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Reconstrucción de Cartuja con el palacio de Ibn al-Jatib en la parte superior. Balawat / Vicerrectorado Patrimonio de la UGR
Descubren las torres y los muros del palacio de Ibn al-Jatib que coronaba Cartuja

Patrimonio de Granada

Descubren las torres y los muros del palacio de Ibn al-Jatib que coronaba Cartuja

Arqueólogos de la UGR delimitan la alberca y descubren torres, grandes tapiales, contrafuertes, joyas, anillos, azulejos y monedas de la almunia del gran visir nazarí en la zona alta del Campus

Jorge Pastor

Granada

Lunes, 4 de diciembre 2023, 00:07

Ibn al-Jatib, el gran visir de los sultanes Yusuf I y Muhammad V, escribió en 1350 unos versos donde describía una suntuosa almunia. Un palacio, el suyo, que, según la traducción al español realizada por DaríoCabanelas, tenía un estanque con una isla flotante en medio y un techo de cristal, unas vistas a laVega de Granada que recordaban a las de Damasco, jardines con árboles y frutales y cuatro torres.

Pues bien, allá por 2014, unas primeras excavaciones realizadas en la zona alta de Cartuja por el catedrático Antonio Malpica descubrían una atalaya de unos siete metros de altura que apuntaba a que aquello era la morada de Ibn al-Jatib, una hipótesis que cobró fuerza gracias a la investigación realizada posteriormente por reputados expertos como la arabista Bárbara Boloix o el científico Julio Navarro.

La última campaña realizada por la UGR en la zona –donde está el templete de Cartuja– apuntalan ya esta teoría de que, en efecto, ahí estaba la morada de Ibn al-Jatib.

Restauradora trabajando en la recuperación de uno de los enlucidos del tapial. IDEAL

En esta última fase de trabajo de campo, que se inició en el verano de 2021 y que ha finalizado en octubre de 2023, han aflorado, por lo pronto, otros dos torreones que, sumados al que salió cuando Malpica, ha permitido saber dónde está el cuarto. Se halla bajo la antigua Carretera de Murcia, fuera ya de los límites del Campus de Cartuja –por lo que ahí no se ha podido actuar–.

La labor en el yacimiento, dirigida en una primera fase por el profesor Guillermo García-Contreras y posteriormente por los arqueólogos David Rodríguez y Emilio Cano, ha arrojado igualmente abundante información sobre esa alberca de la que hablaba Ibn al-Jatib y que coincide, en parte, con lo que popularmente se conoce como el Albercón de Cartuja. 'En parte' porque esta infraestructura, que en los tiempos de Ibn al-Jatib (1313-1374) se nutría de la acequia milenaria de Aynadamar, tenía unas dimensiones de unos 1.500 metros cuadrados.

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Es decir, era mucho más extensa que la balsa de riego de los cartujos (siglo XVI) y los jesuitas (XIX) y más recientemente, hasta 2021, que el depósito de abastecimiento de Emasagra. En estos dos años de pico y pala se han hallado todas estas delimitaciones. En los próximos meses se hablará mucho de este asunto porque, una vez finalizadas las obras de restauración de la Acequia de Aynadamar, que fue construida en la época zirí, la UGR ya ultima la habilitación del Albercón de Cartuja para que se llene, siglos después, con el caudal de la Acequia de Aynadamar, que nace en la Fuente Grande de Alfacar. O sea, once kilómetros arriba.

Olambrilla encontrada en las excavaciones. IDEAL

Pero vayamos nuevamente con la 'humilde' vivienda de Ibn al-Jatib. Además de esos dos baluartes ya identificados –más el tercero documentado por Malpica nueve años antes–, el equipo coordinado por Guillermo García-Contreras, David Rodríguez y EmilioCano ha localizado muros de tapial de cal y canto –similares a los de la Cuesta de la Alhacaba–, la entrada primigenia de la Acequia de Aynadamar y cinco contrafuertes. Respecto a los restos materiales, pendientes de análisis en el laboratorio, han aparecido joyas, anillos, monedas, dedales y cerámicas vidriadas (olambrillas).

Como la Casa del Chapiz

Según Guillermo García-Contreras, en Granada hay una finca árabe que se parecería bastante al palacete de Ibn al-Jatib. La parte habitacional, de la que aún no ha surgido nada –aunque hay indicios de dónde se ubica–, se asemejaría mucho a la Casa del Chapiz, para que se hagan una idea.

Y es que el futuro del fastuoso hogar de Ibn al-Jatib todavía está pendiente de escribir. Por lo pronto, en esta última intervención se han establecido unas 'áreas de reserva arqueológica' por donde habrá que indagar cuando se retome la faena. Una etapa en la que, a juicio de García-Contreras, se debe plantear también un proyecto de investigación que aporte datos respecto a las distintas ocupaciones que ha habido en esta colina y que se remontan a los tiempos de Roma, cuando había una cantera de la que se extraía la arcilla que se usaba en los alfares de Cartuja.

Canalización por la que entrará el agua de la acequia de Aynadamar. IDEAL

Marga Sánchez, vicerrectora de Patrimonio, asegura que «el albercón juega un papel fundamental desde el punto de vista arqueológico en el proyecto patrimonial del campus de Cartuja». «Junto con el alfar romano –agrega– supone un hito fundamental en la estructuración del museo abierto, un espacio que pretende ser un laboratorio innovador para la investigación, la docencia y la transferencia del conocimiento».

Fragmento cerámico hallado en el yacimiento. IDEAL

Este paraje ha tenido unos cuantos inquilinos. Después del Imperio, se sabe con seguridad que ahí moraron los ziríes y, posteriormente, los nazaríes. De hecho, el palacio de Ibn al-Jatib se realizó con los monarcas Yusuf I y Muhammad V, que fueron los últimos que afrontaron grandes inversiones –después ya vino el declive–. A continuación estuvieron los cartujos hasta la Desamortización de Mendizábal (1836) y los terrenos –y lo que había en ellos– pasaron a los jesuitas.

El patrimonio de Granada depara una sorpresa detrás de otra. Sorpresas que a veces están enterradas a tres metros de profundidad. Como el palacio donde vivió Ibn al-Jatib.

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