividas por el director de Da.Te Danza han marcado su producción sobremanera, tanto como los temas que le preocupan.
Abomina Meza de aquellos que hacen de menos a los montajes creados para la juventud, la infancia y la familia, santo y seña de la producción escénica de su compañía. «Me enerva la displicencia con que se trata a estos grupos, bien porque se les considera poco maduros en el caso de jóvenes y niños, o porque se tiene la conciencia de que no votan, y por ello son menos importantes. Uno de nuestros principales objetivos ha sido colocar a quien tiene su mente en formación ante realidades que a veces se les ocultan, y que deben comprender, como la existencia del diferente, el trato que se da a quien viene de fuera, las injusticias que catalogan a los seres humanos según procedencia o estatus social, el bullying, la soledad, el maltrato... La juventud y la infancia tienen derecho a conocer la verdad, y no debemos ocultársela».
El difícil equilibrio entre el ofrecimiento de un mensaje atractivo, envuelto en una coreografía y una escenografía coherentes y atractivas, y que dejen poso, no ha sido una tarea fácil, pero Meza y sus compañeros los han asumido como un reto ilusionante. Desde 'Un caballo en el cielo' (1999) hasta hoy han mantenido una línea coherente que les identifica ante programadores, público y crítica. De aquellos balbuceantes inicios, donde Mariano Sánchez Pantoja y su equipo fueron testigos de su eclosión, hasta hoy, cuando son compañía residente del Teatro Municipal de Armilla, hay una constante en Da.Te Danza: la conciencia. Y también la consciencia. Solo hace falta que quienes toman las decisiones les sigan cuidando.
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Fermín Apezteguia y Josemi Benítez
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Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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